Nueva 'guerra' de Banderas

¿Debe ondear la bandera española en todos los edificios autonómicos o sólo en las dependencias del Estado? Es la pregunta que se hace todo el mundo después de conocer la sentencia que ha dictado el Tribunal Supremo, que establece la obligación de que la enseña presida todas las sedes y organismos dependientes del Gobierno Vasco, las diputaciones y los ayuntamientos. También la sede de la Academia de la Ertzaintza en Arkaute, centro de la polémica en este proceso judicial.

Lo cierto es que el fallo llega en un momento delicado: justo como aperitivo de muchas fiestas -las de Bilbao, especialmente- en las que acostumbra a tener lugar la conocida como guerra de las banderas , en la que la izquierda abertzale sale a la calle para evitar que la enseña rojigualda sea izada junto a la ikurriña.

Las reacciones no se han hecho esperar. Por un lado, el Ejecutivo de Ibarretxe se ha limitado a manifestar que se dedicará a "cumplir la ley" como "siempre ha hecho". Así, explican que la ley de 1981 que regula el uso de la bandera de España contempla que es obligatorio utilizarla en los edificios en los que ondee también la enseña autonómica. En resumen: en los inmuebles que dependen del Gobierno Vasco no habrá que izar la bandera española porque en ninguno de ellos hay a día de hoy una ikurriña. Sólo la hubo en su momento precisamente en Arkaute, pero desde 2004 no hay rastro de la enseña ni del mástil que la sostuvo.

Sin embargo, el fallo del Supremo ha generado todo tipo de reacciones. Así, el PP urgió ayer al lehendakari a hacer efectiva la sentencia y dijo que no cumplirla supondría una "desobediencia" que podría tener responsabilidades penales. Además, consideró que se han agraviado "de manera innecesaria los sentimientos de aquellas personas que, además de la ikurriña, sienten como propia la bandera de España".

Por su parte, Batasuna apuntó que "al igual que en los ámbitos del deporte o la lengua, el Estado español ha tomado la vía de la imposición en el de los símbolos". Opinaron que la bandera española niega los derechos de Euskal Herria.

Los socios del gobierno de Ibarretxe rechazaron con diferentes matices esta sentencia. EB consideró "inoportuna e improcedente" la resolución jurídica, una polémica "impropia del siglo XXI". Apuntó como posible desenlace el no colocar ninguna bandera como "símbolo de entendimiento" entre todas las sensibilidades.

EA anunció que propondrá a sus socios el impulso de iniciativas parlamentarias "que den respuesta política a una ley que no responde a la realidad política y social de Euskadi". Precisó que la norma de las banderas no tiene referencia en otros estados como Canadá o Quebec, o en Escocia en el Reino Unido.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Al final se quitan todas las banderas y sanseacabó

Anónimo dijo...

Buen artículo aunque sea de Izaro

Mil ikurriñas
Ramiro Cardona

Los símbolos patrios son una cosa importante para mucha gente por diferentes motivos que en este momento no viene a cuento relatar, pero que todos entendemos. Así lo hemos visto a lo largo de la historia en el mundo y así lo hemos visto en Euskadi. Los vascos, nos hemos dado la Ikurriña bicrucífera blanca, verde y roja , amada sin discusión, en lo profundo de nuestros corazones.

Me supongo que la bandera española significará lo mismo para los españoles. Y aquí estamos otra vez, con los sentimientos confrontados. ¿Se puede amar a la fuerza a la bandera española?

No, no se puede amar a la fuerza, pero, los símbolos nacionales se pueden imponer a los vencidos claudicantes. La última y reciente sentencia del más alto tribunal español lo dice expresamente, la bandera española “deberá ondear por imperativo categórico“. Yo me supongo, la alegría que habrá causado esta sentencia entre los españoles. Por fin los vascos tienen que tragar la bandera, odiada ya en el franquismo y sino sufrir el implacable peso de la ley, como les gusta decir. Para los vascos las leyes españolas siempre son implacables.

Cumpliremos con lo establecido en la sentencia que para eso todas nuestras autoridades cumplen escrupulosamente la legalidad vigente. Y aquí es donde, muchos ya no estamos de acuerdo, ni legalidad vigente, ni cristo que lo fundó. Los sentimientos no se pueden imponer. Muchos vascos, por no decir todos los vascos, o sea los que queremos ser vascos, no nos mueve ningún sentimiento amable con la rojigualda, es más, es una bandera que por su imposición categórica la rechazamos en nuestro corazón. Y siendo los símbolos una cosa tan importante, como nos demuestra la sentencia del alto tribunal, nos encontramos ante un conflicto serio.

Este conflicto se ha visualizado a través de los años enmascarado a través de la “guerra de las banderas “ durante las fiestas de verano y es posible que ya esté en mente de mucha gente plantearse el reto un año más. Sin embargo la experiencia nos dice que el efecto mediático al día siguiente es contrario a nuestros intereses vascos, Palos, pelotazos, heridos, repartidos por los responsables que tienen la obligación de velar por la legalidad vigente. Eso no es bueno y además tiene el significado peyorativo de la derrota moral, su prensa así nos lo cuenta.

Yo propongo a los partidos vascos institucionales un acuerdo, que levanten las banderas españolas en sus más altos mástiles por imperativo legal, pero que convoquen al pueblo que ama la ikurriña a sus pies, armados con tantas ikurriñas como seamos capaces de reunir, como rechazo a la bandera española impuesta.

La respuesta y la noticia sería diferente. Mar de ikurriñas, mil o cinco mil, se enfrentan sin violencia a la española. Resultado, ellos cumplen su legalidad vigente, y la sociedad civil planta cara con sus sentimientos. Todos en su sitio y que cada uno cuente la feria como más le guste.

Nuestros políticos darían una muestra de valor, frente al Estado que nos impone e impide y estarían con los sentimientos más queridos de nuestro pueblo. Ante la imposición rebeldía.

¿Nos llamarán a la convocatoria de izada de la española en el Ayuntamiento de Bilbao las próximas fiestas o tendremos que autoorganizarnos por su cobardí ?

¡Planta cara a la española, acude con tu ikurriña al ayuntamiento! Podía ser el eslogan.

Anónimo dijo...

¿En que quedamos? ¿queremos guerra de banderas o no?
De pequeño ya me parecía ridículo lo de cantarle a un trapo y eso que no sabía ni lo que era España, pues ahora lo mismo.