¿Ponencia de consenso?
El PNV ha decidido pasar a la ofensiva y reforzar su perfil político en el tripartito endureciendo sus críticas a EA y a Ezker Batua para marcar su impronta y orientar el discurso del lehendakari Juan José Ibarretxe en el próximo pleno de política general que tendrá lugar en septiembre y en el que podría concretar iniciativas en relación con una posible consulta en esta legislatura.
El trasfondo de las críticas formuladas anteayer y ayer por Iñigo Urkullu y Josune Ariztondo, portavoz y secretaria del EBB respectivamente, tiene que ver con una cierta sensación de "ninguneo" que ha tenido el PNV en los últimos meses a la hora de proyectar determinados mensajes sobre la estrategia de pacificación y la normalización. Una percepción que, según fuentes consultadas, plantea una distorsión evidente que es necesario corregir antes de que el lehendakari se disponga a defender en el Parlamento Vasco una posición institucional que debe aglutinar teóricamente las diferentes sensibilidades en el tripartito.
La ejecutiva del PNV siente que la proyección pública de las posiciones de EA y EB magnifica su peso real en un intento por mediatizar al mismo lehendakari en una cuestión clave como es la posible convocatoria de una consulta popular, achicando el perfil de los jeltzales. El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, advirtió en julio en un artículo de opinión del riesgo social y político de una consulta sin consenso político previo en un contexto marcado por la ruptura del alto el fuego de ETA.
El contexto de esta preocupación son, además, las intensas gestiones que efectúan los dirigentes de los dos sectores del PNV presentes en el EBB para negociar un borrador de ponencia política de consenso que defina una estrategia y marque la orientación del discurso de Ibarretxe en la medida en la que este partido reivindica su posición mayoritaria en la alianza de gobierno.
No está del todo claro que en el EBB del próximo lunes se presente al final este documento previo. En cuanto se cumpla este trámite, el EBB enviará el documento a las juntas municipales del PNV para su debate interno, para que sea ratificado a principios de diciembre por la Asamblea General. De forma paralela, la Asamblea también tendrá que refrendar al presidente del EBB, que para entonces ya habrá sido propuesto por las asambleas de las bases del PNV. Portavoces del PNV precisan que este trabajo de síntesis forma parte de la labor cotidiana que lleva a cabo el EBB.
La secretaria del EBB, Josune Ariztondo, acentuó ayer el tono de las críticas a EA y EB al enmarcar las últimas declaraciones de Joseba Azkarraga y Javier Madrazo en la "voluntad de socavar" a un partido como el PNV que se encuentra en una situación de debate interno.
En una entrevista en Radio Euskadi, la integrante del EBB insistió en que Azkarraga ha sido "desleal" con lo acordado en el tripartito. "Sus declaraciones no son propias de un político responsable que tiene responsabilidades importantes en el gobierno tripartito y me parece que no es lícito buscar el rédito propio a costa de lo que sea", afirmó.
Tras asegurar que desde el PNV se actúa "con responsabilidad", advirtió de que "llega el momento en el que hay que decir hasta aquí hemos llegado y poner los puntos sobre las íes". En ese sentido, Ariztondo recordó que el artículo de Imaz "No imponer, no impedir" buscaba "puntualizar" lo que sobre la consulta se dice en el propio acuerdo de gobierno, que "hablaba de consulta en ausencia de violencia y de exclusiones, sobre un acuerdo político entre partidos, acordando las condiciones de aceptación de la propia consulta y acordando también las condiciones de habilitación de negociación con el Estado".
"Esto es lo que dice el acuerdo de gobierno, evidentemente lo dice en un tiempo histórico y en una coyuntura que ha cambiado y si las condiciones han cambiado deberemos volver sobre ese texto y ver cómo reorientamos en el tripartito lo que hemos de hacer de aquí al final de la legislatura".
El lehendakari, que hasta ahora ha guardado silencio, terció ayer en la polémica e instó a los socios del Gobierno a zanjar en privado sus diferencias. Fuentes del tripartito señalaron que a lo largo de la jornada Ibarretxe contactó con responsables de los tres partidos para solicitarles "una tregua verbal" y que las discrepancias "no se expongan en público para evitar el desgaste" del Gobierno en un momento político en el que "la unidad y la cohesión son imprescindibles".
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