ETA hace estallar una bomba en Zarautz contra una de las empresas de la 'Y' vasca

Cristales rotos, persianas desencajadas, vecinos con el susto en el cuerpo y una decena de cámaras de televisión y fotógrafos. Los rastros de la bomba colocada por ETA ayer de madrugada en las oficinas de la constructora Amenabar en Zarautz permanecían visibles a media mañana en la calle Nafarroa, una céntrica vía de la villa costera. A la altura del número 50, bajo una lluvia que caía en tromba, la sede de una de las concesionarias de la construcción del Tren de Alta Velocidad en el País Vasco se reponía del artefacto que desconocidos habían hecho explosionar pasadas las dos y media de la mañana. ETA daba así un paso adelante en su ofensiva contra la infraestructura ferroviaria que enlazará las tres capitales vascas y cuyas obras en Gipuzkoa han comenzado hace apenas dos meses. Se trata del segundo atentado de la organización terrorista contra el TAV, que ha sufrido una treintena de sabotajes en los últimos tres años.

La empresa ya había sido atacada por ETA el pasado 12 de mayo, cuando explosionaron dos bombas en sendas excavadoras que trabajaban en Hernani, sin causar daños personales. El artefacto de ayer provocó heridas leves a dos ertzainas y a un vecino de un inmueble colindante.

Hacia la 1.30 horas, una voz de mujer alertaba con una llamada a la Asociación de Ayuda en Carretera DYA de la colocación de una bomba en la sede principal de Construcciones Amenabar, una de las empresas del grupo Amenabar, con gran peso económico en el territorio. La Ertzaintza desplegaba de inmediato el protocolo de seguridad, acordonaba la zona y alertaba a los vecinos de los edificios colindantes. Sesenta minutos después del aviso, el artefacto, que estaba colocado dentro de una mochila con un temporizador, rompía el silencio de la madrugada.

La bomba causó importantes daños materiales en la sede de la empresa. La planta de calle y el subsuelo, que se inundó a causa de la rotura de una tubería, se llevaron la peor parte. La entrada a las oficinas quedó completamente reventada y se desprendieron de la fachada varios paneles de espejo que cayeron en el jardín junto al edificio. En las casas colindantes se reflejaban los efectos de la explosión. En el número 52, el inmueble más próximo, las ventanas habían perdido los cristales y una parte del soportal se había venido abajo por la onda expansiva. El portal amanecía también con desperfectos. La onda expansiva causó heridas leves a dos ertzainas, que presentaban dolor en los oídos. Un vecino también recibió atención sanitaria por varios cortes en la cara debido a la rotura de cristales.

Aunque a última hora de la mañana ningún representante institucional se había acercado al lugar del atentado, las condenas sí se sucedieron. El Ayuntamiento de Zarautz aprobó por unanimidad una declaración de condena, en la que aseguró que la apuesta de ETA «por el chantaje y el terror está condenada al fracaso». La junta de portavoces, encabezada por el alcalde, Jon Urien (EA), expresó su «más enérgica condena y repulsa» por los hechos. Todos los grupos municipales (EA, PNV, PSE, EB-Aralar y PP) convocaron además una concentración silenciosa hoy a las 20.15 horas frente al consistorio.