Ares pronostica que habrá «cambios muy importantes» en la lucha antiterrorista
El socialista Rodolfo Ares, que se perfila como futuro consejero de Interior en el Gobierno de Patxi López, pronosticó ayer «cambios muy importantes» en la lucha contra el terrorismo por parte del Ejecutivo autónomo, en especial en el combate por la deslegitimación social, política e ideológica de la violencia «para que no haya espacios de impunidad».
Frente a las constantes especulaciones que le sitúan como sucesor de Javier Balza al frente del Departamento de Interior, Ares precisó que no tiene ninguna aspiración personal, que se siente «muy a gusto» en la ejecutiva del PSE-EE pero que, en cualquier caso, está a disposición de Patxi López.
El actual secretario de Organización de los socialistas vascos reiteró en Onda Cero que, independientemente de quien se haga cargo de Interior, «lo que es evidente» es que se seguirá una nueva estrategia contra ETA, especialmente en la «tarea pendiente de deslegitimar el terrorismo desde la política».
Por otra parte, el dirigente socialista agregó que tras los primeros contactos ahora intentan avanzar en los objetivos que «tienen que ser prioritarios para un gobierno de cambio» y esperan concretar con el PP esas propuestas «que tienen que tener sintonía con el compromiso de los socialistas vascos con la ciudadanía».
En este sentido, Ares cree que «hay predisposición por ambas partes» para acordar «esos objetivos de cambio», como la lucha contra el terrorismo o «hacer un verdadero plan de choque para afrontar la crisis», además de mejorar la educación, la sanidad y apostar por el conocimiento y la investigación como motor de desarrollo y «consolidar la convivencia en un país plural y diverso» donde «cada uno se siente vasco como quiere».
PSE y PP «comparten» estas metas, asegura, «y a partir de ahora habrá que ir concretándolas». «Espero que seamos todos capaces de tener la generosidad para entender que siendo partidos diferentes compartimos algunos objetivos prioritarios para Euskadi», reclamó.
Incluso en los temas más polémicos, como educación o la política lingüística, Ares considera que «no hay muchas diferencias», en todo caso «puede haber matices» entre ambas formaciones. Por ello, confió en encontrar un «camino razonable» para aprobar las modificaciones necesarias en materia de «promoción del euskera, pero en libertad» para que el idioma «no sea un problema de división». Eso sí, siempre con el propósito de que los alumnos sepan euskera, castellano e inglés, concluyó.
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