Kutxa y BBK convocarán el jueves a sus Consejos de Administración para poner en marcha la fusión

El proyecto de fusión de Kutxa y BBK entrará definitivamente en una nueva fase. Las cajas guipuzcoana y vizcaína convocarán para este jueves a sus respectivos Consejos de Administración, que pondrán en marcha la fusión de las dos entidades. Los Consejos emplazarán a su vez a las asambleas para finales de noviembre, que deberán respaldar el cambio de estatutos imprescindible para que se apruebe la fusión. Kutxa confía en tener para entonces los apoyos necesarios de sus compromisarios en la Asamblea.

Después de que CC OO compromotiera ayer su apoyo a la fusión, la BBK tendría garantizada la mayoría suficiente en su asamblea. No obstante, Kutxa requiere del apoyo de otros grupos, ya que los 51 votos del PNV y EA, más los nueve de CC OO les dejan todavía lejos de los 67 que requiere para dar vía libre a la fusión.

La caja guipuzcoana podría contar ya con el respaldo de los dos representantes del sindicato específico Pixkanaka Kaskari, a los que se sumarían los tres de Ezker Batua y uno de Arakar. Aunque éstos dos partidos se están haciendo de rogar y no han anunciado aún su postura, todo apunta a que no se opondrán a un proyecto que los dirigentes de ambas entidades han considerado clave para el desarrollo económico de Euskal Herria y para el futuro de ambas cajas, máxime en un contexto de crisis económica como el actual.

Con todo, la Kutxa estaría a falta de lograr el apoyo de un compromisario. En este sentido, los dirigentes de la caja llevan semanas intentando recabar las adhesiones necesarias. Una tarea en la que se ha comprometido directamente el presidente de la entidad, Xabier Iturbe, que ha volcado en este proyecto todos sus esfuerzos.

El rechazo frontal del PP y del PSE al proyecto de fusión a dos hizo que los dirigentes de la Kutxa trataran de recabar apoyos en el resto de fuerzas políticas y sindicales con representación en la Asamblea.

La buena disposición de CC OO a alcanzar un acuerdo al respecto, despejó el camino para que los dirigentes de Kutxa intensificaran los contactos con otras fuerzas menos afines. Así, en un principio volcó sus esfuerzos en la plataforma Banatuz, que cuenta con ocho representantes, y en el sindicato LAB, con un compromisario. Pero tras varias reuniones, las negociaciones se estancaron. La exigencia de establecer un marco vasco de relaciones laborales se convirtió en uno de los puntos insalvables para la entidad.

La oposición de ELA, que cuenta con un representante en la asamblea, ha sido también determinante. En este contexto, los dirigentes de Kutxa se han volcado en las últimas semanas en desbrozar un camino que parecía imposible, como es tratar de recabar el apoyo de los tres compromisarios del PP.

El Partido Popular insiste en que sigue rechazando la fusión a dos, aunque «deja la puerta abierta a la posibilidad de tener más flexibilidad en su postura». De hecho, los populares han mantenido ya tres encuentros con los responsables de Kutxa. El último tuvo lugar el pasado viernes. Una reunión de la que salieron muy satisfechos con la información aportada sobre el proyecto, lo que despejaba muchas de las dudas que tiene el Partido Popular.

El PP quiere disponer de la máxima información para poder actuar «con responsabilidad». Considera que es un momento clave para las cajas vascas, una realidad ante la que no quieren quedarse al margen, como indica su secretario general guipuzcoano, Borja Sémper. De hecho, los populares mantendrán hoy otro encuentro con la BBK para tener una visión más global y posteriormente trasladarán toda la información a su ejecutiva regional, que tiene la última palabra.
A Kutxa le quedaría otra baza, como es jugar con las ausencias en la Asamblea, lo que permitiría aprobar el proyecto con menos compromisarios, ya que require del respaldo de tres cuartos de los asistentes.

Mientras tanto, CC OO terminó ayer de comprometer su apoyo a la fusión en un acuerdo alcanzado con el PNV. La central justificó su adhesión al proyecto porque garantiza el compromiso social, la pluralidad y la participación».

El acuerdo contempla un reforzamiento de la Obra Social, así como la creación en el Consejo de Administración de una comisión delegada de Obras Sociales abierta a miembros de la Asamblea. Además, favorecerán la participación y pluralidad en todos los órganos de gobierno de la futura caja y se creará una mesa laboral con representación de todas las fuerzas sindicales en las que se alcace un acuerdo sobre las garantías de empleo y condiciones laborales de la plantilla.