Una vez dicho esto, por tierras andaluzas también se vieron todas las vergüenzas de un sistema democrático como el español, que falla por todos sus costados. Una abstención de más del 65% indica un pasotismo generalizado en Andalucía. ¿Esto es extrapolable al resto del Estado? Probablemente. Pero en Euskal Herria sabemos que las participaciones siempre son mayores a las del resto del Estado.
Lo increíble es que ante un nuevo estatuto como el vasco, que presentó nuestro Lehendakari en Madrid para sufrir palos por todos los lados, la españolía se une para zurrarnos a todos. Sin embargo, ante un estatuto como el andaluz, la indiferencia es total y absoluta. Si no les importa lo suyo propio, ¿por qué no nos dejan autodeterminarnos en paz?
Queda suficientemente claro lo único que une a los españoles.
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