San Gil adelanta el Congreso del PP vasco a julio y se replantea seguir como presidenta

María San Gil reapareció ayer públicamente tras permanecer missing 48 horas después del desplante que hizo a su líder Mariano Rajoy abandonando a última hora la ponencia política. Durante la comparecencia, cuya convocatoria se envió a los medios tan sólo una hora antes y con pleno conocimiento del atentando de ETA en Legutiano, la dirigente vasca lanzó una clara advertencia a la dirección nacional del PP, cuyas consecuencias podrían afectar directamente a la organización en Euskadi.

San Gil comunicó ayer mismo a Rajoy su decisión de adelantar el Congreso del PP vasco a julio y le aseguró que no se presentará a la reelección como presidenta, si constata el "giro" en el proyecto político del partido que ha percibido y no recupera "la confianza" en la dirección nacional.

Aunque la dirigente popular aseguró que se ha sentido "poco respaldada y engañada" en la ponencia política "no por Mariano Rajoy pero sí por algún colaborador cercano suyo -en alusión al secretario ejecutivo José María Lasalle-", es difícil encontrar los motivos que le han llevado a plantearse tirar la toalla en la polémica ponencia, ya que la propia San Gil reconoció ayer que, aunque "a regañadientes", sí se han aceptado las propuestas y los postulados que a su juicio definen al PP.

ESCENARIO DE INCERTIDUMBRE Lo cierto es que la decisión de San Gil de adelantar el Congreso regional -previsto para la próxima primavera- a julio, abre un escenario de total incertidumbre en el PP vasco, cuyo desenlace dependerá fundamentalmente de la propuesta política que salga el 21 de junio del Congreso Nacional.

"Si en este tiempo que queda (hasta el Congreso regional) yo recupero esa confianza y confirmo que el camino es en el que estamos desde hace tanto tiempo, que el énfasis se hace en los temas esenciales, me presentaré a ese congreso", explicó San Gil, quien, sin embargo, subrayó que no lo hará si siente que "la quiebra de confianza sigue existiendo" y comprueba que "hay un giro en determinadas posturas" que considera "esenciales".

De llevar a la práctica sus intenciones, el abandono del cargo por parte de la presidenta del PP vasco -desde 2004- no sólo cobra importancia por los cambios que supondría en la dirección de Euskadi, sino también por las próximas elecciones autonómicas, cuya convocatoria será como muy tarde en la primavera de 2009. En este sentido, se abre el interrogante de quién sería el nuevo candidato del PP en esa cita electoral.

Pese a la importancia del mensaje de la dirigente popular , tan sólo dos voces del PP vasco se pronunciaron ayer al respecto. Mientras la portavoz en las Juntas Generales de Gipuzkoa, Regina Otaola, se adelantó a afirmar que si se va San Gil, ella también renunciará, la portavoz del PP en el Ayuntamiento de Getxo y miembro de la Junta directiva regional del partido, Marisa Arrúe, manifestó su "total perplejidad" ante la posición de su presidenta, ya que, según confirmó, no se había convocado ninguna Junta directiva regional para informar de la decisión . En cualquier caso, le mostró su apoyo y esperó que nadie esté "utilizando" a San Gil para desgastar a Rajoy. Por su parte, Otaola confió en que se recupere "la confianza" y reconoció que esa pérdida de confianza aducida por San Gil "conlleva algo más que la ponencia en sí".

Otros dirigentes vascos, como el presidente del PP de Álava, Alfonso Alonso, declinaron hacer declaraciones en un día de luto como el de ayer tras el asesinato a manos de ETA del agente de la Guardia Civil, Juan Manuel Piñuel Villalón, aunque el anuncio de San Gil dará que hablar en los próximos días. De hecho, ayer mismo el propio Rajoy improvisó un encuentro, el primero cara a cara con San Gil y el resto de la cúpula del PP vasco en Vitoria, antes de volver a Madrid. La líder vasca por la mañana dejó claro que su actitud no es "ni un desafío", ni pretende "contribuir a una ruptura interna". Además, rechazó presentarse como alternativa de Rajoy.

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