EN DEFENSA DEL CONCIERTO ECONÓMICO

Articulo de Markel Olano, Diputado General de Gipuzkoa, en la web del GBB.

Hoy, 28 de febrero de 2008, es una fecha clave para el autogobierno de Euskadi.

Nuestro Concierto Económico, uno de los elementos más auténticos, esenciales y peculiares del modelo de autogobierno de Euskadi, va a pasar por una importante prueba, la más importante de las que ha atravesado en estos casi 30 años de luces y sombras transcurridos desde su recuperación.

Hoy se celebra en el Tribunal de Justicia de Luxemburgo la vista oral correspondiente al proceso judicial sobre la configuración o no del Concierto Económico como un sistema tributario integral, de carácter general en Europa. Es decir, se va a decidir si tenemos o no un sistema tributario equiparado a los sistemas tributarios de cualquier país o estado de la Unión Europea.

Hoy vamos a vivir un episodio más de la constante judicialización a la que en todo este período ha estado sometida esta institución por determinadas actitudes políticas y decisiones judiciales y que ha enturbiado su itinerario como instrumento vertebral en materia de política económica y al servicio del autogobierno vasco.

A pesar del apoyo y la defensa prácticamente unánimes expresados por la clase política vasca, así como por la ciudadanía y los agentes sociales vascos, el Concierto Económico se encuentra en una encrucijada y las decisiones que en un corto plazo de tiempo se van a adoptar van a marcar su utilidad como instrumento al servicio de los ciudadanos y las ciudadanas vascos.

En este contexto, quiero reflexionar sobre algunos de los rasgos fundamentales o aspectos básicos de esta institución clave de nuestro autogobierno, y las reclamaciones que desde las instituciones vascas venimos realizando ante las sombras que planean sobre ella.

La primera reflexión va más allá de su carácter instrumental y se deriva de su propia denominación. La palabra "concierto" refleja a la perfección el espíritu de acuerdo con el que está concebida la institución. Un pacto que no es el resultado de un proceso de descentralización de competencias, de cesión de facultades o de otorgamiento de privilegios como han querido observar algunos, dando origen a toda esta cascada de recursos y enjuiciamientos que ha caracterizado su historia postconstitucional; sino de un proceso inverso en el que los Territorios Históricos Forales mantienen en sus manos unas potestades, concretamente las correspondientes al ámbito tributario y financiero, tras haber cedido otras al Estado como consecuencia del proceso de abolición foral acontecido en el siglo XIX.

En esta medida, el Concierto Económico constituye el reconocimiento de una soberanía, en este caso en el ámbito fiscal y financiero, equivalente a la del propio Estado y una pieza clave en la actualización de los Derechos Históricos del Pueblo Vasco.

Otro aspecto básico a destacar es su carácter institucional como elemento de relación bilateral, entre Euskadi y el Estado, y de riesgo unilateral en materia no sólo tributaria, sino también financiera. No hay una participación del Estado en los ingresos o en la gestión tributaria vasca, ni tampoco en la cobertura de nuestros gastos públicos; por lo que los beneficios o perjuicios que se deriven de la buena o mala gestión tributaria y financiera nos corresponden únicamente a nosotros.

La última renovación integral del Concierto Económico acordada el año 2002, incorporó explícitamente el reconocimiento del principio de autonomía financiera inherente al propio sistema de Concierto Económico a las ya contempladas capacidad normativa, y de gestión en materia tributaria, dotando así a nuestras Instituciones de una importante capacidad de maniobra en el diseño de medidas de política económica. Como último rasgo a destacar, y no menos importante, es el del Concierto Económico como instrumento al servicio del desarrollo económico y el bienestar de la sociedad vasca, en general, y de la guipuzcoana en particular. Sinceramente creo que el desarrollo y el progreso que la sociedad vasca ha experimentado en las últimas décadas, tanto en términos de crecimiento económico como de bienestar y cohesión social no se podría haber concebido sin la posibilidad de disponer de un instrumento como el Concierto Económico. Es más, creo que uno de los factores que han contribuido al renacimiento de la economía vasca es la buena gestión que las instituciones vascas han llevado desde que recuperamos el Concierto Económico hace casi treinta años.

Esas son las luces, pero como ya he señalado son varias las sombras que aún planean sobre nuestro Concierto.

El primero de los aspectos aún pendientes de resolver y a mi juicio totalmente vital, corresponde al Estado y tiene relación con el carácter paccionado e institucional del Concierto Económico, anteriormente señalados y es el de la revisión de las normas Forales ante el Tribunal Constitucional (más conocido como blindaje de las Normas Forales). Han sido innumerables los pronunciamientos que, tanto desde las Juntas Generales como del Parlamento Vasco, se han realizado con unanimidad, a favor de elevar el recurso de las normas forales ante el Tribunal Constitucional, con un procedimiento ad hoc para ellas.

El problema es muy sencillo, un pacto institucional, una materia tan clave en el entramado institucional y tan sensible como la fiscal no puede estar al albur de tribunales contencioso-administrativos. No puede ser que por que las Normas Forales se denominen así; normas y no leyes, cualquiera que argumente un interés pueda recurrirlas y no haya una serie de sujetos limitados legitimados para efectuar ese recurso, como ocurre en el caso de Navarra, donde al denominarse Leyes Forales, el recurso es ante el Tribunal Constitucional. Hay que poner límite al cúmulo de recursos y sentencias que se está produciendo estos últimos años. Es necesario dotar de cierta seguridad jurídica a un elemento tan sustancial como el Concierto Económico.

Asimismo, a fin de poder cumplir con el principio de autonomía institucional que dirige las relaciones que devienen del Tratado de la Unión, resulta imprescindible que las instituciones europeas acepten formalmente la capacidad en materia fiscal que le es propia a Euskadi.

Con todo ello quiero finalizar con un llamamiento a toda la sociedad guipuzcoana para que dejando a un lado la indiferencia, mantengamos una actitud activa y firme a favor del Concierto Económico.

No hay comentarios: