Galdos se presenta hoy a la reelección como candidato a presidente de EA de Gipuzkoa
Iñaki Galdos aspirará esta tarde en la asamblea regional de EA de Gipuzkoa a ser reelegido como presidente de esta formación en este territorio. Además de Galdos, el sector oficial liderado por Unai Ziarreta, que es mayoritario en la Ejecutiva Nacional, presenta una lista alternativa encabezada por Mikel Santiago, que es concejal en Soraluze y director de Inserción Social del Gobierno Vasco. Mientras Galdos lleva como candidato a secretario general a Iñaki Sagarzazu, que es colaborador suyo en la regional, Santiago ha hecho lo propio con Amaia Larrañaga, que fue juntera en Gipuzkoa en la pasada legislatura y ex edil de Arrasate.
La celebración de la asamblea viene precedida por un reñido pulso entre ambas corrientes. Se trata de una batalla antigua, en este caso amortiguada por la proximidad de las elecciones generales y por el empeño de la dirección de EA de poner toda la carne en el asador para obtener el escaño por Gipuzkoa con la candidatura de Nekane Alzelai, que sustituye a una veterana como Begoña Lasagabaster.
Los dos sectores de EA se han empeñado en enterrar el hacha de la confrontación, al menos de cara al exterior. Además, a favor de esta imagen de unidad opera la dinámica del congreso de diciembre, que a última hora alumbró un acuerdo que posibilitó la presencia de representantes de la línea guipuzcoana en la dirección nacional. Unai Ziarreta, presidente de EA, se ha empeñado desde su nombramiento en cicatrizar las heridas con la bandera de una especie de fusión entre los dos sectores que desactivara a los ámbitos más beligerantes. La posibilidad de que Galdos fuera el candidato al Congreso, planteada sin éxito desde la Ejecutiva Nacional, encajaba en esa misma filosofía.
Sin embargo, la presentación de Galdos ha sido acogida con recelos porque puede reabrir un debate sobre las incompatibilidades internas. El pasado julio tanto Galdos, que es diputado de Deportes, como Peio González, que es diputado de Hacienda y secretario regional de EA de Gipuzkoa, presentaron su renuncia a sus cargos en el partido. La dirección nacional sostenía que tanto Galdos como González incurrían en una "manifiesta incompatibilidad" recogida en los estatutos. Las renuncias evitaban la intervención de la Comisión de Garantías. Tanto Galdos como González acordaron entonces seguir provisionalmente en sus responsabilidades hasta el congreso nacional. González ha decidido ahora dedicarse sólo a su labor como diputado foral de Hacienda al tiempo que Galdos presenta como candidato a secretario general a Iñaki Sagarzazu, hasta ahora su número tres.
Mientras los defensores de Galdos sostienen que este asunto de las incompatibilidades fue negociado en el congreso entre los dirigentes de EA para que se adecuara en un futuro en los estatutos, en medios de la corriente oficial se niega este extremo. Este entorno aspiraba a un pacto que incluía a su candidato como número dos.
La victoria de la línea de Ziarreta en la elección de compromisarios de San Sebastián -con 27 delegados frente a los 7 de la corriente de Galdos- podría reflejarse en un menor apoyo a éste último, que obtuvo hace cuatro años hasta un 70% de respaldo en la asamblea regional. El sector guipuzcoano confía en mantener la mayoría en este territorio pero admite que su revés en la asamblea de San Sebastián -el sistema electoral establece que la lista que gana una asamblea se lleva siempre un 75% de delegados- puede provocar un reajuste en la relación de fuerzas. La solución, esta tarde en Zarautz.
1 comentario:
Los cojones;
Ziarreta querer cicatrizar las heridas??? los cojones.
Que la propuesta a Galdos de ir candidato a Madrid responde a esa filosofia de integracion? Los cojones. Eso responde a la obsesion que tienen Ziarreta & friends de quitarselo de en medio.
Querer ventilar a los sectores beligerantes? los cojones. Los beligerantes siguen igual, o peor.
un dato anecdotico: los compromisarios de donosti son 27 para el ganador y 9 para el perdedor. Habeis puesto siete. Ya se que da igual, pero era por corregir
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