El PNV se prepara para enderezar rumbo
Ayer en Noticias de Gipuzkoa.
Corre el calendario y quedan pocos días para que tome velocidad el proceso de renovación del Euskadi Buru Batzar del PNV, una carrera que el partido ha iniciado con el firme propósito de apostar todos a una por un solo candidato y evitar así el desgaste sufrido hace cuatro años, cuando por primera vez fueron dos los aspirantes en lid: Josu Jon Imaz y Joseba Egibar, tras la retirada de Xabier Arzalluz de la contienda electoral cuando aún no había concluido la primera vuelta.
La voluntad de presentar un candidato de consenso, sin embargo, obliga a limar en un tiempo récord las asperezas generadas en los últimos cuatro años. Una etapa en la que, lejos de reconducir las diferencias que salieron a la luz en el anterior proceso interno, se han mantenido las distancias entre el sector de Egibar y el de Imaz, el primero más cercano a la izquierda abertzale y con planteamientos más ambiciosos en lo relativo a la construcción nacional y el segundo favorable a acuerdos transversales y moderado en cuanto a sus aspiraciones soberanistas.
La última semana de agosto o la primera de septiembre, a más tardar, es la fecha elegida para que la ponencia política que definirá la estrategia del PNV para los próximos cuatro años se remita a las Asambleas Locales. Se dará así el pistoletazo de salida a un complejo proceso electoral que se abrió el pasado 31 de mayo y culminará el primer fin de semana de diciembre, con la elección del nuevo presidente del EBB en el Palacio Euskalduna de Bilbao, donde tendrá lugar la V Asamblea General del partido.
Hasta que los 71 apoderados de la formación trasmitan el voto de los diferentes territorios en esta cita final -Bizkaia contó hace cuatro años con 24 apoderados, Gipuzkoa con 14, Álava con 13, Navarra con 12, Iparralde con 4 y las juntas extraterritoriales con 4, aunque este reparto deberá ser revisado en consonancia con la evolución de la filiación-, se celebrarán dos vueltas de votaciones, la primera en octubre y la segunda a mediados de noviembre.
Las más de 200 juntas locales del PNV elegirán así el líder que enderezará el rumbo del partido en un momento delicado, en el que la formación acaba de salir escaldada de unas elecciones en las que los resultados no cumplieron sus expectativas y en las que quedó patente la necesidad de renovar el discurso. Unos 34.000 afiliados -el 80% de Bizkaia- tienen la palabra.
Las bases de la ponencia política que previsiblemente sacará Imaz a la luz en breve determinarán si se abre un proceso unitario y sosegado en el que los matices y aportanciones se realicen vía enmiendas o se confirma la bifurcación y el sector Egibar presenta un documento alternativo, lo que podría suponer el regreso al acalorado debate con el que culminó 2003.
Aunque ambos apuestan por huir de personalismos -"Las personas no deben ni debemos ser obstáculos. Somos parte de un proyecto. No seríamos leales a 112 años de historia si lo condicionásemos a la prevalencia de una u otra persona al timón de la nave", proclamó el presidente del EBB el día de San Ignacio-, a estas alturas resulta casi imposible no polarizar la contienda en torno a sus figuras.
El actual líder del EBB ya confirmó que el partido trabaja en hallar soluciones "integradoras" y Egibar respondió al envite diciendo que si se redacta una "hoja de ruta" con "fundamento" y que plasme "compromisos", puede haber un único candidato porque quién la defienda los próximos cuatro no será tan significativo. Entre los compromisos, el de organizar una consulta resulta irrenunciable para el presidente del Gipuzko Buru Batzar, un motivo de desencuentro teniendo en cuenta que Imaz no lo considera oportuno mientras ETA siga activa, como dejó plasmado en su famoso artículo No imponer, no impedir.
Una vez elegido el nuevo líder del partido el primer fin de semana de diciembre, se procederá a designar a los ocho burukides, así como a los miembros del Tribunal Nacional de Justicia y la Comisión Nacional de Garantías y Control. A mediados de diciembre quedará finiquitado el proceso, un mes antes de que expire el mandato de Josu Jon Imaz, para evitar que la recta final coincida con las festividades navideñas, como hace cuatro años. Acto seguido, se abrirá paso a la renovación de las ejecutivas regionales de la formación.
Con nuevo o reelegido presidente del EBB y una nueva ponencia política, cultural, social y de organización bajo el brazo, el PNV emprenderá una etapa en la que afronta el reto de recuperar el terreno perdido en las últimas elecciones locales y forales y atraer a las nuevas generaciones.
Sobre el tapete, dos proyectos en juego: uno más prágmatico, que admite la necesidad de llegar a acuerdos transversales con formaciones no nacionalistas, y otro que aboga por mancomunar los intereses de los partidos que apuestan en avanzar por la senda soberanista.
Hace tiempo que, aún a costa de que Imaz le enmiende la plana, el lehendakari Juan José Ibarretxe se inclinó por la vía soberanista. La última vez, este mismo viernes, al reivindicar el protagonismo de la sociedad vasca en su futuro y afirmar que todo lo que le atañe se decidirá "aquí, no en Madrid".
"No habrá problema para definir un proyecto unitario, unívoco y común desde el que se aborde la renovacion de la direccion del partido", pronosticó recientemente Iñigo Urkullu, presidente del Bizkai Buru Batzar y posible candidato sorpresa en el proceso de renovación interno del PNV.
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