Más que nunca, todos a votar

Editorial de Noticias de Gipuzkoa.

Era previsible que ETA elevara el listón de sus funestas interferencias en la campaña electoral. Lo intentó y lo logró, desgraciadamente. De los estragos de las bombas ha pasado a los tiros a traición. De la manera más fácil, sin arriesgar, sin épica ni peligro, simplemente vaciando el cargador por la espalda contra un ciudadano de Arrasate, Isaías Carrasco, que salía de casa con su familia sin ninguna precaución ni escolta, como corresponde a un ciudadano libre en un país democrático. La larga, siniestra mano ejecutora de ETA llega no sólo a los que son, sino a los que fueron. Isaías Carrasco ocupó en su día cargo de concejal del PSE en el Ayuntamiento de Arrasate, votado por sus conciudadanos, lo que supone sentencia de muerte en el lunático código penal de ETA y en el de quienes le siguen considerando como vanguardia de un alucinado ejército de liberación del pueblo vasco.

ETA, la misma organización terrorista que acaba de asesinar a Isaías Carrasco, llamó en nombre de este pueblo a la abstención en las elecciones de mañana. La izquierda abertzale oficial, también. Curiosa y siniestra coincidencia. Después de comprobar cuáles son los argumentos en que se basa esa abstención, conocido cuál es el proyecto que ETA y su mundo tienen para Euskal Herria, sólo queda plantarles cara.

Mañana, más que nunca, hay que votar, porque votar es votar contra ellos. Hay que votar sin miedo. Hay que votar, aunque sólo sea para demostrar dónde está la sociedad vasca y dónde su país virtual, para demostrar que éste es un pueblo que no acepta ningún logro político que no esté basado en la ética y el respeto a todos los derechos humanos, el derecho a la vida y a la integridad como el más importante e irrenunciable. Que a nadie se le ocurra, con el cadáver de Isaías Carrasco de cuerpo presente, apelar a las no deseadas consecuencias del conflicto, porque ese discurso no pasa de pura hipocresía y cobarde subterfugio.

Que a nadie se le ocurra capitalizar el asesinato de Isaías Carrasco, aún sin enterrar, para buscar réditos electorales. Que el cobarde crimen de ETA, uno más, movilice a los indecisos, a los engañados, a los discrepantes, a los tibios, para dar la cara mañana y presentarse en las urnas para desenmascarar a tanto chulo de barrio que se llena la boca de abstenerse como pueblo.