Aralar no estará en el Gobierno Vasco aunque pueda
Navarra, Bilbao y vuelta a Pamplona. Los compromisos políticos no le dan tregua. Tras una rueda de prensa en la capital vizcaína para apuntalar el reiterado apoyo de Aralar a la consulta, Patxi Zabaleta se enfrenta a esta entrevista con varios retos inmediatos a punto de finiquitar. El programa electoral, que presentará a principios de noviembre, y la respuesta consensuada con el tripartito para reivindicar el derecho a decidir de la sociedad vasca absorben gran parte del esfuerzo que el líder de Aralar y sus compañeros de formación despliegan durante estas jornadas. En un segundo plano, aguardan posibles movimientos desde Ezker Batua para negociar una coalición electoral que repetiría la fórmula puesta en marcha en los comicios locales y forales del pasado año. De momento, una aislada llamada de Javier Madrazo ha puesto la pelota en el tejado de Aralar. Toca "analizar" las opciones, aunque el resultado no variará la intención de seguir en la oposición.
A seis meses de las elecciones, ¿cuál es su pronóstico?
Vamos a tratar de utilizar, desde nuestra humildad, todos los recursos para hacer llegar a la sociedad vasca unos mensajes muy claros. El primero es que el apelativo de vasco se tiene que defender desde el reconocimiento del derecho a decidir; segundo, en las elecciones no hay dos en liza, sino muchos más, aunque los partidos políticos a veces pretenden hacer una lucha bilateral. Un ejemplo claro de esta teoría lo encontramos en Arrasate. Los partidos de Madrid siempre hablan de PNV, PSE y ANV. Sin embargo, se está demostrando que hay otro espacio político, porque Aralar, EB y EA son más que el PNV y más que el PSE.
¿Veremos en las urnas alguna lista de la izquierda abertzale que no sea la de Aralar?
Nosotros, al menos, queremos que así sea. La sociedad tiene derecho a ser representada por quien quiera y ese derecho democrático es tan fundamental que mientras no se respete la democracia, ésta estará enferma. En segundo lugar, a nosotros nos conviene que estén presentes. Si no están es muy difícil debatir con ellos, porque el debate se reduciría entonces, precisamente, a que se les impide estar presentes en el juego político. Y para ello pueden recurrir al victimismo o al argumento puramente democrático. Ahora bien, si no están tenemos que hacer lo mismo que hizo EHAK cuando ilegalizaron Aukera Guztiak: participar.
¿Y esa participación será en coalición con EB?
De momento ha habido una llamada de EB, pero ningún encuentro. Por eso, y no por ningún otro motivo, es un asunto que no está sobre la mesa. Aralar está trabajando ya en la elección de sus candidaturas, tiene prácticamente acabado su programa electoral y está marcando la línea de su actuación. Estaremos abiertos, pero nosotros vamos a hacer nuestro camino. Para las elecciones generales hicimos propuestas escritas, tanto a EB como a los demás partidos que defienden la Ley de Consulta, con el objetivo de hacer candidaturas conjuntas, por ejemplo, al Senado. Nuestro escrito a EB todavía está por responder. No obstante, no nos cerramos y estamos abiertos a diferentes fórmulas pero siempre que se cumplan una serie de condiciones.
¿Descarta cualquier otra alianza preelectoral que no sea con EB?
Sí, de ir en coalición consideramos que esa posibilidad es objetivamente la única, aunque insisto en que trabajamos para presentarnos en solitario. Con Eusko Alkartasuna no estamos hablando, básicamente porque nosotros no nos hemos dirigido a ellos y ellos tampoco a nosotros. Las diferencias que tenemos en el día a día de la política son muy profundas. Y con respecto a las propuestas del programa del PNV, en muchos casos son antagónicas.
Unai Ziarreta ha reconocido que sin la continuidad de Ibarretxe como candidato del PNV la coalición nacionalista hubiese sido inviable. ¿Pesará que Javier Madrazo siga al frente de Ezker Batua en la decisión de Aralar?
Respetamos las evoluciones que hay dentro de cada partido y tratamos de no inmiscuirnos. Pero conocemos las diferencias en el seno de EB y sabemos que hay sectores de este partido que son más próximos a Aralar que otros. No obstante, el hecho objetivo de que dentro de EB haya habido diferencias entre sectores no va a ser nunca utilizado por nuestro partido.
Precisamente el sector crítico de EB considera un error la participación de este partido en el Gobierno Vasco. ¿Aralar podría formar parte de un Ejecutivo a cuatro bandas a partir de marzo?
Aralar no estará en el Gobierno Vasco aunque pueda. No es uno de nuestros objetivos programáticos y cuando anunciemos los contenidos pactados concretaremos más este aspecto. Tenemos diferencias muy de fondo con la gestión política del tripartito en muchos temas, entre ellos, aspectos del bienestar social, relaciones laborales, obras públicas, medio ambiente, convivencia ciudadana... Aralar tiene que analizar muy profundamente su posición ante las posibilidades que le pueda brindar el apoyo de la ciudadanía, sin olvidar y asegurando a todo el mundo que esa fuerza política que nos otorgue la sociedad la vamos a utilizar con responsabilidad en todos los temas que le he nombrado. Ningún partido tendrá un cheque en blanco de Aralar ni va a tener nuestro apoyo salvo para aquello que negociemos y acordemos.
¿Da por hecho que PNV y EA reeditarán la coalición?
Respetaremos lo que ambos decidan. De ser así, sé que estaremos en desacuerdo en muchos temas como estamos ahora en contra de muchas de las posturas adoptadas por el tripartito. El reencuentro de estos dos partidos no sería una novedad, por lo que tampoco aportaría nada diferente a la política vasca. La gran incógnita que deberán desvelar, si finalmente acuden en coalición, es si son capaces de convertirse en una convocatoria ilusionante para la ciudadanía.
En las urnas se encontrarán con los socialistas y su 'giro vasquista'. ¿Cómo valora este cambio?
No es creíble. Es una medida electoralista. Y le cuento los argumentos que tengo para decir esto: el primero, hoy -por el pasado miércoles- voy a Navarra y veré a sus compañeros del PSN; segundo argumento: es la repetición de lo que ya hizo hace 16 años Ramón Jáuregui; tercer argumento: este giro no debería darse ante las elecciones autonómicas, sino en la política del día a día. Han recurrido a tópicos realmente peligrosos, como que hay que separar el euskera del debate político. Eso lo decimos todos, pero no hay que decirlo en una proclama así, porque se consigue todo lo contrario. El llamada giro carece de credibilidad, al igual que las manifestaciones realizadas por Eguiguren y Patxi López sobre el diálogo que mantuvieron en su momento con Batasuna y PNV. Las conversaciones de Loiola no tuvieron nunca virtualidad alguna de llegar a nada. Y sacar ahora a colación ese tema es darle un uso electoralista que demuestra la falta de credibilidad de quien lo nombra, sobre todo cuando a estas manifestaciones le sigue, a las doce horas, la corrección del ministro Pérez Rubalcaba.
El PSE ha marcado una clara distancia con el PP. ¿Cree que se mantendrá la brecha tras los resultados electorales?
Creo que la imagen de Mayor Oreja succionando la imagen política de Redondo es difícil que se vuelva a dar. Entiendo que cada partido político quiera marcar su espacio, pero vemos que Basagoiti está actuando con el mismo perfil que lo hizo su antecesora en el cargo María San Gil, mensajes que se refieren a las libertades civiles y políticas: Ley de Partidos, ilegalizaciones, etc. En mi opinión, todo esto demuestra que la sombra de Mayor Oreja sigue presente en el PP. Y en cuanto al PSE, adolece de la misma falta de personalidad de la que adolecen los socialistas en el Estado. Zapatero está poniendo en práctica lo que Rajoy decía hace tres años y Patxi López sigue lo que el presidente del Gobierno dice.
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