El líder peneuvista defendió ayer que ambos referentes, Loiola y el plan Ibarretxe, servirán, tras las elecciones del 9 de marzo, para realizar una "reforma estructural del Estado" y profundizar en la iniciativa de Ibarretxe de consulta a la ciudadanía sobre el futuro marco político vasco. En un acto preelectoral en Loiu, Urkullu anunció que "son ésas las bases que el PNV va a poner también encima de la mesa tras el 9 de marzo porque urge abordar la solución mediante el diálogo y el acuerdo, y asumir un marco que permita todas las opciones y el desarrollo del autogobierno", aseveró.
Urkullu reiteró que en las conversaciones de Loiola el fracaso se debió a que "ETA puso las pistolas encima de la mesa", a lo que los jeltzales se negaron "como abertzales y como demócratas".
El presidente del Euzkadi Buru Batzar no ahorró tampoco críticas contra el PSOE, al que acusó de hacer lo mismo que reprocha al PP: utilizar el terrorismo con fines electorales. Urkullu argumentó que los socialistas están inmersos en una "dinámica de cordón sanitario" con sus actuaciones para ilegalizar a ANV y EHAK con el fin de evitar que, como le sucedió al PP con el 11-M, un posible atentado de ETA les pudiera hacer perder las elecciones generales. Por ello, Urkullu consideró que las críticas socialistas a la Conferencia Episcopal Española suponen "un ejercicio de cinismo sin precedentes".
El líder jeltzale recordó que el PSOE votó a favor de la Ley de Partidos, respaldó la ilegalización de Batasuna y, después, permitió candidaturas en las elecciones locales que "ahora" pretenden ilegalizar a pesar de que ANV "tiene los mismos estatutos"
No hay comentarios:
Publicar un comentario