El PNV recupera la cohesión interna con la aprobación unánime de la ponencia política

La primera jornada de la Asamblea General que culmina el proceso interno en el PNV visualizó una nueva época marcada por la cohesión. La aprobación ayer de forma unánime de la ponencia política que marcará la acción de la formación jeltzale durante los próximos cuatro años es un ejemplo de ello, como también lo es el refrendo con un amplio margen de votos de la ponencia de organización.

En ambos casos, Josune Ariztondo, actual secretaria del Euzkadi Buru Batzar, destacó la participación y aportación de las organizaciones municipales y territoriales en un debate que se ha prolongado durante los últimos seis meses.

Un debate que se ha materializado en las 145 enmiendas parciales a la ponencia política que se abordaron ayer en el transcurso de la asamblea -en origen se presentaron 443, pero el resto se han transaccionado durante el proceso- y de las que sólo siete se han desechado. Y un consenso que se demuestra en el hecho de que ninguna de las enmiendas incorporadas ayer al texto elaborado por Iñigo Urkullu -coordinador de la ponencia política-, Joseba Aurrekoetxea, Joseba Egibar, Iñaki Gerenabarrena y la propia Ariztondo supone cambio sustancial alguno en su contenido. De hecho, explicó la secretaria del EBB, las revisiones que se han propuesto se correspondían sustancialmente a cambios en la redacción del texto o mejoras en su contenido inicial.

Incluso en el caso de la ponencia de organización, en la que sí se han producido variaciones sobre su contenido original tras su paso por la Asamblea General, ha primado el acuerdo. "Afortunadamente, el debate ha sido muy sereno, porque no había otras cuestiones que se solaparan con ese debate", aseguró Ariztondo, dejando claro que el necesario intercambio de impresiones en el proceso no ha escondido confrontación alguna.

El texto de la ponencia política aprobado ayer por los 447 integrantes de la Asamblea General que tienen derecho a voto refrenda la condición del PNV como partido abertzale y establece el propósito firme de alentar la nación vasca desde la libertad y el rechazo a cualquier método de coacción. En esta tarea de la construcción nacional, el PNV defiende en el documento guía de su acción política que no sobre ningún compañero de viaje y que, por eso mismo, no habrá más exclusiones que las de la violencia o el autoritarismo.

Fue Iñigo Urkullu, coordinador del equipo redactor de la misma, el que la presentó en este foro, ante el que expuso no solo la fotografía que de la realidad actual hace el documento, sino también el entronque en la tradición jeltzale de sus contenidos y la apuesta de futuro que supone.

En este sentido, la ponencia marca el logro de la paz y de la normalización política como objetivos claves. El documento recoge la tradición pactista del PNV al proponer un acuerdo entre los partidos y entre las instituciones españolas y vascas que sea refrendado después por la ciudadanía de la CAV "en un marco de respeto a los derechos humanos y las libertades" para la creación de un escenario de superación del conflicto vasco. Y añade que, en el supuesto de que existieran vetos o bloqueos impidan lograr la solución, la sociedad vasca tendría la llave que abriera un proceso de resolución a través de una consulta.

Asimismo, defiende el derecho a decidir como "una herramienta democrática a la cual debemos convertir en el punto de encuentro de los ciudadanos vascos". De hecho, entre los principios ideológicos recogidos en el documento, se subraya el objetivo de consolidar un marco en el que el pueblo vasco en su integridad tenga derecho pleno a decidir su futuro. Por eso reclama "el reconocimiento del derecho de autodeterminación y su consolidación en los textos políticos básicos que conformen la cúspide del ordenamiento jurídico resultante".

Asimismo, el documento compromete al PNV a impulsar "el rechazo firme del terrorismo y de la violencia, utilizando todos los medios democráticos para garantizar la seguridad, la libertad y la vida de las personas", así como la no vulneración de los derechos humanos.

La ponencia también se refiere a la propuesta de Nuevo Estatuto Político, a la que define como un activo político sobre el que trabajar, negociar y realizar nuevas aportaciones para alcanzar si es posible nuevos consensos que superen los ya conseguidos.

La aprobación ayer de la ponencia de organización con sólo dos votos en contra y quince abstenciones entre los 447 miembros de la Asamblea General ha traído consigo dos novedades en los modos de funcionamiento interno y han ratificado el mantenimiento de la bicefalia en la formación jeltzale. Y ello después de que Gipuzkoa retirara la enmienda a la totalidad que llevó a la asamblea, fruto de un error de procedimiento, según apuntó la secretaria del EBB y reconocieron los propios proponentes en el transcurso del análisis ayer de este documento. Dicho error se habría producido al pretender que el debate sobre la ponencia de organización y el de la modificación de los estatutos para incluir en ellos las cuestiones incluidas en el nuevo documento debían discurrir de forma paralela pero conjunta en el tiempo. Sin embargo, la propia Asamblea General de Zestoa ya aplicó un procedimiento que primaba la aprobación de la ponencia para después, en un plazo de seis meses, proceder a modificar los estatutos.

Tal y como explicó Ariztondo, de ahora en adelante la elección del presidente del Euzkadi Buru Batzar y del resto de los miembros del mismo que designa la Asamblea Nacional se realizará el mismo día, en el marco de la Asamblea General que se celebra cada cuatro años. Del mismo modo, la ratificación de los Estatutos Nacionales del PNV, que ahora está en manos de este último órgano legislativo, pasará a realizarse en la Asamblea Nacional, lo que permitirá agilizar y mejorar la eficacia del proceso de modificación de los mismos.

Estas dos cuestiones se constituyen como las principales novedades contenidas en el texto original de la ponencia de organización jeltzale. Ese documento incluía también la desaparición de la llamada bicefalia, la incompatibilidad de los cargos de burukide en la Ejecutiva Nacional o Territorial con los de parlamentario o miembro de las Juntas Generales -con la salvedad de que así lo autorice la Asamblea Nacional-, que es uno de los tres ejes principales de la estructura organizativa jeltzale. Algo que no ha prosperado. "Seguiremos como estábamos, porque el principio de separación ha prevalecido sobre la experiencia que tanto la ponencia como la asamblea consideran positiva, la de que haya burukides que con el mejor criterio político puedan tomar decisiones a veces en la rapidez de un foro parlamentario", indicó Ariztondo.