López concreta y vincula el cambio en Álava al apoyo del PNV a su política económica

El lehendakari, Patxi López, dejó ayer a un lado las ambigüedades que han rodeado el futuro de la Diputación Foral de Álava y concretó que el precio que el PNV deberá pagar para mantener su control de esta institución es la colaboración financiera con las arcas del Gobierno Vasco, lo que se traduce en el respaldo de las entidades forales a la hora de negociar el reparto de recursos en el Consejo Vasco de Finanzas.

López explicitó su petición tan sólo dos días después de transmitir al diputado general de Álava, Xabier Agirre, que su desalojo no figuraba como "prioridad en la agenda política", un mensaje que, en la jornada siguiente, aderezó con "matices" que causaron "intranquilidad" al presidente del PNV, Iñigo Urkullu, quien rehusó concretar lo dicho por el lehendakari en el que fue el primer encuentro oficial entre ambos.

Las palabras de López entierran muchas especulaciones y ponen sobre la mesa las cartas que el PSE quiere jugar para salir victorioso del Consejo Vasco de Finanzas. La decisión de este órgano está supeditada a los votos de las diputaciones -uno por cada entidad- y los tres que asume el Ejecutivo autonómico, una suma que en caso de atenernos al color político se resolvería con un empate que bloquearía las cuentas autonómicas y limitaría en gran medida la capacidad operativa de un Gabinete que apenas ha iniciado su andadura.

Para impedirlo, López tiene en su mano como primera posibilidad respaldar la moción de censura en Álava demandada por el PP, elevando al sillón foral al candidato popular y, en consecuencia, sumando un voto más a las propuestas del Gobierno en el Consejo de Finanzas. No obstante, esta alternativa ensancharía aún más la brecha abierta tras los comicios del 1 de marzo con el PNV, la fuerza más votada y la que cuenta con un mayor número de representantes en el Parlamento Vasco. Todo ello aderezado por el papel que los jeltzales puedan jugar en el Congreso de los Diputados ante la previsible ofensiva de los populares contra el Gobierno de Zapatero. Computadas las variantes y los pros y contras, el lehendakari confía en que los jeltzales accedan a sus demandas y inicien una línea de colaboración que, sin enterrar las severas divergencias entre ambas formaciones, desbrozarían en gran medida el camino que López recorrerá en este primer año de legislatura.

En este sentido, el jefe del Ejecutivo destacó en una entrevista radiofónica que "la realidad" desde las que se plantean las mociones de censura incluye "si la Diputación colabora o no con el Gobierno para sacar adelante las medidas y propuestas que hagan falta" o "si colabora en el Consejo Vasco de Finanzas en el reparto de recursos", dos aspectos que ligó a "una valoración serena" de los partidos, a los que López, secretario general del PSE, atribuye ahora la misión de tomar una decisión.

El líder socialista resume sus planteamientos con la contundente intención de "poner a todas las instituciones en la misma dirección y a remar todos juntos".

"lealtad institucional" En esta misma línea argumental, el secretario general del PSE en el territorio alavés, Txarli Prieto, pidió y ofreció "colaboración y lealtad institucional" a la formación liderada por Iñigo Urkullu, pero le exigió que sea responsable a la hora de dibujar qué relación impulsa entre las tres diputaciones y el Ejecutivo de Patxi López. "Van a ser tratados como traten ellos", aseguró.

Pero los avisos de Prieto no se limitan a la formación jeltzale. Ante las insistentes demandas del PP para lograr el apoyo socialista en el desalojo de Agirre, el secretario general del PSE reclamó a esta formación que reflexione y que "no se precipite" a la hora de ensayar "aventuras" entorno al futuro de la Diputación alavesa.

Además, Prieto lamentó que desde el partido conservador, cuyos dirigentes en Álava vienen reiterando que quieren recomponer su relación con los socialistas, se les insulte y se les ataque. En este sentido, recordó como ejemplo que los populares acusan en una web municipal al alcalde de Vitoria, Patxi Lazcoz de "prevaricar", e incluso se refieren a él como "el alcalde de los líos", por lo que les pidió moderación y respeto si quieren restablecer puentes de cara a una futura colaboración.