Fue desacertado que Otegi excluyera a PNV y Aralar; el polo soberanista debe ser un proyecto que sume

La apertura del curso político descubre a una EA que redobla su apuesta por conseguir forjar un gran acuerdo entre abertzales que devuelva a este sector el liderazgo que le otorgan los resultados electorales y responda a la estrategia que ha desbancado por primera vez al nacionalismo de las principales instituciones vascas. Su nuevo líder, Pello Urizar, asegura que su partido es ahora más fuerte -tras la escisión que ha significado el nacimiento de Hamaikabat-, porque es "más coherente" y tiene un discurso "unánime y claro" de cara al futuro con el que pretende cumplir el sueño que le ha hecho ser político: "contribuir, aunque sólo sea un poquito, a la normalización política y la consecución de la paz para este país".

EA afronta la apertura de este nuevo curso después de un duro varapalo electoral y de que algunos militantes decidieran abandonar el partido y crear Hamaikabat. ¿Cuál será su principal objetivo? ¿Qué EA se va a poder ver en esta legislatura?

El primer objetivo está claro: dar la imagen de cohesión interna que, por desgracia no hemos dado últimamente y que a partir del último congreso creo que sí vamos a poder dar, porque la situación interna del partido ha cambiado radicalmente. Tendremos que reilusionar a cierta gente que se ha podido desencantar por estos problemas internos. Pero al mismo tiempo, de cara al exterior, también creemos que el abertzalismo necesita un reforzamiento y crear oportunidades para que este sector se vuelva a ilusionar, y eso es lo que se ha ratificado especialmente en este congreso: que, ahora más que nunca, es necesario llegar a acuerdos entre partidos abertzales, porque los partidos de adscripción española, siendo antagónicos en casi todo, sí están sabiendo urdir estrategias comunes. Tenemos que hacer ese esfuerzo de unión entre abertzales, que es lo que España realmente teme. Más que a ETA e incluso los efectos perjudiciales que ésta puede causar.

Precisamente ahora se cumple un año desde que su antecesor en el cargo anunciara la puesta en marcha de los trabajos para crear este polo soberanista. ¿En qué punto se encuentra este proyecto?

Nosotros tenemos claro que hacer ese esfuerzo es necesario para aglutinar fuerzas abertzales. En lo que a nosotros nos concierne, estamos inmersos en un proceso interno para definir cuáles son las bases y las fórmulas que se tienen que dar para que EA participe en esa mesa. Empezamos el proceso la semana que viene y lo cerraremos a finales de noviembre. Sabemos que otros partidos están en la misma reflexión y, aunque no hemos mantenido aún contactos oficiales, estamos hablando con unos y con otros y supongo que los contactos un poco más serios se intensificarán ahora. EA está haciendo un esfuerzo para que, más allá de lo que es estrictamente necesario, que es que quede clara la apuesta exclusiva por el uso de vías pacíficas, civiles y democráticas, vamos a ir con la voluntad de dejar pelos en la gatera y llegar a acuerdos. Y pedimos al resto de partidos que afronten este debate con la misma voluntad.

Una declaración de principios del mundo de Batasuna en la que dijeran que avalan esa apuesta, ¿valdría para EA? ¿Sería suficiente?

Sí. Pero hay que ser consecuente. No es lo mismo pedirle a una persona de ese mundo que llegue a la conclusión de que la violencia no es el camino que llevarle a condenar todo lo que en un momento dado ha podido formar parte de su vida, porque dentro de ese mundo también hay gente que ha sufrido mucho. Pero nosotros lo que queremos que quede claro es lo primero, convencerles de que la violencia no es el camino, porque además es un argumento que da juego al Estado español para implantar su política aquí. Sabemos que mucha gente de ese mundo tiene asumida esta postura y por eso, lo único que queremos es que se tome en serio de una vez aquella declaración que Arnaldo Otegi hizo en Anoeta y que no sólo se quede en palabras, sino que esa apuesta se demuestre y se refleje en el día a día de su actuación política.

¿Y no les inquieta el precedente de lo que ocurrió tras la declaración de Anoeta?

Sí, es un ejemplo de una apuesta en un momento determinado que parecía firme y que se vino abajo, y eso claro que me inquieta personalmente. Pero los temas no son simples, ni blancos o negros. Como EA, pediremos una garantía a ese mundo, porque en el último proceso de paz fuimos muy activos a la hora de propiciar el diálogo y abrir puertas hacia eso que todos los conflictos necesitan, que es el apoyo externo. De hecho, la Ejecutiva nacional tuvo dedicada a una persona durante dos años exclusivamente a hacer ese trabajo, y la verdad es que los primeros que nos sentimos defraudados fuimos nosotros al ver que todo aquello no había servido de nada. Por eso vamos a pedir un compromiso serio y no sólo una simple declaración ante los medios. Y sí, da un poco de miedo. Pero es que no hay otra opción.

Hablaba de pedir garantías. ¿Cuáles podrían asegurar que no se diera un nuevo cambio de discurso como el que se dio entonces?

Yo recuerdo la época de la tregua de Lizarra-Garazi. Una vez que se declaró la tregua y Euskal Herritarrok asumió que había que parar, se seguían dando casos dekale borroka , y la Mesa Nacional de ese mundo decía que aquellas no eran las vías, que había otras. Por eso digo que no es cuestión de hacer un comunicado un día, sino de tomar una actitud consecuente ante estos fenómenos y mantener esa línea. No espero que pase como en Irlanda, donde gente que había estado vinculada a ese mundo ha terminado pidiendo a la población que denuncie a los autores de los últimos ataques. Pero allí se tomó una decisión y se actúa consecuentemente, y eso sí espero que pase aquí.

También comentaba que EA está dispuesta a dejarse pelos en la gatera. ¿Como cuales?

Mira, EA lleva 23 años dejándose pelos en la gatera. Hablaba hace poco con una persona que, hablando con diferentes partidos abertzales, me comentaba que están encontrando problemas por parte de uno y de otro, tecnicismos que unos y otros querían imponer,... Nosotros tenemos claras nuestras bases y esperamos lo mismo de los demás partidos. Cuando cada uno ponga encima de la mesa sus requisitos, veremos cuáles pueden ser compatibles con los nuestros y si, por ejemplo, se plantea una opción intermedia hacia lo que nosotros queremos lograr, veremos cómo se puede articular. Pero eso será en otra fase, más adelante.

¿Habla pensando en lo que pueda plantear el PNV?

Bueno,... una de las cosas que se critica, y nosotros lo hacemos, del proyecto del polo soberanista, es que se quiera excluir a nadie, y en este sentido creo que fueron desacertadas las declaraciones de Arnaldo Otegi en las que dijo que el PNV no podría estar en este proyecto y que también le sobraba Aralar. Sí es así, va a ser un polo en el que van a estar sólo ellos, porque nosotros está claro que sólo con Batasuna no vamos a ir a ningún sitio. Cuanto mayor sea esa colaboración con las demás formaciones abertzales, más fácil será que dé frutos. Además te diré que tampoco admitiremos que alguien pretenda tener derecho a veto, diciendo quién puede estar y quién no, o incluso descalificando el proyecto que se configure si ellos no están, porque la sociedad o, al meno, la población abertzale, está pidiendo que hagamos este esfuerzo. Y más ante la situación que hay en el Gobierno Vasco y en el Parlamento, que no es real. Nace de una base artificial. Y la gente lo sabe.

Y todo esto ¿se pondría en marcha de cara a las elecciones de 2011?

Hombre, las elecciones siempre distorsionan y hacen que los partidos nos miremos el ombligo y luchemos por que los que están conmigo no se vayan contigo y viceversa. Pero aunque 2011 está ahí y es importante, no hacemos esta propuesta mirando a las elecciones sino también a más largo plazo. Y en este sentido, creo que es bueno que ahora estemos en un momento en el que tenemos por delante dos años sin elecciones.

¿Por qué momento pasan sus relaciones con el PNV, con quien hasta hace poco compartían gobierno y que quizá han podido quedar enturbiadas por la entrada en escena de Hamaikabat, partidaria de llegar a acuerdos con los jeltzales?

No son las mejores que se podían tener o desear, entre otras cosas por que estamos viendo que en el caso de Hamaikabat, Alkarbide, o como se quieran llamar, les están queriendo dar un halo de legitimidad que no tienen. Y esto lo deberían entender, porque firmaron con nosotros un pacto antitransfuguismo y ahora se agarran a otras leyes porque tienen un interés político claro. Y esto se lo reprochamos, y se lo reprocharemos cuando toque. Así que la relación es huidiza, porque saben que esta apuesta que están haciendo tiene un límite de unos dos años, y saben también que más allá de esa fecha necesitarán tener relación con otros partidos como nosotros.

Hablando de relaciones entre partidos, ¿cómo va la convivencia en Nafarroa Bai, donde trabajan de forma conjunta con Aralar y PNV?

Ahí tienes un ejemplo de lo que puede ser eso de saberse dejar pelos en la gatera. Si en el día a día con la familia surgen roces, imagínate entre diferentes partidos. Pero yo creo que se pueden solucionar, y estamos demostrándolo en NaBai, que a mi juicio puede incluso ser un buen ejemplo de lo que puede pasar en la Comunidad Autónoma Vasca.

Esta coalición, ¿abrirá sus puertas para que se sumen a ella otras formaciones que han entrado en escena o que hasta ahora estaban fuera?

Pues no lo sé. Alternatiba no sé qué implantación va a tener en Navarra, pero es algo que habría que ver, y en cuanto a Hamaikabat, ellos mismos en su presentación dijeron que no tenían previsto funcionar como partido y que participarían como NaBai zaleok , o sea, como particulares que colaboran con esta coalición.

¿Se puede confiar en la 'cocina' que puede estar habiendo para retomar un escenario de avance hacia la normalización política y la paz?

La labor de cocina tiene que estar entre las responsabilidades de todos los partidos. La participación de los medios de comunicación puede ser peligrosa para la solución de cualquier conflicto, porque lo que en ellos se publique termina utilizándose por los partidos para sacar una u otra rentabilidad individual. Y esto no puede ser para sacar una rentabilidad. En el proceso de Loiola a EA se le excluyó activamente diciendo que no podíamos estar ahí. Y no abrimos la boca, porque si de allí hubiera salido un acuerdo, el beneficio hubiera sido para toda la sociedad vasca. Así que claro que tiene que haber cocina , y que los medios se enteren lo más tarde posible de casi todo.

¿Es partidario de "dialogar hasta con el diablo"?

Sí. De lo contrario, casos como el de Sudáfrica no se hubieran solucionado. Y hoy en día se demuestra que es una fórmula que sigue siendo válida en el día a día de conflictos como el de Oriente Medio. ¿Por qué no hacerlo nosotros? Si no hay diálogo no hay solución definitiva. Aunque las recetas judiciales y policiales tengan sus momentos, PP y PSE lo que quieren esconder es que aquí el problema tiene unas bases políticas, y la historia demuestra que cuando se ha intentado, más que resolver, tapar ese problema, se ha enquistado para volver a resurgir más adelante haciendo que la que paga esta receta, la que pierde, sea siempre la sociedad vasca.

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Zabaleta insiste en que las nuevas ayudas de Gipuzkoa crean desigualdad

El Gobierno Vasco intentó ayer rebajar el tono de sus críticas a las nuevas ayudas económicas para familias sin ingresos puestas en marcha en Gipuzkoa por la Diputación. «Las diferencias no deben entenderse como un conflicto institucional», señaló la consejera de Empleo y Asuntos Sociales, Gemma Zabaleta (PSE). Eso sí, la titular del departamento mantuvo su desacuerdo con la creación de esas prestaciones que «se desmarcan» de la Ley vasca de Garantía de Ingresos Mínimos, aprobada hace ahora seis meses para evitar «que hubiera dispersión de prestaciones y ayudas» y salvar desigualdades entre los territorios. En la norma se fijó además el tiempo de un año de empadronamiento para acceder a las ayudas y prestaciones.

Durante una comparecencia en Bilbao, Zabaleta defendió la necesidad de aplicar en el País Vasco una política social «equilibrada, para un país, no para tres». Con ello volvió a censurar la ayuda económica para familias en situación de pobreza creada en Gipuzkoa, pensada para hogares que quedan fuera del paraguas de la renta de garantía de ingresos (antigua renta básica), para la que es necesario al menos un año de empadronamiento en el País Vasco. La nueva prestación guipuzcoana, en cambio, sólo requiere seis meses de empadronamiento en Gipuzkoa.

Ayudas para familias en situación de pobreza que quedan excluidos de la renta básica existen también en Vizcaya y Álava, si bien con una cuantía muy inferior a la que ahora da Gipuzkoa. Además, en el caso de Álava, las ayudas de la Diputación sólo llegan a las localidades pequeñas. Quedan excluidas Vitoria, Llodio, y Amurrio. En ambos territorios, según fuentes de la Diputación de Gipuzkoa, el requisito de tiempo «de empadronamiento es de seis meses».

Es precisamente el requisito del tiempo de empadronamiento una de las razones que han llevado al Gobierno Vasco a criticar las nuevas ayudas de Gipuzkoa. Según Zabaleta, «no se puede entender que, una vez aprobada la Ley de Garantía de Ingresos, que es el pacto social que todos acordamos en el Parlamento Vasco, se produzca una norma que se desmarca de este pacto social».

La consejera recordó que en el proceso previo a la aprobación de la Ley hubo un intenso debate sobre cuál debería ser el tiempo de empadronamiento requerido para acceder a prestaciones sociales. «Y se alcanzó un consenso para establecerlo en doce meses, porque entendíamos que ese plazo era el necesario para acreditar el arraigo de las personas que van a recibir, no sólo las ayudas económicas, sino también programas de empleabilidad y de inserción», afirmó la consejera.

Como quiera que las nuevas ayudas sociales de Gipuzkoa requieren seis meses de empadronamiento en el territorio, Zabaleta criticó que «seis meses después del pacto social que todos alcanzamos en el Parlamento Vasco se produzca una nueva norma que se desvincula de él». En su opinión, «crear normas al margen del sistema genera pobres de primera y segunda categoría».

En el caso de las ayudas similares, aunque de menor cuantía, existentes en Vizcaya y Álava, la consejera explicó que se trata de prestaciones creadas antes de la aprobación de la Ley de Garantía de Ingresos, que trata de corregir «errores del pasado». Asimismo, recordó que el mandato de las Juntas Generales, del que nacen las nuevas ayudas de Gipuzkoa, data de hace 19 meses. Zabaleta afirmó que la Ley de Garantía de Ingresos establece un «antes y un después» y «pone el contador a cero» en las políticas sociales vascas.
En todo caso la consejera señaló que la norma se encuentra en un proceso de desarrollo y «si seis meses después de aprobarla, hay un consenso para rebajar los requisitos de empadronamiento, modificaremos la ley. Me comprometo a buscar otra vez los equilibrios para que el sistema sea igual para todos los ciudadanos vascos, vivan donde vivan».

La cuantía que ofrece la nueva ayuda de Gipuzkoa es otro de los focos de discordia. En ese sentido, Zabaleta explicó la situación que se dará a partir de septiembre si una persona en situación de pobreza que reside en Ermua, donde tendría una ayuda mensual de 162 euros, decide empadronarse en Eibar, donde la Diputación de Gipuzkoa le ofrecería 512, 51.

La consejera señaló que las diferencias de su departamento con las nuevas ayudas de Gipuzkoa son de contenido, pero también de forma. No en vano, se enteró de su creación a través del boletín oficial del territorio y no en el seno de la comisión interinstitucional puesta en marcha para analizar las políticas sociales. Allí trasladará su denuncia en la próxima reunión prevista para el 7 de septiembre

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La Diputación replica que el nuevo subsidio "equilibra" a Gipuzkoa con Bizkaia y Álava

Las críticas públicas vertidas por el Gobierno Vasco contra la nueva ayuda social creada por la Diputación de Gipuzkoa provocaron ayer una reacción en cadena de distintos partidos en el territorio, ya que esta prestación fue impulsada por las Juntas Generales con un respaldo mayoritario, incluido el del Grupo Socialista.

Esta prestación, destinada a personas que no cumplen algún requisito de la renta básica, "viene a equilibrar" la desigualdad existente en Gipuzkoa respecto a Bizkaia y Álava, que ya cuentan con subsidios similares. Así lo aseguró el Departamento foral de Política Social, encabezado por Maite Etxaniz (Hamaikabat), en respuesta al conflicto interinstitucional generado tras las críticas vertidas el martes por el Ejecutivo autonómico, que acusó a Gipuzkoa de "romper el Sistema Vasco de Garantía de Ingresos" e introducir "un claro elemento de desequilibrio interterritorial" por aprobar esta ayuda, que comenzará a repartirse en septiembre.

La "airada reacción" del Gobierno socialista fue calificada de "preocupante" por la Diputación, que lamentó "el tono prepotente exhibido desde la consejería vasca de Empleo y Asuntos Sociales", dirigido por Gemma Zabaleta, "con unas consideraciones fuera de tono" y "tan graves como erradas acusaciones de ruptura de equilibrio y oportunismo".

Desde la institución foral censuraron, asimismo, la "descoordinación que ha demostrado" el gabinete de Patxi López, ya que la creación del nuevo subsidio responde a "un llamamiento de las Juntas Generales de Gipuzkoa que contó con el apoyo de casi todas las fuerzas políticas, incluido el PSE-EE". Según la Diputación, "con una simple consulta, se habrían evitado el sonrojo al que se han visto sometidos tanto ellos como el propio PSE-EE de Gipuzkoa". En este sentido, ofreció al Gobierno Vasco su colaboración "leal y respetuosa", pero pidió, a cambio, "el mismo trato, forma y estilo".

El departamento dirigido por Hamaikabat subrayó, además, que el mandato de las Juntas Generales para crear esta prestación "venía precisamente a equilibrar una anómala situación, ya que Gipuzkoa, a diferencia de Álava y Bizkaia, no contaba con una ayuda de esta naturaleza". Según la Diputación, "ahora sí existe una armonía entre los tres territorios" con una prestación social que "es respetuosa con el sistema vasco de garantía de ingresos y no produce discriminación alguna entre la ciudadanía vasca".

De hecho, el propio Grupo Socialista de Gipuzkoa reconoció que la moción impulsada por el Parlamento foral tenía "una clara voluntad armonizadora", ya que en la misma se hacía referencia a una prestación que se debería conceder "al igual que en Álava y en Bizkaia". El PSE-EE, no obstante, matizó que dicha iniciativa fue aprobada "antes de que el Parlamento Vasco aprobase la Ley 18/2008, de 23 de diciembre, para la Garantía de Ingresos y para la Inclusión Social".

El grupo juntero añadió que la "coordinación y colaboración" entre el Gobierno Vasco, las Diputaciones y los Ayuntamientos debe ser "obligada" para configurar un sistema vasco "con visión de país, territorialmente equilibrado y basado en el principio de igualdad". Por ello, opinó que "el Decreto Foral aprobado por la Diputación tenía que haberse trasladado al ámbito de la Comisión Interinstitucional para la Inclusión Social".

REACCIONES El PSE-EE de Gipuzkoa, sin embargo, se quedó solo en sus reproches a la actitud de la Diputación, ya que el resto de partidos del territorio defendieron la nueva ayuda social para los ciudadanos en riesgo de exclusión social. Y es que, el conflicto abierto entre los Gobiernos autonómico y foral provocó numerosas respuestas.

En este sentido, Hamaikabat calificó de "inaceptables" las críticas del Ejecutivo autonómico, al que exigió una rectificación pública. "Al Gobierno socialista le ha vencido su irrefrenable afán por salir en los medios y una efervescencia propagandística que, en este caso, le ha llevado a hacer un ridículo absoluto", apuntó este partido, que anunció que promoverá iniciativas en las Juntas Generales para clarificar este "lamentable incidente interinstitucional".

En este sentido, la Ejecutiva Nacional de EA consideró que "es necesaria una revisión a fondo de la Ley de Territorios Históricos" para que los ciudadanos de Gipuzkoa, Álava y Bizkaia disfruten de los mismos servicios públicos y que "es urgente aprobar una Ley Municipal que aclare el reparto competencial".

Por su parte, la portavoz de Aralar en Gipuzkoa, Rebeka Ubera, se felicitó porque, "aunque tarde", la Diputación "ha puesto en marcha, por fin, la nueva ayuda para familias en situación de pobreza", que fue impulsada por su grupo, e instó al Gobierno Vasco a seguir su ejemplo. Del mismo modo, el juntero de Alternatiba Ander Rodríguez rechazó la actitud del Ejecutivo de López, que, "en lugar de criticar las medidas adoptadas, debería limar las desigualdades entre personas y facilitar que toda la ciudadanía tenga garantizados unos ingresos mínimos".

Tras la polémica suscitada, las reacciones a la prestación social creada en Gipuzkoa continuarán hoy, ya que la consejera vasca Gemma Zabaleta ha convocado una rueda de prensa para volver a expresar la opinión de su departamento sobre este asunto.

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El Gobierno Vasco censura un subsidio de la Diputación apoyado por el PSE en Gipuzkoa

El Gobierno Vasco acusó ayer a la Diputación Foral de Gipuzkoa de "romper el Sistema Vasco de Garantía de Ingresos" e introducir "un claro elemento de desequilibrio interterritorial" por aprobar una nueva ayuda social que irá destinada a personas en situación de pobreza que no cumplen los requisitos mínimos para cobrar la renta básica. De este modo, el Departamento de Empleo y Asuntos Sociales, dirigido por Gemma Zabaleta (PSE-EE), arremetió contra una medida aprobada por su propio partido en Gipuzkoa, ya que la creación de esta prestación contra la exclusión social corresponde a un mandato de las Juntas Generales apoyado por PNV, EA, EB, Aralar y los 16 miembros del Grupo Socialista en el Parlamento territorial.

La nueva ayuda económica beneficiará, principalmente, a familias inmigrantes, ya que ofrece un sueldo mensual (512 euros) a ciudadanos que, por no llevar un año empadronados en Gipuzkoa, no están amparados por el subsidio de garantía de ingresos (o renta básica). La paga llegará, asimismo, a los jóvenes tutelados por la Diputación que alcancen la mayoría de edad.

El Departamento foral de Política Social comenzará a repartir este subsidio en septiembre. De este modo, cumple una exigencia aprobada en Pleno por el Parlamento territorial el pasado 31 de enero de 2008: "Las Juntas Generales de Gipuzkoa hacen un llamamiento a la Diputación para que establezca una prestación económica destinada a la inserción social de aquellas personas que no cumplen los requisitos para la percepción de la renta básica, al igual que en el resto de territorios históricos". En este sentido, los Presupuestos Generales de Gipuzkoa de 2009 -cuya aprobación fue propiciada por la abstención del PSE-EE- cuentan además con una partida de un millón de euros para "crear una nueva prestación para aquellas personas que no cumplen los requisitos para la percepción de la renta básica".

CONTRADICCIÓN Esta iniciativa, impulsada por Aralar, obtuvo el beneplácito de todos los grupos junteros, a excepción del PP, cuyos seis miembros se abstuvieron. La ayuda social, por lo tanto, contó con un amplio respaldo en el Parlamento foral, incluido el del Grupo Socialista. Ayer, sin embargo, el Gobierno Vasco cayó en la incongruencia al contradecir públicamente la postura de su partido en Gipuzkoa al remitir un comunicado censurando que los ciudadanos residentes en este territorio tengan derecho a esta prestación. El departamento que dirige Gemma Zabaleta, además, manifestó sus dudas sobre el alcance de la capacidad normativa que tiene el ente foral sobre este asunto.

En este sentido, consideró que, al adoptar esta decisión de forma "unilateral", la Diputación "se desmarca de la Ley de Garantía de Ingresos y para la Inclusión Social", en vigor desde el pasado 31 de diciembre, "con el agravante de que la misma se haya producido en un contexto de teórica colaboración y coordinación en el ámbito de la Comisión Interinstitucional para la Inclusión Social, de carácter tripartito (Gobierno, diputaciones y ayuntamientos)".

Por todo ello, censuró "el procedimiento y oportunidad" de la aprobación de esta medida, cuya denuncia trasladará a la mencionada Comisión Interinstitucional en la reunión que tiene previsto celebrar el próximo 7 de septiembre.

El Ejecutivo autonómico insistió, asimismo, en que la medida genera desigualdades: "No podemos volver a discriminar a la ciudadanía afectada en función del territorio en el que viva". En su opinión, en todo caso, de haber consenso político en dicha Comisión, "lo correcto sería proponer la introducción de cambios en la Ley, para que afectara al conjunto de los tres territorios".

El PSE-EE de Gipuzkoa, por su parte, declinó efectuar comentarios sobre las críticas vertidas por su partido desde Lakua, aunque manifestó su intención de abordar hoy el tema

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Egibar asegura que el PNV responderá ante el «desafío de Estado» del pacto entre PSE y PP

El portavoz del PNV en el Parlamento Vasco, Joseba Egibar, aseguró ayer que el PNV responderá de forma «democrática y contundente» al «desafío de Estado que supone el pacto PSE-PP». Asegura que su formación tiene «la llave» para «arruinar» dicho acuerdo, aunque indica que ésa no es su prioridad, sino «liderar» y «aglutinar» la mayoría nacionalista.

El presidente del Gipuzko Buru Batzar, en una entrevista a Europa Press, consideró que la «estrategia de fondo» del pacto de estabilidad firmado entre el PSE y el PP es «controlar la política vasca». Pero advirtió que «el PNV no va a perder de vista» sus actuaciones, aunque se mostró tranquilo porque, en su opinión, «Rubalcaba, Zapatero y Rajoy no controlan la mayoría social y política de este país, aunque alteren las reglas del juego democrático».

En esta coyuntura, indicó Egibar, la labor del PNV es «liderar y aglutinar la mayoría» nacionalista, pero admitió que con la existencia de ETA no es posible. «Nosotros, que creemos en la existencia del pueblo vasco y en su derecho a decidir y a su libre determinación, sabemos que la unidad de acción del nacionalismo no es posible con una determinada parte mientras exista ETA», explicó.
En este sentido, insistió en que la persistencia de la organización terrorista «perjudica al nacionalismo vasco», un hecho que, según Egibar, «el Gobierno español sabe». «El señor Rubalcaba sabe que la existencia de ETA impide una unidad de acción», recordó.

Egibar cargó las tintas contra el ministro del Interior, al que acusó de «sacar fabulaciones» sobre las intenciones de ETA. Le reprochó que haya «puesto en circulación» que la organización terrorista querría registrar un partido que condenara la violencia para «esquivar la legalidad», y días después dijera que «aunque dicho partido condenara la violencia, la izquierda abertzale no estaría presente en las elecciones mientras ETA exista». Egibar consideró «imposible» que la organización terrorista «diseñe un partido que condene la violencia», aunque advirtió que como «Rubalcaba lo dice con tanta solemnidad parece que todo es claro».

El dirigente jeltzale se refirió también a la iniciativa del departamento vasco de Interior para quitar de las calles cualquier alusión a ETA que pueda ser constitutiva de un delito de enaltecimiento del terrorismo. Atribuyó la decisión a un «inicio de mandato» porque es «algo notable y vistoso». Pero consideró que la limpieza de pintadas y símbolos ya se realizaba antes de la llegada de Patxi López al Gobierno Vasco, pero sin «actos de propaganda».

Sobre este asunto, Egibar diferenció entre esas pintadas o pancartas de enaltecimiento del terrorismo y los carteles de presos de ETA -«que ni a Ares ni a Rubalcaba corresponde dictaminar si son enaltecimiento»-, y valoró que a pesar de la política del PSE por acabar con los «muros de la vergüenza», en este momento «hay más fotos que nunca» en las calles. Esta reacción, según el dirigente jeltzale, se debe a que «quien se siente prohibido en todas sus expresiones públicas está buscando también ese tipo de encontronazo con las instituciones».

El presidente del GBB aseguró que observa «contradicciones» en la puesta en práctica de esta política de deslegitimación del terrorismo y, por eso, calificó la decisión del consejero Rodolfo Ares como de un «juego de verano». «Es necesario esperar a ver en qué queda esa reflexión de achicar espacios de impunidad», indicó Egibar, y saber qué ocurre dentro de unos meses «cuando se haga un análisis mínimamente riguroso».
Por otra parte, el dirigente jeltzale argumentó que la retirada de fotografías de presos no corresponde a la Ertzaintza, sino a las policías locales o, «en su caso, a las brigadas de limpieza de los ayuntamientos». Y en este sentido, criticó que el consejero de Interior haya puesto, «de forma interesada», «como alta misión a la Ertzaintza» la tarea de «limpiar las calles». Y, sin embargo, continuó, no haya dado «ningún paso en la línea de consolidar» a la Policía autónoma como «policía integral» para incluirla «en el ámbito del espacio Schengen».

En la entrevista, Egibar también reprocha al lehendakari que, al tiempo que acusa al anterior Gobierno Vasco de estar sumido en «aspectos identitarios», ahora es este Ejecutivo el que «saca a pasear precisamente esos aspectos identitarios» al colocar la «bandera española en todas partes como síntoma de normalidad».

Y se pregunta: «A partir de ahí, ¿qué?». «No tienen ni ideas, ni proyectos», dice. El Ejecutivo vasco está «como fiel subordinado» esperando a ver qué le «dicta Madrid», asegura Egibar.

Por último, el presidente del GBB se refiere a la moción de censura para desbancar al PNV de la Diputación de Álava y asegura que en este asunto el PSE «ha medido» sus pasos porque le entró el «pánico» porque, de apoyarla, hubiera sido como entrar «en primera línea de desestabilización institucional».

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López reaparece para garantizar que impedirá cualquier acto de apoyo a ETA en fiestas


Patxi López retomó ayer su agenda ordinaria como lehendakari con motivo la festividad de la Virgen Blanca en Vitoria, evento que aprovechó para advertir de que, ante la avalancha de fiestas patronales que se avecinan, su Ejecutivo impedirá cualquier intento de "invadir el espacio público para dar apoyo al terrorismo". El mandatario vasco defendió que la calle debe ser "el espacio de la libertad y la convivencia" y ser los ciudadanos "pacíficos y con ganas de diversión" los que la hagan suya, y no un sector de violentos "obsesionados por imponer su macabra realidad".

Al cerco marcado esta semana por el ministro Alfredo Pérez Rubalcaba en torno a las pretensiones políticas de ETA y de la izquierda aber-tzale histórica -ha negado la mínima posibilidad de un final dialogado de la organización armada y ha asegurado que ni siquiera una condena de la violencia permitiría a Batasuna pasar el filtro de la Ley de Partidos y volver a la legalidad-, se suma la decidida campaña del Ejecutivo de López para mermar la presencia de este mundo en la calle.

Así, a la campaña de retirada de carteles y pintadas de apoyo a ETA se añade un estricto filtro de toda convocatoria que provenga del entorno de la izquierda abertzale. Algo a lo que los radicales no están dispuestos a resignarse, como demostraron el pasado viernes en Villabona al intentar llevar a cabo un acto contra la dispersión prohibido por la Audiencia Nacional o como pusieron en evidencia ayer en la calle Cuchillería de Vitoria, al sustituir un mural con fotos de presos retirado el lunes por la Ertzaintza por nuevas imágenes y repartir numerosas pancartas por el Casco Viejo.

ACTOS El lehendakari -al que en la última semana se ha echado en falta en diversos actos institucionales que ha delegado en Isabel Celaá-, reapareció en la recepción de autoridades que el Ayuntamiento de Vitoria ofrece cada 5 de agosto para reiterar la intención de su Ejecutivo de impedir cualquier acto de "apoyo al terrorismo" que "ofenda" la "dignidad" de la ciudadanía.

Los violentos, según advirtió, verán restringida su presencia en el calendario festivo vasco. "No debe de haber ni un espacio para su impunidad, tampoco en fiestas", dijo. En el punto de mira del Ejecutivo socialista están los numerosos actos reivindicativos y de apoyo a los presos de ETA que acostumbra a promover la izquierda abertzale con motivo de las fiestas estivales.

El más cercano, la habitual manifestación convocada para el sábado en Donostia, con motivo del inicio de sus fiestas. La convocatoria, pensada para reclamar un "cambio político y social" en favor de la independencia y que en más de una ocasión ha culminado con incidentes, será mirada con lupa por el Departamento vasco de Interior. Para la víspera, Gaztesarea también ha hecho un llamamiento a secundar una movilización en Donostia.

Frente a la reciente polémica suscitada por la decisión del juez Santiago Pedraz de permitir una batería de actos contra la dispersión, enmendada pocos días después por la propia Audiencia Nacional bajo el argumento de que eran eventos que atentaban contra la dignidad de las víctimas, López se mostró convencido de que su Ejecutivo no tendrá problema a la hora de discernir los actos susceptibles de prohibición. "Todos los demócratas sabemos distinguir con claridad lo que es la libertad de expresión de lo que es el apoyo a la violencia", dijo el lehendakari, quien aseguró que las "protestas por la acción de un gobierno son legítimas y necesarias", pero no los "actos de apoyo a la violencia que ofenden nuestra propia dignidad".

Para finalizar, López mostró su deseo de "hacer un país para todos y entre todos, libre y en paz, próspero y solidario". El alcalde de Vitoria, Patxi Lazcoz, reservó una parte de su discurso a recordar a los agentes de la Guardia Civil asesinados por ETA en Mallorca y dijo a quienes perpetran esos atentados "que lo hacen en nombre de sus propios instintos asesinos y que sus excusas supuestamente patrióticas ya no engañan a nadie".

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Urkullu denuncia que el objetivo de Rubalcaba es «desalojar al PNV de las instituciones»

Las formaciones nacionalistas vascas criticaron ayer la advertencia del ministro Rubalcaba de que el Gobierno se opondrá a legalizar a Batasuna aunque condene la violencia de ETA. El más contundente fue el presidente de PNV, Iñigo Urkullu, que teme que detrás de estas palabras se esconda «una estrategia de Estado», no sólo para luchar contra el terrorismo, sino para «desalojar» al PNV de las instituciones vascas. Otras formaciones nacionalistas, como Aralar o EA, denunciaron las «contradicciones» en las que, a su juicio, incurre Alfredo Pérez Rubalcaba tras años exigiendo a Batasuna que rechace explícitamente los atentados.

Las palabras del ministro socialista, que avisó que en los próximos meses habrá una nueva «farsa» de la izquierda abertzale anunciando que condenan la violencia y que tratan de convencer a ETA de que deje las armas para poder volver a ser legales, desataron todo tipo de críticas entre las formaciones nacionalistas frente a las alabanzas de socialistas y populares.

Aunque el propio Rubalcaba aseguró el lunes que había hablado del asunto con el PNV y este partido le «comprendía», la reacción jeltzale indica lo contrario. Su portavoz en el Congreso, Josu Erkoreka, consideró que si Batasuna condena a ETA debe ser legalizada. Y Urkullu criticó que «los poderes del Estado aplican la geografía cambiante con las ilegalizaciones de los brazos políticos del autoproclamado MLNV» para lograr sus fines. Por ello, no le sorprenden las palabras de Rubalcaba.

Utilizando un símil montañero, Urkullu señaló que la cumbre para llegar al Everest siempre «es la misma», pero apuntó que «el camino para llegar a ella «cambia cada amanecer», aunque «por suerte», están los sherpas que se encargan «de volver a señalar la ruta adecuada». Con las ilegalizaciones ocurriría lo mismo, en su opinión, porque el Estado ha ilegalizado en varias ocasiones candidaturas de la izquierda abertzale mientras que en otras, como con ANV en las municipales de 2007, las permitió pese a atentados como el de la T-4 de Barajas.

El presidente del PNV insistió en que el objetivo paralelo es desalojar a la formación nacionalista de las instituciones, en línea con lo ocurrido en el Gobierno Vasco, donde los jeltzales acusaron a los socialistas de aprovecharse de la ilegalización de las candidaturas de ANV para alcanzar junto al PP la mayoría absoluta.

El resto de formaciones nacionalistas consultados por este periódico también criticaron las palabras del ministro. Desde las filas de Aralar, su coordinador, Patxi Zabaleta, consideró que Rubalcaba cae en una «flagrante contradicción» después de «cuarenta años» pidiendo a Batasuna que rechace explícitamente la violencia. A su juicio, este «endurecimiento» del mensaje del Gobierno español demuestra que la tesis de la «línea divisoria» entre quienes condenan y no, no tenía «consistencia ideológica».

Zabaleta lamentó que el Ejecutivo de Zapatero está sacando «réditos» de la sentencia del Tribunal Europeo de Estrasburgo, que ratificó la ilegalización de Batasuna, que es una «barbaridad».

En parecidos términos se expresó el dirigente de EA Rafa Larreina, que expresó su desconfianza en todo lo que puedan decir Rubalcaba y los socialistas porque «luego hacen lo contrario de lo que apuntan en sus declaraciones», en alusión a los repetidos procesos de diálogo con ETA. El miembro de la formación nacionalista consideró «absurdos» todos estos pronunciamientos, que buscan «satisfacer determinados oídos», y abogó por «el trabajo político para que ETA acabe cuanto antes». En este sentido, señaló que su partido sigue trabajando a nivel «interno» en concretar las coordenadas de un movimiento abertzale en favor de la autodeterminación, el denominado 'polo soberanista', pero siempre bajo la base de la «defensa de los derechos humanos».

Por su parte, Martin Beramendi, de Hamaikabat (H1!), la formación escindida de EA, cree que en vez de ilegalizaciones, lo que verdaderamente hay que hacer es en trabajar en la «deslegitimación» de la violencia para evitar que muchos jóvenes vean como «un mito» el «dar el salto» a ETA. «Ésta es la cuestión que tiene pendiente el sistema democrático», subrayó.

Mientras, Ezker Batua también criticó a Rubalcaba. Su dirigente, Serafín Llamas, consideró que, «si la izquierda abertzale expresa de manera nítida y clara su condena absoluta a la violencia de ETA y exige su desaparición definitiva», el Gobierno central «debería tener en cuenta ese paso para permitir su participación en las instituciones». A su juicio, «de esta forma, ETA se convertiría en un reducto de criminales sin ningún tipo de apoyo social ni político».

Por último, el portavoz de la nueva formación de izquierdas Alternatiba, Oskar Matute, denunció una «estrategia del Gobierno del PSOE que busca no sólo recabar unanimidad contra ETA sino a favor de su política antiterrorista y su visión de resolución de conflicto, errando totalmente». Para Matute, las palabras del ministro «inciden en una vuelta de tuerca más a la antidemocrática Ley de Partidos».

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El Gobierno dice que no habrá "ni legalización ni diálogo", aunque Batasuna condene a ETA


"Ni legalización, ni diálogo". El Gobierno español tuvo que salir ayer al paso de rumores que en nada benefician su imagen, de ser ciertos, y menos en un momento tan delicado tras los dos últimos atentados de ETA. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, cortó de raíz las especulaciones sobre la reanudación de contactos y el posible interés de la organización armada y de la izquierda abertzale ilegalizada de abrir un nuevo proceso negociador. El Ejecutivo de Zapatero no sólo ha enterrado definitivamente la resolución que el propio PSOE impulsó y que el Congreso aprobó en su día en favor de un final dialogado de la violencia, sino que va más allá y cierra todas las puertas a Batasuna. Ya no caben más siglas, ni la adopción de otras opciones electorales amigas , como sucedió en las europeas con Iniciativa Internacionalista: "Ante un desmarque de la violencia más o menos explícito, la respuesta va a ser radicalmente no".

Así de tajante se mostró ayer Rubalcaba, quien aconsejó al sector más posibilista de la izquierda abertzale que deje de "engañar": "Hay que decirle (a Batasuna) con toda rotundidad que nunca volverá a las instituciones mientras ETA siga viva".

El ministro se mostró convencido de que en unos meses puede tener lugar una "nueva farsa" de Batasuna, que "dirá aquello de que condena la violencia, pedirá tiempo para convencer a ETA de que deje de matar y solicitará su legalización". "La respuesta va a ser no . Ésta es una farsa que dirige ETA y los tribunales ya han demostrado que ETA y Batasuna son lo mismo", reiteró contundente, al tiempo que zanjó "ni legalización, ni diálogo". "Punto y final".

Respecto a los rumores de la reanudación de contactos de un intermediario del Gobierno de Zapatero con un mediador de la Fundación Henri Dunant -ambos partícipes en el proceso negociador que se desarrolló durante la última tregua de ETA-, el titular de Interior desmitió tajante este extremo y afirmó irónico que los únicos intermediarios de ETA son "los policías que actúan para llevarles a la cárcel".

Los ecos de la firme respuesta del Ejecutivo español a la ofensiva de ETA llegaron ayer a Vitoria, donde el Parlamento Vasco homenajeó a las dos últimas víctimas mortales. El homólogo de Rubalcaba en Euskadi, Rodolfo Ares, repitió casi al pie de la letra sus palabras, al asegurar que "no hay ninguna posibilidad de un final dialogado con ETA". Es evidente que los respectivos gobiernos de Zapatero y López han cerrado filas en materia antiterrorista y, en este sentido, parece que coinciden al máximo en la manera de erradicar este problema por la vía policial. "El único camino que le queda a ETA por recorrer es aquel que le lleva a dejar definitivamente la actividad terrorista", subrayó ayer Ares, "mientras no lo haga -sentenció- , seguiremos persiguiéndoles con todos los instrumentos del estado de derecho".

LOS 'SUPERVISORES' DE ZAPATERO El socio preferente de los socialistas en Euskadi y principal oponente en Madrid, el PP, supervisó ayer, como es ya habitual, todos y cada uno de los pasos dados por el Gobierno de Zapatero y aunque la evaluación fue positiva, no estuvo exenta de advertencias.

Si bien la presidenta del Parlamento Vasco, la popular Arantza Quiroga, elogió al Gobierno español, "está en el buen camino" en la "derrota" de ETA, su compañero y líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, advirtió al PSOE de que si "tientan la negociación", el lehendakari Patxi López "habrá incumplido el acuerdo por el cambio", porque los socialistas estarían impidiendo la derrota del terrorismo y alimentando las expectativas políticas de Batasuna".

A su entender, ETA está lanzando un "nuevo anzuelo" para plantear "un nuevo proceso de cesión ante el terrorismo", una "nueva negociación con reparto de papeles: ETA asesinando, matando y demostrando su fuerza para presentar cartas de negociación y Batasuna haciendo de hombre bueno y proponiendo, dentro de unas semanas o meses, una negociación en toda regla". Lo cierto es que el PP no parece tener motivos para preocuparse, ya que el Gobierno de Zapatero puede decir más alto, pero no más claro, que su apuesta es la derrota policial de ETA.

Una fórmula que no comparte el presidente del GBB del PNV, Joseba Egibar, quien en una entrevista concedida a Vocento , afirma que en el PNV son "partidarios de un final dialogado y ordenado" de ETA, ya que si no "este tipo de fenómenos puede rebrotar". En cualquier caso, admite que "la decisión final de parar es de ETA".

En similares términos se pronunció ayer el ex parlamentario de EB y ahora portavoz de Alternatiba, Oskar Matute, quien recordó que la experiencia dice que "con ETA no se puede acabar únicamente por la vía policial"

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«La decisión de parar le corresponde a ETA y a nadie más»

Joseba Egibar (Andoain, 1959) reclama una vez más a ETA que abandone la estrategia armada para dejar caminar en la vía política a quien quiera asumir el proyecto de la izquierda abertzale. Considera que «ETA está fuera de la realidad».




- ¿Qué valoración hace de los dos últimos atentados de ETA?

- ETA intenta hacer una nueva demostración de su fuerza mortífera. Pero, además de generar dolor, lo único que consigue es desacreditarse aún más si cabe. Quien no respeta el derecho a la vida pierde toda la credibilidad para reivindicar cualquier otro derecho.
- (...)
- Esta es la perspectiva de ETA. Caben dos lecturas respecto al proceso de reflexión que se dice está haciendo: que ha culminado y está en la decisión, o que como suele ser habitual, muestra sus credenciales para situarse mejor de cara a un proceso negociador. A decir verdad, nadie tiene, o por lo menos nosotros no tenemos, los datos, para afirmar ni lo uno ni lo otro. De lo que no hay duda es que ETA está fuera de la realidad. Nos ha introducido una fotografía en este país que no queremos. Lo que queremos es que abandone la estrategia armada y que deje caminar a quien en la vía política y democrática pueda o quiera enarbolar el proyecto de la izquierda abertzale.

- Pues se cumplen cincuenta años...

- La decisión final es de ETA, pero parar definitivamente requiere de mucha fortaleza y madurez, algo de lo que precisamente no anda sobrada. ETA está presa de su propia estrategia, de querer mantener la lucha armada y que nadie con suficiente autoridad y fuerza adopta la decisión de parar. Eso se podría producir de mejor manera si el entorno social, político y sindical le exigiera claramente a ETA que pare. Esto es un sin sentido. No lo entiende nadie, ni su propia gente. Ha provocado muchísimo sufrimiento innecesariamente en su propio pueblo.
- ¿Se puede pensar en positivo?

- No soy ni optimista ni pesimista porque hemos hecho tantos vaticinios que al final podemos terminar confundiendo nuestros deseos con la realidad. Nuestra lógica no es la lógica de ellos. En Irlanda la parte política del Sinn Fein mandaba sobre el IRA. Aquí, por lo menos hasta el famoso discurso de Anoeta en 2004, siempre ha sido el político militar, a los efectos ETA, quien condiciona todo lo que puede ser su entorno. Parecía que iba a cambiar, que ETA se iba a dedicar a cuestiones técnicas, y que la parte política, entonces Batasuna, iba a adentrarse definitivamente en vías políticas y democráticas. No ha sido así o no tiene posición suficiente respecto a la violencia de ETA.
- ¿Y qué lectura podría hacerse de cara a las elecciones de 2011?

- Que la izquierda abertzale tenga posición suficiente contra la violencia, o que desaparezca ETA.
- ¿Cómo se ordena el puzzle que ha dibujado?

- Somos partidarios de un final dialogado y ordenado porque este tipo de fenómenos si no acaban ordenadamente pueden rebrotar. A la inmensa mayoría de la sociedad no nos valen las palabras de determinados dirigentes porque consideramos que no son suficientes. Si hablaran de otra manera, ETA pararía. Pero esto es entrar en una lógica que nosotros no controlamos. No tengo ninguna duda de que la gente de aquí le ha dicho que pare. La decisión última le corresponde a ETA y a nadie más.

- ETA apunta en su reflexión que va a hacer insoportable el futuro del PNV.
- Lleva cincuenta años haciéndolo. ETA surgió para sustituir al PNV por eso todo su horizonte de vida ha sido combatir y sustituir al PNV.

- No le sorprende entonces.
- No. ETA ya ha asesinado a gente del PNV y sabe que eso no va a alterar nuestra posición. Políticamente ha sido derrotada no ya por el PNV sino por la sociedad vasca. Es hora de que haga balance del sufrimiento que ha provocado en su propio mundo y se pregunte si este pueblo precisa de tanto sufrimiento para poder plantear política, democrática y pacíficamente sus legítimas reivindicaciones.
- Por sus palabras entiendo que el PNV, como aseguró su presidente la pasada semana, sigue teniendo aspiraciones a poder decidir.

- El PNV no va a renunciar, pero somos conscientes de que mientras el Estado no sienta una fuerza democrática y políticamente expresada de mayoría no va a sentir la necesidad de sentarse a la mesa. Necesitamos la paz para que políticamente podamos encarar la posible solución. Se podrá retrasar pero el problema político no está resuelto y necesita ser abordado. Existe una mayoría social y política que apuesta por el reconocimiento del pueblo y su derecho a decidir. Una mayoría, por cierto, que en buen número no está representada en la Cámara vasca con independencia de que haya sentencias de por medio.

- Sabrá que el PSE y el PP les han pedido al volver a escuchar sus reivindicaciones que den carpetazo a la etapa «rupturista» de Ibarretxe.

- Pero no viene de ahora. Al PSOE y al PP se le encienden las alarmas en 2004 cuando la mayoría de la Cámara vasca aprueba el estatuto político. Es éste, en parte, el origen de la apuesta que hacen los dos partidos por tomar el poder en Ajuria Enea. Hasta que no lo han conseguido no han parado. Ambos partidos pretenden orillar el concepto de pueblo vasco porque saben que su existencia como pueblo tiene como condición inherente el derecho a la libre determinación o el derecho a decidir. El otro concepto es el de la deslegitimación de la violencia. PSOE y PP están utilizándolo para deslegitimar el nacionalismo, que sea percibido como algo malo. Es esa parte que dice que el pueblo vasco ni existe ni tiene derecho a decidir.
- El caso es que el PNV ha terminado pasando a la oposición. ¿Ya se han hecho a la idea?

- No descubro nada si digo que estar en el Gobierno y en la oposición es diferente. Estar en la oposición es un hecho circunstancial. Lo que hay que saber es qué nos ha llevado a la oposición o qué razonamientos han tenido el Partido Socialista y el Partido Popular para acceder al Gobierno Vasco.
- Explíquese.

- El PSOE y el PP no sólo no admiten las propuestas que hayan podido surgir del Parlamento en los últimos años sino que configurada una estrategia de defensa del derecho a decidir del pueblo vasco dicen que no. Y no sólo lo niegan sino que buscan cortar en origen la posibilidad de que nuevamente pueda haber planteamientos de ese corte. Es una razón de Estado la que les lleva al PSOE y al PP a juntarse en Euskadi cuando no se pueden ni ver.
- ¿Cómo valora los primeros meses del Ejecutivo de López?

- Tengo la convicción de que el PSOE ha llegado al poder y que cree que ha cumplido el objetivo. Nosotros desde la primera sesión de control les pedimos el programa de gobierno y nuestra sorpresa fue cuando nos remitieron al programa electoral. Incluso en los gobiernos monocolores del PNV siempre ha habido un programa de gobierno, algo que no ocurre ahora. Patxi López no sabe qué poner porque el PP le marca límites en educación, euskera, EITB, pacto antiterrorista de una manera más concreta y deslegitimación de la violencia. Y, sin embargo, en términos presupuestarios no pactan gran cosa y en términos de lucha contra la crisis tampoco.
- Supongo que por ahí viene la oferta de pacto institucional y presupuestaria que ha hecho el PNV.

- Teniendo en cuenta el periodo de crisis y la bajada de la recaudación insistimos en que iba a tocar apechugar y hacer política, discriminando, proponiendo, prescindiendo y afinando. Entendemos que la aportación de los partidos políticos debe ser mayor que en condiciones normales.
- Desde el PSE se les achaca que el 80% de lo que proponen lo aplica ya el Ejecutivo de López.

- No ha habido innovación. No lo ha tenido difícil porque muchas de ellas vienen del Gobierno anterior. Lo que ha hecho es reajustar algunas partidas. Se entiende así que el PSE no tiene difícil el poder llegar a acuerdos con nosotros.
- ¿Le tiende la mano entonces?

- Es que las habas son contadas. Todos nos vamos a poner a prueba. Hay que distinguir lo que es urgente y lo que afecta a la ciudadanía. No se trata de disputar el liderazgo a nadie. El liderazgo se tiene o no se tiene. Nuestra disposición es sincera, directa y repleta de compromisos. Estar en la oposición no significa decir no a todo, significa también hacer propuestas. Nosotros ya le trasmitimos a Patxi López, una vez producida la investidura, que habría cooperación.
- Seguro que si se llegan a acuerdos las discrepancias llegarán por ver quién se cuelga la medalla.

- No es cuestión de medallas. La gente percibe las cosas. Los acuerdos son posibles y nos los va a agradecer la ciudadanía. Es la disposición del PNV, aunque no ha sido entendida así por el PSE. Veremos si en septiembre, en reuniones de formato político o institucional, se van apurando las propuestas.

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