El PSE-EE busca fisuras entre las filas jeltzales para desacreditar la consulta

A falta de más de tres semanas para que el Parlamento Vasco debata la consulta popular anunciada por el lehendakari, la búsqueda de ganancias en los ríos revueltos que haya podido generar esta iniciativa no se ha hecho esperar. Mientras el tripartito cierra filas en torno a la idoneidad de la medida plebiscitaria, los socialistas vascos suman sus voces a las de Ferraz -y a las del PP- para defender un inamovible rechazo a una iniciativa "que divide". Pero a ojos del PSE, la división generada por la consulta no es ajena a las propias filas jeltzales, donde destacan el silencio que ha mantenido su presidente, Iñigo Urkullu, desde que Juan José Ibarretxe diera a conocer la semana pasada los enunciados fijados por el tripartito.

El líder del EBB ha preferido marcar cierta distancia y dejar en manos del Gobierno Vasco, como creador de la iniciativa, todo el protagonismo que de ella deriva. Prueba de esta estrategia es que ayer en Pamplona, en su primera intervención pública tras el anuncio en Ajuria Enea, Urkullu no se pronunció al respecto.

Y el PSE sigue "esperando", tal y como destacó el portavoz de la Ejecutiva, Rodolfo Ares, a que el presidente del EBB valore una iniciativa en la que "anunció que no habría ninguna duda sobre el rechazo inequívoco a ETA" y éste "no está incluido".

En declaraciones posteriores al encuentro que la Ejecutiva del PSE mantuvo con sus representantes en Madrid y otros dirigentes vascos, Ares insistió en las críticas que las preguntas elaboradas para la ocasión generan entre los socialistas. En su opinión, los enunciados -que recogen parte de la resolución del Congreso de 2005 y el Pacto de Ajuria Enea-, "no son útiles" para facilitar el diálogo y el acuerdo entre las formaciones vascas ni para alcanzar la paz.

En este sentido, insistió en que asegurar lo contrario, supone intentar "engañar" a la sociedad vasca porque, "por mucho que Ibarretxe y algunos nacionalistas se acerquen a las reivindicaciones" de ETA, ésta no va a cesar en su "actividad terrorista".

El portavoz de la Ejecutiva socialista añadió que, "frente al silencio de Urkullu", el presidente del PNV en Gipuzkoa, Joseba Egibar, manifestó "con claridad que no tienen inconveniente en apoyarse en EHAK", algo que "ya se intuía" en la redacción de la propuesta. En su opinión, constituye "una terrible equivocación" que el Ejecutivo autonómico pretenda "sacar adelante proyectos tan importantes" con el apoyo de los votos de un partido que "ampara y justifica" la violencia.

La postura de los representantes de la izquierda abertzale en el Parlamento Vasco será, a priori, determinante para resolver el empate que suman los votos del tripartito y Aralar frente al PSE y PP. De momento, EHAK mantiene la incógnita sobre qué votará y censura que las preguntas de la consulta no aclaren "para qué es el proceso de diálogo" y, además, "deje fuera a Navarra".

En una entrevista en Radio Euskadi , la portavoz de Ezker Abertzalea, Nekane Erauskin, criticó la estrategia del lehendakari y apostó por "buscar aquí un acuerdo político entre todas las sensibilidades", una fórmula que coincide en esencia con la postura defendida por los socialistas. Por otra parte, Erauskin aseguró que el silencio de su grupo sobre el sentido de su voto no busca "mantener la incógnita", sino que responde al periodo empleado para realizar una reflexión sobre cuál es la situación política después de que se acabó el proceso de negociación y cuáles son las intenciones de esta iniciativa de Ibarretxe.

Por otro lado, el coordinador general de EB, Javier Madrazo, confirmó ayer, después de reeditar su liderazgo en la Asamblea General de su partido, que convocará un referéndum interno para comprobar si los afiliados comparten el respaldo de la dirección de la formación a la consulta