El Gobierno dice que no habrá "ni legalización ni diálogo", aunque Batasuna condene a ETA


"Ni legalización, ni diálogo". El Gobierno español tuvo que salir ayer al paso de rumores que en nada benefician su imagen, de ser ciertos, y menos en un momento tan delicado tras los dos últimos atentados de ETA. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, cortó de raíz las especulaciones sobre la reanudación de contactos y el posible interés de la organización armada y de la izquierda abertzale ilegalizada de abrir un nuevo proceso negociador. El Ejecutivo de Zapatero no sólo ha enterrado definitivamente la resolución que el propio PSOE impulsó y que el Congreso aprobó en su día en favor de un final dialogado de la violencia, sino que va más allá y cierra todas las puertas a Batasuna. Ya no caben más siglas, ni la adopción de otras opciones electorales amigas , como sucedió en las europeas con Iniciativa Internacionalista: "Ante un desmarque de la violencia más o menos explícito, la respuesta va a ser radicalmente no".

Así de tajante se mostró ayer Rubalcaba, quien aconsejó al sector más posibilista de la izquierda abertzale que deje de "engañar": "Hay que decirle (a Batasuna) con toda rotundidad que nunca volverá a las instituciones mientras ETA siga viva".

El ministro se mostró convencido de que en unos meses puede tener lugar una "nueva farsa" de Batasuna, que "dirá aquello de que condena la violencia, pedirá tiempo para convencer a ETA de que deje de matar y solicitará su legalización". "La respuesta va a ser no . Ésta es una farsa que dirige ETA y los tribunales ya han demostrado que ETA y Batasuna son lo mismo", reiteró contundente, al tiempo que zanjó "ni legalización, ni diálogo". "Punto y final".

Respecto a los rumores de la reanudación de contactos de un intermediario del Gobierno de Zapatero con un mediador de la Fundación Henri Dunant -ambos partícipes en el proceso negociador que se desarrolló durante la última tregua de ETA-, el titular de Interior desmitió tajante este extremo y afirmó irónico que los únicos intermediarios de ETA son "los policías que actúan para llevarles a la cárcel".

Los ecos de la firme respuesta del Ejecutivo español a la ofensiva de ETA llegaron ayer a Vitoria, donde el Parlamento Vasco homenajeó a las dos últimas víctimas mortales. El homólogo de Rubalcaba en Euskadi, Rodolfo Ares, repitió casi al pie de la letra sus palabras, al asegurar que "no hay ninguna posibilidad de un final dialogado con ETA". Es evidente que los respectivos gobiernos de Zapatero y López han cerrado filas en materia antiterrorista y, en este sentido, parece que coinciden al máximo en la manera de erradicar este problema por la vía policial. "El único camino que le queda a ETA por recorrer es aquel que le lleva a dejar definitivamente la actividad terrorista", subrayó ayer Ares, "mientras no lo haga -sentenció- , seguiremos persiguiéndoles con todos los instrumentos del estado de derecho".

LOS 'SUPERVISORES' DE ZAPATERO El socio preferente de los socialistas en Euskadi y principal oponente en Madrid, el PP, supervisó ayer, como es ya habitual, todos y cada uno de los pasos dados por el Gobierno de Zapatero y aunque la evaluación fue positiva, no estuvo exenta de advertencias.

Si bien la presidenta del Parlamento Vasco, la popular Arantza Quiroga, elogió al Gobierno español, "está en el buen camino" en la "derrota" de ETA, su compañero y líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, advirtió al PSOE de que si "tientan la negociación", el lehendakari Patxi López "habrá incumplido el acuerdo por el cambio", porque los socialistas estarían impidiendo la derrota del terrorismo y alimentando las expectativas políticas de Batasuna".

A su entender, ETA está lanzando un "nuevo anzuelo" para plantear "un nuevo proceso de cesión ante el terrorismo", una "nueva negociación con reparto de papeles: ETA asesinando, matando y demostrando su fuerza para presentar cartas de negociación y Batasuna haciendo de hombre bueno y proponiendo, dentro de unas semanas o meses, una negociación en toda regla". Lo cierto es que el PP no parece tener motivos para preocuparse, ya que el Gobierno de Zapatero puede decir más alto, pero no más claro, que su apuesta es la derrota policial de ETA.

Una fórmula que no comparte el presidente del GBB del PNV, Joseba Egibar, quien en una entrevista concedida a Vocento , afirma que en el PNV son "partidarios de un final dialogado y ordenado" de ETA, ya que si no "este tipo de fenómenos puede rebrotar". En cualquier caso, admite que "la decisión final de parar es de ETA".

En similares términos se pronunció ayer el ex parlamentario de EB y ahora portavoz de Alternatiba, Oskar Matute, quien recordó que la experiencia dice que "con ETA no se puede acabar únicamente por la vía policial"

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