'Txelis' y Pikabea creen que la lucha armada es inútil y un "obstáculo" para la unidad abertzale

La meditada decisión por motu propio de desvincularse de la estructura y la disciplina del Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK) fue comunicada por carta al resto de reclusos de este colectivo en noviembre de 2007. José Luis Álvarez Santacristina, Txelis, y Kepa Pikabea informan a sus compañeros de que, a partir de ese momento, seguirán "su propio camino". Lo hacen después de un profundo análisis y tras llegar a la "firme" conclusión de que la lucha armada no sólo ha sido inútil en el camino de "liberar a Euskal Herria", sino que se ha convertido en un "obstáculo" para "lograr niveles más altos de autogobierno" y llevar adelante una política "eficaz" en favor de la autodeterminación del pueblo vasco, al impedir "la unidad entre los abertzales".

La misiva, escrita íntegramente en euskera y a la que ha tenido acceso NOTICIAS DE GIPUZKOA, pone en cuestión el último comunicado del Colectivo de Presos, hecho público el pasado domingo a través de Gara , en el que informa de su decisión de "expulsar" a los dos ex jefes de ETA por "sumarse a la estrategia emprendida por el Gobierno de España para dividir al Colectivo".

EPPK detalla que la expulsión se produjo en diciembre y no hace ninguna referencia expresa a la carta que, curiosamente, un mes antes hicieron llegar Txelis (ex jefe del aparato político ) y Pikabea( ex jefe del aparato militar) al resto de presos políticos vascos para informarles de las razones que han llevado a ambos a abandonar el colectivo.

Los dos resumen en una frase la razón "máxima" de su decisión: "No estamos en absoluto de acuerdo con la estrategia política armada que se ha impuesto de nuevo, porque hace mucho que creemos que ninguna estrategia armada puede servir para ofrecer una salida sensata al conflicto político que vive Euskal Herria".

La Comisaría General de Información, citada en informaciones de El País esta semana, cree que el desmarque de estos dos presos de ETA podría desencadenar una sucesión de críticas a la estrategia de la organización terrorista. De ahí, explica el comunicado del Colectivo de Presos como un aviso a navegantes.

Al margen de interpretaciones interesadas, lo único cierto, tangible y constatable es la carta de Txelis y Pikabea, escrita desde la prisión de Logroño donde se encuentran ambos encarcelados. Lo primero que dejan claro es que su oposición a "la estrategia política armada" es fruto de muchos años de reflexión: "Firmes criterios políticos, sociales y éticos nos llevaron hace muchos años a esa conclusión, tal y como explicamos hace diez años en el largo escrito y significativo Abertzaleon estrategiaz". Cabe recordar que Txelis fue expulsado de la organización terrorista en septiembre de 1998.

A continuación, señalan que en esta última década ha habido "cambios" e, independientemente de "las responsabilidades y los errores" cometidos por "unos y otros" en los dos últimos procesos de paz (Lizarra y Loiola) fallidos, admiten que "lo que se está cuestionando desde hace mucho dentro de la política vasca abertzale es la idoneidad y la legitimidad de la lucha armada, teniendo en cuenta la voluntad de nuestro pueblo y viendo la muchas y terribles tragedias que ha acarreado la estrategia armada". En este sentido, sí reprochan a la actual ETA que no tuviera en cuenta "la opinión de la mayoría de los presos" al tomar la decisión de romper la última tregua.

Los dos ex dirigentes de ETA recuperan en su misiva parte del documento Abertzaleon estrategiaz , ya que creen que "las tres constaciones que reseñábamos en aquel escrito" son hoy "más claras": la deslegitimación de la violencia por parte de la sociedad vasca, la violencia como principal motivo de división entre abertzales y la utilización del conflicto armado por parte del Estado español.

En relación a la primera, los dos ex jefes de ETA subrayan que la mayoría de los ciudadanos vascos, también dentro de la izquierda abertzale, rechaza la lucha armada. En este sentido, avalan la apuesta de algunos "cualificados" referentes políticos de la izquierda abertzale que "están reivindicando a gritos desde hace mucho tiempo" la necesidad de "humanizar el conflicto y situarlo en parámetros puramente políticos".

En esta línea, subrayan que la estrategia, "realmente abertzale y popular", no se puede construir "haciendo oídos sordos a la voluntad de nuestro pueblo y dándole la espalda". "Si se reivindica que hay que darle la palabra al pueblo, cuando la da hay que respetarla", sentencian.

En cualquier caso, consideran que para lograr cualquier aspiración soberanista es necesaria "la unidad entre abertzales" y lo que ha hecho la lucha armada es, precisamente, convertirse en "obstáculo" para lograr esa unidad y, "así, lograr niveles más altos de autogobierno y para llevar adelante una lucha política unida y realmente eficaz a favor de la autodeterminación".

En la misiva, también dejan bien clara su actual posición de que el fin no justifica los medios y consideran que el "balance de los costes ético-humanos y político-sociales" de la estrategia armada es "demasiado grande y grave".

En este sentido, se dirigen al sector más duro de la organización terrorista para hacerles ver que la lucha armada es contraproducente: "No se dan cuenta de que con esa actitud los propios objetivos se desfiguran y que, mirando al largo plazo, los pone en camino de decaer".

En tercer lugar, Txelis y Pikabea admiten abiertamente que la lucha armada sólo ha beneficiado a "los enemigos de Euskal Herria", en alusión a los poderes del Estado español, que "vienen sacando provecho del conflicto armado para rentabilizarlo política y socialmente, lo que perjudica nuestro presente y futuro". De hecho, prosiguen, "no sólo asumen la lucha armada de facto , sino que la han convertido en un inmejorable comodín para actuar en contra de la identidad y la autodeterminación" del pueblo vasco.

"Con la excusa de la lucha armada están poniendo trabas y arruinando una y otra vez cualquier iniciativa (política, socioeconómica y lingüística) creada en beneficio de Euskal Herria", concluyen.

Por todo ello, creen imprescindible un ejercicio de "autocrítica" y reafirman su apuesta por una estrategia política que "respete del todo todos los derechos humanos, sin demora y sin excepciones"

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ahora ¿qué?, ¿los cnonizaremos?
"Arrepentidos, los quiere Dios" pero como decía D. Manuel (Irujo, por supuesto) "los conversos, a la cola".