El PNV tiene hoy la palabra

El PNV tiene hoy en su mano el poder de decidir qué Impuesto de Sociedades se va aprobar en Gipuzkoa. Si se abstiene en el Pleno de Juntas Generales, los votos de EA y PSE serán suficientes para que se apruebe un Impuesto de Sociedades que contempla un tipo general del 30%, lo que conllevaría la ruptura de la unidad fiscal del País Vasco, ya que en Álava y Vizcaya los beneficios de las empresas tributan a un tipo nominal del 28%. Esa es la razón por la que el PNV "luchará hasta el final" por un impuesto armonizado. El juego de mayorías de las JJ GG no se lo va a poner fácil -sólo cuenta con los votos a favor del PP-, pero en política todo es posible.
Será un Pleno largo y controvertido. Pero, sobre todo, será un pleno con mucho morbo. La Cámara de Gipuzkoa será hoy testigo de las contradicciones que han mantenido algunos grupos junteros desde que se puso sobre la mesa la reforma del Impuesto de Sociedades. La votación final del proyecto cerrará un capítulo que ha puesto en evidencia las serias divergencias del Ejecutivo foral (PNV-EA) en esta materia. Sin embargo, sólo será un punto y seguido. Si las JJ GG acaban aprobando hoy un impuesto del 30%, todas las miradas se dirigirán al Parlamento Vasco, que podría aplicar la Ley de Armonización Fiscal para equiparar los tipos de los tres territorios. El proceso se antoja complicado, ya que no se sabe a ciencia cierta cómo se debe ejecutar esa herramienta armonizadora.

Pero para ello aún pasaría algún tiempo. Antes, las JJ GG deberán aprobar el proyecto foral del Impuesto de Sociedades que presentaron el 4 de septiembre PNV y EA. El Ejecutivo foral reconoció entonces haber hecho "un ejercicio de responsabilidad" y superar las divergencias que mantenían desde la pasada legislatura en relación al tipo. Si el 28% del PNV o el 30% de EA. La postura del partido de Galdos salió reforzada, consensuándose un proyecto del 30% y con una amplia batería de deducciones que, en la práctica, "iguala la presión fiscal de Álava y Vizcaya".

La realidad es que, a día de hoy, al PNV ya no le gusta ese proyecto y vuelve a apostar por el 28% para "no romper la unidad fiscal". Ese es el tipo que defenderá hoy, y para el cual volverá a presentar sus enmiendas. Su suerte parece estar echada. Los votos de PSE, EA, EB y Aralar las tumbarán.


¿Qué hará el PNV en ese caso? "Evitar un mal mayor", responden los nacionalistas. Si el partido de Iñigo Urkullu vota en contra del proyecto del 30%, Gipuzkoa seguiría con el impuesto vigente, que contempla un tipo del 32,6% Ése sería el peor escenario, ya que las empresas guipuzcoanas estarían en clarísima desventaja con respecto a las vizcaínas y alavesas. Por ese motivo, EA daba ayer por hecho que el PNV se abstendrá en la votación, permitiendo que se apruebe el proyecto del 30%. En el PNV, en cambio, no lo tenían tan claro.

Por su parte, la reforma del PNV sólo cuenta con los votos del PP, que se muestra partidario de un tipo del 25%, pero que apoyaría el 28% como "mal menor". Aunque desde el propio Gobierno Vasco se ha presionado para que EA diera marcha atrás, el partido de Galdos se ha mantenido firme en su postura. "No podemos ir contra el proyecto foral que aprobamos en el Consejo de Diputados", explican.

Tras la votación de hoy se podría constatar la ruptura de la unidad fiscal del País Vasco. "No podemos sacralizar la armonización. Las Juntas de cada territorio son soberanas", comenta Miguel Buen, portavoz del PSE, que votará hoy a favor del 30% a pesar de que su partido propone el 31%. "El 30% es el que más se acerca a nuestra idea".

En cualquier caso, la decisión la tendrán hoy las Juntas. Con un impuesto desarmonizado, la pelota se colgará en el tejado del Parlamento Vasco, que podría echar mano de la Ley de Armonización Fiscal. El tono de esa discusión podría elevarse al entrar en juego el modelo de país. A EA ese debate le apetece. Al PNV, quizá no.