La apertura del curso político descubre a una EA que redobla su apuesta por conseguir forjar un gran acuerdo entre abertzales que devuelva a este sector el liderazgo que le otorgan los resultados electorales y responda a la estrategia que ha desbancado por primera vez al nacionalismo de las principales instituciones vascas. Su nuevo líder, Pello Urizar, asegura que su partido es ahora más fuerte -tras la escisión que ha significado el nacimiento de Hamaikabat-, porque es "más coherente" y tiene un discurso "unánime y claro" de cara al futuro con el que pretende cumplir el sueño que le ha hecho ser político: "contribuir, aunque sólo sea un poquito, a la normalización política y la consecución de la paz para este país".
EA afronta la apertura de este nuevo curso después de un duro varapalo electoral y de que algunos militantes decidieran abandonar el partido y crear Hamaikabat. ¿Cuál será su principal objetivo? ¿Qué EA se va a poder ver en esta legislatura?
El primer objetivo está claro: dar la imagen de cohesión interna que, por desgracia no hemos dado últimamente y que a partir del último congreso creo que sí vamos a poder dar, porque la situación interna del partido ha cambiado radicalmente. Tendremos que reilusionar a cierta gente que se ha podido desencantar por estos problemas internos. Pero al mismo tiempo, de cara al exterior, también creemos que el abertzalismo necesita un reforzamiento y crear oportunidades para que este sector se vuelva a ilusionar, y eso es lo que se ha ratificado especialmente en este congreso: que, ahora más que nunca, es necesario llegar a acuerdos entre partidos abertzales, porque los partidos de adscripción española, siendo antagónicos en casi todo, sí están sabiendo urdir estrategias comunes. Tenemos que hacer ese esfuerzo de unión entre abertzales, que es lo que España realmente teme. Más que a ETA e incluso los efectos perjudiciales que ésta puede causar.
Precisamente ahora se cumple un año desde que su antecesor en el cargo anunciara la puesta en marcha de los trabajos para crear este polo soberanista. ¿En qué punto se encuentra este proyecto?
Nosotros tenemos claro que hacer ese esfuerzo es necesario para aglutinar fuerzas abertzales. En lo que a nosotros nos concierne, estamos inmersos en un proceso interno para definir cuáles son las bases y las fórmulas que se tienen que dar para que EA participe en esa mesa. Empezamos el proceso la semana que viene y lo cerraremos a finales de noviembre. Sabemos que otros partidos están en la misma reflexión y, aunque no hemos mantenido aún contactos oficiales, estamos hablando con unos y con otros y supongo que los contactos un poco más serios se intensificarán ahora. EA está haciendo un esfuerzo para que, más allá de lo que es estrictamente necesario, que es que quede clara la apuesta exclusiva por el uso de vías pacíficas, civiles y democráticas, vamos a ir con la voluntad de dejar pelos en la gatera y llegar a acuerdos. Y pedimos al resto de partidos que afronten este debate con la misma voluntad.
Una declaración de principios del mundo de Batasuna en la que dijeran que avalan esa apuesta, ¿valdría para EA? ¿Sería suficiente?
Sí. Pero hay que ser consecuente. No es lo mismo pedirle a una persona de ese mundo que llegue a la conclusión de que la violencia no es el camino que llevarle a condenar todo lo que en un momento dado ha podido formar parte de su vida, porque dentro de ese mundo también hay gente que ha sufrido mucho. Pero nosotros lo que queremos que quede claro es lo primero, convencerles de que la violencia no es el camino, porque además es un argumento que da juego al Estado español para implantar su política aquí. Sabemos que mucha gente de ese mundo tiene asumida esta postura y por eso, lo único que queremos es que se tome en serio de una vez aquella declaración que Arnaldo Otegi hizo en Anoeta y que no sólo se quede en palabras, sino que esa apuesta se demuestre y se refleje en el día a día de su actuación política.
¿Y no les inquieta el precedente de lo que ocurrió tras la declaración de Anoeta?
Sí, es un ejemplo de una apuesta en un momento determinado que parecía firme y que se vino abajo, y eso claro que me inquieta personalmente. Pero los temas no son simples, ni blancos o negros. Como EA, pediremos una garantía a ese mundo, porque en el último proceso de paz fuimos muy activos a la hora de propiciar el diálogo y abrir puertas hacia eso que todos los conflictos necesitan, que es el apoyo externo. De hecho, la Ejecutiva nacional tuvo dedicada a una persona durante dos años exclusivamente a hacer ese trabajo, y la verdad es que los primeros que nos sentimos defraudados fuimos nosotros al ver que todo aquello no había servido de nada. Por eso vamos a pedir un compromiso serio y no sólo una simple declaración ante los medios. Y sí, da un poco de miedo. Pero es que no hay otra opción.
Hablaba de pedir garantías. ¿Cuáles podrían asegurar que no se diera un nuevo cambio de discurso como el que se dio entonces?
Yo recuerdo la época de la tregua de Lizarra-Garazi. Una vez que se declaró la tregua y Euskal Herritarrok asumió que había que parar, se seguían dando casos dekale borroka , y la Mesa Nacional de ese mundo decía que aquellas no eran las vías, que había otras. Por eso digo que no es cuestión de hacer un comunicado un día, sino de tomar una actitud consecuente ante estos fenómenos y mantener esa línea. No espero que pase como en Irlanda, donde gente que había estado vinculada a ese mundo ha terminado pidiendo a la población que denuncie a los autores de los últimos ataques. Pero allí se tomó una decisión y se actúa consecuentemente, y eso sí espero que pase aquí.
También comentaba que EA está dispuesta a dejarse pelos en la gatera. ¿Como cuales?
Mira, EA lleva 23 años dejándose pelos en la gatera. Hablaba hace poco con una persona que, hablando con diferentes partidos abertzales, me comentaba que están encontrando problemas por parte de uno y de otro, tecnicismos que unos y otros querían imponer,... Nosotros tenemos claras nuestras bases y esperamos lo mismo de los demás partidos. Cuando cada uno ponga encima de la mesa sus requisitos, veremos cuáles pueden ser compatibles con los nuestros y si, por ejemplo, se plantea una opción intermedia hacia lo que nosotros queremos lograr, veremos cómo se puede articular. Pero eso será en otra fase, más adelante.
¿Habla pensando en lo que pueda plantear el PNV?
Bueno,... una de las cosas que se critica, y nosotros lo hacemos, del proyecto del polo soberanista, es que se quiera excluir a nadie, y en este sentido creo que fueron desacertadas las declaraciones de Arnaldo Otegi en las que dijo que el PNV no podría estar en este proyecto y que también le sobraba Aralar. Sí es así, va a ser un polo en el que van a estar sólo ellos, porque nosotros está claro que sólo con Batasuna no vamos a ir a ningún sitio. Cuanto mayor sea esa colaboración con las demás formaciones abertzales, más fácil será que dé frutos. Además te diré que tampoco admitiremos que alguien pretenda tener derecho a veto, diciendo quién puede estar y quién no, o incluso descalificando el proyecto que se configure si ellos no están, porque la sociedad o, al meno, la población abertzale, está pidiendo que hagamos este esfuerzo. Y más ante la situación que hay en el Gobierno Vasco y en el Parlamento, que no es real. Nace de una base artificial. Y la gente lo sabe.
Y todo esto ¿se pondría en marcha de cara a las elecciones de 2011?
Hombre, las elecciones siempre distorsionan y hacen que los partidos nos miremos el ombligo y luchemos por que los que están conmigo no se vayan contigo y viceversa. Pero aunque 2011 está ahí y es importante, no hacemos esta propuesta mirando a las elecciones sino también a más largo plazo. Y en este sentido, creo que es bueno que ahora estemos en un momento en el que tenemos por delante dos años sin elecciones.
¿Por qué momento pasan sus relaciones con el PNV, con quien hasta hace poco compartían gobierno y que quizá han podido quedar enturbiadas por la entrada en escena de Hamaikabat, partidaria de llegar a acuerdos con los jeltzales?
No son las mejores que se podían tener o desear, entre otras cosas por que estamos viendo que en el caso de Hamaikabat, Alkarbide, o como se quieran llamar, les están queriendo dar un halo de legitimidad que no tienen. Y esto lo deberían entender, porque firmaron con nosotros un pacto antitransfuguismo y ahora se agarran a otras leyes porque tienen un interés político claro. Y esto se lo reprochamos, y se lo reprocharemos cuando toque. Así que la relación es huidiza, porque saben que esta apuesta que están haciendo tiene un límite de unos dos años, y saben también que más allá de esa fecha necesitarán tener relación con otros partidos como nosotros.
Hablando de relaciones entre partidos, ¿cómo va la convivencia en Nafarroa Bai, donde trabajan de forma conjunta con Aralar y PNV?
Ahí tienes un ejemplo de lo que puede ser eso de saberse dejar pelos en la gatera. Si en el día a día con la familia surgen roces, imagínate entre diferentes partidos. Pero yo creo que se pueden solucionar, y estamos demostrándolo en NaBai, que a mi juicio puede incluso ser un buen ejemplo de lo que puede pasar en la Comunidad Autónoma Vasca.
Esta coalición, ¿abrirá sus puertas para que se sumen a ella otras formaciones que han entrado en escena o que hasta ahora estaban fuera?
Pues no lo sé. Alternatiba no sé qué implantación va a tener en Navarra, pero es algo que habría que ver, y en cuanto a Hamaikabat, ellos mismos en su presentación dijeron que no tenían previsto funcionar como partido y que participarían como NaBai zaleok , o sea, como particulares que colaboran con esta coalición.
¿Se puede confiar en la 'cocina' que puede estar habiendo para retomar un escenario de avance hacia la normalización política y la paz?
La labor de cocina tiene que estar entre las responsabilidades de todos los partidos. La participación de los medios de comunicación puede ser peligrosa para la solución de cualquier conflicto, porque lo que en ellos se publique termina utilizándose por los partidos para sacar una u otra rentabilidad individual. Y esto no puede ser para sacar una rentabilidad. En el proceso de Loiola a EA se le excluyó activamente diciendo que no podíamos estar ahí. Y no abrimos la boca, porque si de allí hubiera salido un acuerdo, el beneficio hubiera sido para toda la sociedad vasca. Así que claro que tiene que haber cocina , y que los medios se enteren lo más tarde posible de casi todo.
¿Es partidario de "dialogar hasta con el diablo"?
Sí. De lo contrario, casos como el de Sudáfrica no se hubieran solucionado. Y hoy en día se demuestra que es una fórmula que sigue siendo válida en el día a día de conflictos como el de Oriente Medio. ¿Por qué no hacerlo nosotros? Si no hay diálogo no hay solución definitiva. Aunque las recetas judiciales y policiales tengan sus momentos, PP y PSE lo que quieren esconder es que aquí el problema tiene unas bases políticas, y la historia demuestra que cuando se ha intentado, más que resolver, tapar ese problema, se ha enquistado para volver a resurgir más adelante haciendo que la que paga esta receta, la que pierde, sea siempre la sociedad vasca.
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