¿Coalición con el PNV?

Artículo de Joseba Ugalde Mendieta, concejal de Ezker Batua-Berdeak en el Ayuntamiento de Arrasate , en Noticias de Gipuzkoa.

La posibilidad de formar una coalición electoral para las elecciones de marzo entre el PNV, EA, Ezker Batua-Berdeak y Aralar, vendida como necesaria para hacer respetar la decisión de la ciudadanía vasca y condicionar realmente la formación del nuevo Gobierno central, está encima de la mesa de Ezker Batua-Berdeak, por lo cual me siento en el derecho de opinar sobre el asunto de marras.

Lo primero que cabe destacar en relación a Ezker Batua-Berdeak es que un asunto de este calado pueda resolverse mediante la decisión del Consejo Político de Euskadi, orillando la consulta a toda la militancia mediante el procedimiento de referéndum; argumentando, probablemente, que no hay tiempo para realizarla. Pura administración de los tiempos por parte de algunas personas, precisamente para mandar al carajo los procedimientos de toma de decisión ampliados al conjunto de mujeres y hombres de Ezker Batua-Berdeak.

A desplegar velas y a toda marcha hacia el acuerdo de repartir el melón, donde el PNV se lleva la mayor tajada de la supuesta abundancia de cosecha recogida en forma de diputados y senadores.

En un escenario político con un PSOE vencedor de las elecciones sin mayoría absoluta y con la voluntad de ese partido por dirigir los pactos de gobernabilidad hacia CiU y PNV, aumentar el peso político de la derecha nacionalista vasca es una grave irresponsabilidad.

El resto de los partidos coaligados no podrán impedir que el PNV presente su peso político de actas de electos de las dos cámaras, para influir sobre el Ejecutivo del PSOE en las políticas que deben desarrollarse en el conjunto de Estado. El tándem CiU-PNV como recambio de la izquierda para el sostenimiento del gobierno es una opción manifestada por Zapatero, y un anhelo de esos dos partidos de derecha nacionalista.

Esa es la gran cuestión que se plantea en las elecciones generales de marzo. En eso debemos empeñarnos. El reto es desarrollar nuestra propia realidad de organización de izquierdas, enfatizado nuestro "propio perfil", intentando colar en la agenda de la campaña y de los electores los retos en los que creemos: el respeto a la decisión de la ciudadanía vasca, el principio ético que implica rechazar cualquier tipo de vulneración de derechos humanos, en particular el uso de la violencia, ejercer desde nuestra propia posición el papel de txalupa que reme a favor del acuerdo, la sostenibilidad ambiental, el derecho a la vivienda, la mejora y aumento de los derecho sociales, etc. Es decir, introducir "debates propios" y asociarlos a los problemas cotidianos de la gente para conectar con el voto progresista y de izquierdas, ciertamente desmovilizado por nuestra propia incapacidad de ilusionar a un sector de la sociedad que estaría dispuesto a otorgar mayor influencia a esta parte de la izquierda vasca, si termina comprendiendo que no seremos una figura decorativa, que nuestro aumento de representación e influencia servirá para abordar los nuevos y viejos problemas creados por la sociedad capitalista.

La izquierda que se dice así misma transformadora no debe limitarse a administrar y gestionar la realidad, sino trabajar para cambiarla desde la disconformidad con una realidad a todas luces injusta por lo que no podemos, ni debemos, descartar la confrontación democrática, la lucha de ideas y de objetivos, en una sociedad necesitada de no adormecerse socialmente, de no perder la rebeldía ante un sistema explotador de personas y recursos.

Coaliciones como las que se planean no nos permiten dirigirnos por ese camino. El camino que se pretende recorrer supone abandonar el ideal transformador por un realismo que siendo necesario para que te tilden de iluminado, no puede suponer ir de la mano de valores conservadores, de quien tiene la ley y la propiedad a su favor y que no coincide con nuestros valores prácticamente nunca.

No me resultaría una sorpresa que el paso siguiente nos lleve a acudir a las elecciones autonómicas de la mano de la misma coalición. De ser así, perderíamos nuestra propia identidad y la capacidad para desarrollar nuestro proyecto alternativo que con sus aciertos y errores esta ahí y no debe desaparecer, sino desarrollarse aglutinando otras sensibilidades mediante el consenso en torno a unos valores y proyectos que puedan considerarse válidos para lograr una sociedad equitativa.

No está de más recordar a ciertas ilustres lumbreras precoalición de Ezker Batua-Berdeak las palabras de Monatte, un sindicalista francés de comienzos de siglo: "Cuando llego a una lugar y me dicen que no se puede hacer nada, inmediatamente pienso que todo está por hacer".

Sí, todo está por hacer, y gentes de izquierda con voluntad de hacerlo existen. No lo arrojemos por la borda. En eso debemos de empeñarnos, en hacer posible otro mundo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuidado con esta gente.Son de la especie de los vampiros chupopteros.Te quitan la sangre en cuanto te duermes un poco.Y a la primera se van con el de enfrente.No son de fiar en nada.

Anónimo dijo...

Hoy le he visto en ETB al portavoz euskaldún de Madrazo, diciendo que van a ir solos a las elecciones generales. Que en todo caso, sólo consideran una coalición con Aralar. Creo que es una buena noticia. Que EA vaya sola. Si no quiere coalición con el PNV, ¿quien va a querer con ellos? En el Gobierno Vasco, EA y EB se llevan a matar. Y a Aralar, EA no le quiere tener en cuenta, porque sabe que son ellos los que llevan la legitimidad de la Izquierda Abertazle. Estoy deseando conocer al candidato/a de EA por Gipuzkoa. ¿Será gipuzkoano/a? Me da que no.

Anónimo dijo...

Puede ser Onintze Lasa lo mas negado de la inteligencia en politica.Si va esta señora,tienen el batacazo asegurado.Jokin Bildarratz en Tolosa seria el hombre mas feliz del mundo.ya le ha aguantado suficiente y esta deseando que le midan a esta fantasmita en comicios en solitario

irune dijo...

Madrazo es como el desodorante...nos dejará cuando menos lo esperemos. EA ni se aclara !!