Leizaola, en cuerpo y alma
Desde ayer, la imagen del 'lehendakari zarra' presidirá el patio Gipuzkoa del palacio foral. Es una escultura de bronce que le representa en pie, con gabardina y con su inseparable sombrero en una mano. A la obra, creada por Xebas Larrañaga y de 300 kilos de peso, "no se la llevará el viento, de ninguna manera". Eso es lo que aseguró el diputado general de Gipuzkoa en funciones, Joxe Joan Gonzalez de Txabarri, en el que fue uno de sus últimos actos oficiales al frente de la institución foral. Al acto asistieron los tres lehendakaris, que descubrieron la escultura. Rodeados por los familiares del 'lehendakari zarra', Ibarretxe, Ardanza y Garaikoetxea posaron ante la imagen. Todos ellos fueron en ese momento el cuerpo de Jesús María Leizaola.
"Toda una vida entregada en cuerpo y alma al servicio de la construcción nacional". Gonzalez de Txabarri comenzó de esta manera su intervención en el homenaje tributado por la Diputación de Gipuzkoa a Leizaola, lehendakari en el exilio entre 1948 y 1979. Después de la decisión del PNV de no presentar al todavía diputado general como candidato a la reelección, existía curiosidad por conocer el mensaje que lanzaría. Y no se trató de una despedida.
Txabarri glosó la figura de Leizaola en un discurso centrado en resumir la trayectoria vital del 'lehendakari zarra', que fue ayer el verdadero protagonista del acto. El diputado general describió a Leizaola como la "personificación de valores meritorios, como la lealtad, la fidelidad, el sacrificio, el rigor intelectual, la militancia política y el servicio a una causa y a un pueblo".
A partir de ahí, Txabarri trazó su idea del camino que debe seguir el nacionalismo vasco. Lo hizo al referirse a Leizaola como al "representante, junto a toda una generación -Agirre, Irujo, Ajuriagerra, Lasarte, Landaburu...-, de un nacionalismo abierto, pactista y de vocación institucional, un nacionalismo que funde utopía y realidad y construye las ideas día a día, un nacionalismo comprometido con la justicia social, un nacionalismo culto, ilustrado, plurilingüe y euskaltzale". Se trata, en resumen, de "un ideario que hunde sus raíces en la propia tradición vasca y en el 'hacer país' de Peñaflorida y los caballeritos de Azkoitia".
Fue este un mensaje de consumo interno cuyos receptores se hallaban presentes en el homenaje. Las palabras de Txabarri fueron escuchadas por los presidentes del PNV y del GBB, Josu Jon Imaz y Joseba Egibar, el ex presidente del EBB Xabier Arzalluz, el candidato a diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, y el ex diputado general Román Sudupe, entre otros protagonistas de las tensiones latentes en el PNV en Gipuzkoa. A todos ellos, Txabarri les dijo que Leizaola es "un espejo en el que mirarnos hoy, en una coyuntura de reflexión creativa al inicio de una nueva legislatura". "Estos valores y este espíritu encarnados por el 'lehendakari zarra' son los que hoy y aquí queremos reconocer», añadió.
Gonzalez de Txabarri no escatimó elogios a la hora de trazar la semblanza de Leizaola desde sus primeros pasos profesionales hasta los últimos años de una larga vida marcada por "su compromiso por una causa y un pueblo". El lugar donde se celebró el homenaje, el Salón del Trono, fue testigo de esta trayectoria. El 15 de septiembre de 1932, el entonces diputado por Gipuzkoa enarboló la ikurriña tras la firma en ese mismo salón del Estatuto de Autonomía de Cataluña. Dos años después, tomó allí posesión de su cargo como secretario de la Diputación, y en verano de 1936 dirigió desde ese mismo lugar la resistencia y evacuación de San Sebastián durante la Guerra Civil. El Salón del Trono fue el escenario donde el 16 de marzo de 1989 se instaló su capilla ardiente.
En su intervención, Txabarri se refirió a los años de exilio de Leizaola, que buscó cumplir la misión de "mantener viva la legitimidad histórica de una institución representativa de la voluntad de los vascos". Durante todo este tiempo, desde la sede del Gobierno Vasco en París rechazó utilizar la fuerza para alcanzar la meta que se había marcado. Gonzalez de Txabarri lo recordó ayer con una clara referencia al momento actual. Fueron "años de paciencia histórica, de lucha por la supervivencia de la institución, frente a la inercia histórica y nuevas dinámicas de resistencia abanderadas por ETA. Leizaola se mantuvo firme, mantuvo vivo el símbolo y la llama, desoyendo los cantos de sirena de la lucha armada o rechazando de plano el abrazo del oso de un frente nacional excluyente".
10 comentarios:
¿Por que se ha tardado tanto en homenajear a Leizaola un gipuzkoano que lo fue todo?.Nos hacenfalta referencias como las de Leizaola no como las de Otegi y su panda.
Estepan.Se ha tardado tanto porque hay mucho acomplejado y la gente con complejo no hace nada por los demas.No son generosos.
Es curioso. En la historia del partido, las radicalidades han venido tradicionalmente de Bizkaia. Aberri era un producto eminentemente bizkaino. En la Gipuzkoa de los años veinte, donde los pueblos en los que ahora gana Batasuna estaban copados por el tradicionalismo más rancio, era impensable un personaje como Eli Gallastegi. Los grandes próceres gipuzkoanos han sido de Comunión. Gentes reposadas, reflexivas y moderadas, como Kizkitza, Eleizalde, Eizagirre, Ziaurriz, Irazusta, Lasarte, etc. De ese entorno sale Leizaola.Por eso prefieren olvidarse de él. A Joseba, ese tipo de legados le molestan.
Es que Joseba Egibar solo es del PNV de manera formal.No lo es mental.le sobra toda esa historia.Y la gente que se averguenza de su propia historia ¿como va a promover nada?.
Lo mejor definió la personalidad política de Leizaola fue su lealtad al PNV. La lealtad al viejo roble. Este es otro problema para que su figura sea asumida y reivindicada por la actual dirección del partido en Gipuzkoa, que no piensa en clave de partido, sino en clave de amalgama abertzale. Me explico. En el GBB es frecuente escuchar que el partido (el PNV) no es un fin, sino un medio. Un medio para alcanzar la independencia de Euskal Herria. Lo mismo que EA, que Aralar y que Batasuna. En esto, EB es, tan sólo un aliado temporal que nos acompañará hasta el momento en el que se nos reconozca el derecho a decidir. Pues bien, sobre esta base, la estrategia de Egibar and his boys&girls, consiste en diluir el partido en una especie de Euskal Herria bai, que integre a todos los partidos abertzales para acumular fuerzas de cara a la confrontación democrática que ha de llevarse a cabo contra los estados español y francés. En esa plataforma el partido (el PNV) sólo sería uno más. Uno más entre un centenar de organizaciones microscópicas. Perdería liderazgo y personalidad. Perdería identidad. Lo perdería todo. Pero no importa, porque lo importante es la salud genérica del abertzalismo y no la suerte del partido (el PNV) que, al fin y al cabo, sólo es un medio. Leizaola nunca hubiese aprobado una estrategia así. Por eso no le tienen demasiada simpatía.
Erniomendi: ¿y en Navarra?
Anónimo, ¿Comparas Nafarroa con Gipuzkoa? En Nafarroa la situación del abertzalismo es de vida o muerte. O se toman medidas excepcionales o estamos condenados al ostracismo total. Además,allí tenemos una representación ínfima. Un peso electoral casi nulo. Que yo sepa, la situación en Gipuzkoa es totalmente la contraria. Ceder aquí, en favor de una amorfa plataforma de abertzales acumulando fuerzas, ni es necesario, porque el abertzalismo está fuerte en Gipuzkoa, ni supone la desaparición del partido y la pérdida de sus señas de identidad, que es, me temo, lo que algunos pretenden. No sé si es tu caso, porque no argumentas. Sólo preguntas. Tampoco sé si Esteban San Pedro lo está porque siempre discute con los mismos anónimos. Nunca lo hace con los que se posicionan como tú.
Erniomendi, solo he preguntado, y no he argumentado, porque estoy completamente de acuerdo y hacía míos los argumentos expuestos por Kandido, Arrate y tú mismo. Creo que estos argumentos son válidos también para Nafarroa y que Nafarroa Bai es un error, que puede llevar a la dilución del Partido en Nafarroa.
Creo que en Nafarroa hay un cierto complejo, por lo que dice Kandido, que lleva a ser "radical" y "maximalista" y ha dado a HB la "primacía", lo que ha generado un "complejo" de los demás abertzales hacia ese mundo, con cierta tendencia a tratar de parecerse y a identificar "izquierda", "radicalismo" y "antisistema" con "vasquismo" y "abertzalismo". Y tras varios años con estos conceptos en la "opinión pública nacionalista" se genera una cierta tendencia y una "situacion mental" (puede que sea una simplificación excesiva o que no acierte a explicarme del todo bien). Yo creo que en Nafarroa, también, hay que romper con este "estado mental" y presentarle a la sociedad navarra un "Proyecto JELtzale", un "Proyecto PNV", claro, sin complejos y diferenciado.
Se trata de una siembra, que habrá que regar y cuidar, pero que dará sus frutos. Hay que trabajar y dar tiempo al tiempo. ¡Lástima que se haya perdido tanto, pero aún estamos a tiempo!
También es posible, como dice Arrate, que haya gente que es del PNV de manera formal, que no mental. No lo sé.
Tengo miedo, Erniomendi; de que el Partido en Nafarroa acabe diluido en esta plataforma "de izquierdas y vasquista" y pierda su personalidad y su identidad. Y su presencia pública. En el caso de Nafarroa, como dices, sería más grave que en Gipuzkoa dada nuestra fuerza y nuestro peso en Nafarroa Bai (entre dos partidos "fuertes", Aralar y EA, uno pequeño pero muy ruidoso, Batzarre, y unos "independientes" que nadie sabe quienes son). En el caso de Nafarroa el Partido lo perdería todo. Puede que algunos lleguen a pensar que "no importa, porque lo importante es la salud genérica del abertzalismo y no la suerte del partido (el PNV) que, al fin y al cabo, sólo es un medio"
A mi, si me importa. Quiero que en Nafarroa haya un PNV fuerte, con identidad, personalidad y proyecto Jeltzale. Creo que es bueno para Euzkadi que así sea.
Creo que el camino en Nafarroa pasa por presentarnos ante la sociedad como lo que somos -EAJ-PNV- con nuestro ideario, nuestra historia, nuestros proyectos y programas, nuestra forma de hacer las cosas,... sin complejos. Como hacemos en Bizkaia, como hemos hecho en Gipuzkoa en muchos Ayuntamientos y en la Diputación, como se hace en Araba, y no diluidos en "una amorfa plataforma de abertzales (y no abertzales)". Los resultados no serán en el corto plazo, pero los habrá.
Leizaola, si hoy viviera y sufriera a Egíbar volvería a París.
“Es más fácil desmantelar todo un átomo que un simple prejuicio”. Einstein.
Espero que en la calle Hernani lo sepan interpretar con rigor sociológico.
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