Zapatero y el PNV eluden concretar el contenido de futuras negociaciones
Se va cerrando la semana post 9-M y, por si quedaba alguna duda, la hoja de ruta del lehendakari ya se ha convertido en la gran protagonista de la escena política vasca, cuestionada por unos resultados electorales "muy malos" del tripartito y unos "históricos" de los socialistas vascos. En estos días, jeltzales y Gobierno Vasco, por un lado, y PSE-EE, por otro, han marcado posiciones al respecto: los primeros, desde la intención de seguir adelante con su apuesta política -dispuestos a flexibilizar tiempos si se encauza un diálogo con el Estado-, los segundos, firmes en que no hay posibilidad de entendimiento sobre la base de esa hoja de ruta.
Definido el terreno de juego, el último capítulo se escribía ayer a raíz de una información publicada por El País , en la que se afirma que José Luis Rodríguez Zapatero tiene previsto ofrecer a Juan José Ibarretxe una reforma estatutaria que otorgue más autogobierno a Euskadi y dentro de los límites de la Constitución como alternativa a su propuesta -más en concreto, previa renuncia a la anunciada consulta-. La intención no es nueva, ya se había especulado sobre una reforma estatutaria antes de las elecciones, y ayer el propio presidente en funciones del Gobierno salía al paso en una rueda de prensa celebrada en Bruselas al término del Consejo Europeo: "Tenemos sólo un tema, un tema importante por medio que es el anuncio del lehendakari de realizar un referéndum, en torno al cual conoce muy bien mi postura y seguro que de eso hablaremos en los próximos meses. No hay más dossieres abiertos, conviene dejarlo claro".
Este toma y daca -reforma estatutaria-renuncia a la hoja de ruta- no parece entrar en la agenda de Zapatero, pero tampoco convence al PNV. El presidente del Euzkadi Buru Batzar, Iñigo Urkullu, afirmó al respecto que este ofrecimiento "no es la fórmula", advirtiendo de que exigir la renuncia a la iniciativa de Ibarretxe como condición para sentarse a negociar supone plantear "previos que están condicionando las posiciones". "No es bueno que desde el PSOE y desde su candidato a presidente de Gobierno se encelen en el ordenamiento jurídico como algo inmutable cuando el ordenamiento jurídico actual también da pie a que se pueda avanzar en se autogobierno", dijo en declaraciones a Radio Popular .
A simple vista, parece que lo que no gusta a ambos dirigentes es más la formulación de la propuesta que lo que su puesta en práctica supondría. De hecho, y aunque Zapatero negara ayer tener esa iniciativa en su agenda, su vicepresidenta primera en funciones, María Teresa Fernández de la Vega, manifestó al respecto que no descarta nuevas reformas estatutarias en esta legislatura y apuntó que, como en el resto de las comunidades autónomas, el caso de una eventual modificación del Estatuto de Gernika de ser acorde "con las tres c ": Constitución, consenso y ciudadanía".
Así las cosas, no parece que por el momento pueda haber muchos movimientos de trascendencia, al margen del cruce de declaraciones públicas que preparan el terreno para las dos reuniones que sí deberían empezar a definir más claramente, las previstas por Rodríguez Zapatero con Urkullu y con el lehendakari una vez sea investido presidente -parece que la fecha será el 8 de abril-. Porque, más allá de discrepancias, el "estamos condenados a entendernos" que pronunciaba el jueves Ibarretxe tiene mucho de cierto.
El PSOE ya hizo del PNV uno de sus socios referenciales en la anterior legislatura, especialmente importante en materia antiterrorista, papel aún más importante ahora con la vuelta de ETA a las armas. El PNV, por su parte, se enfrenta a un fracaso electoral sin precedentes que amenaza con reabrir heridas internas y que pone en la picota nada menos que al lehendakari. Todo ello, a apenas un año de las autonómicas, si no media un adelanto electoral.
Lo único claro por ahora es la oposición de Rodríguez Zapatero a la consulta que el lehendakari tiene intención celebrar el próximo 25 de octubre. "Yo estoy muy abierto, como se sabe, al diálogo con el PNV, pero lógicamente eso no va a estar en la agenda de lo que representa la colaboración parlamentaria". Ésa era precisamente una de las bazas negociadoras con las que esperaba contar el PNV en esta legislatura, un grupo fuerte en el Congreso que le permitiera ser clave para la gobernabilidad del PSOE. Pero el descalabro del domingo desarboló en buena medida esas opciones, puesto que los seis escaños jeltzales no suman mayoría absoluta con los socialistas, que tienen un socio más apetecible en CiU. Si bien, y la opción no es desdeñable, una combinación PNV-BNG (dos escaños y socio de gobierno en Galicia del Partido Socialista) sí podría ser válida en este sentido.
Rodríguez Zapatero abundó en Bruselas en sus disposición a mantener "una relación positiva", "de respeto" y de "diálogo institucional" con el Gobierno Vasco y, en este sentido, recordó que han llegado a muchos acuerdos de calado como la renovación del Cupo, la financiación de la Y vasca o políticas de investigación.
Urkullu insistió ayer en las declaraciones que hizo la misma noche electoral, trasladando a Zapatero la necesidad de "aprovechar esta oportunidad histórica para alcanzar un acuerdo que satisfaga a los vascos". "¿De qué, si no, hemos hablado PSOE, PSE, PNV y Batasuna en las conversaciones que hemos tenido?", se preguntó trayendo a colación las conversaciones de Loiola para luego recordar que el Estatuto de Gernika también fue sometido al refrendo de la ciudadanía: "Si hay acuerdo político, ¿qué problema hay en trasladarlo a la sociedad para que lo refrende, es un paso lógico".
Al respecto, el diputado electo del PNV Josu Erkoreka, afirmó ayer en TVE que "con un Estatuto todavía sin desarrollar ¿tiene sentido abordar una reforma estatutaria si cuando la garantía de que se vaya a desarrollar es básicamente la misma del anterior?, salvo que efectivamente las condiciones, los términos, las garantías sean otras".
1 comentario:
la hoja de ruta del lehendakari es un insulto para la gran mayoría del pueblo vasco que no son abertzales de corazon. ojala si sigue adelante se encuentre con unos resultados no esperados. pensar de esa manera es vergonzoso e impropio de un presidente de gobierno vasco. Se podian juntar egibar y el....vaya 2. lamentable.
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