La incógnita Ibarretxe

"El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos". Esta cita de Shakespeare bien puede aplicarse a una de las cuestiones que se encuentran en el centro de la curiosidad en la política vasca: el futuro de Juan José Ibarretxe. El destino, esa mayoría parlamentaria que supone la alianza entre PSE y PP, ha querido que el lehendakari y candidato a la reelección por el PNV se vea despojado de la Lehendakaritza a pesar de haber ganado las elecciones. La oposición parecería, así, ser el lugar que ocupará no sólo su partido -que éste lo hará sí o sí-, sino también él mismo. Pero eso es lo que parece. Porque será Ibarretxe quien decida qué hará con las cartas que le ha repartido la fortuna. La jugada es suya, pero no se desvelará hasta después del pleno de investidura, cuando, efectivamente, tenga todas las cartas en la mano y se consuma su desalojo del Gobierno Vasco. Hasta entonces, seguirá siendo el candidato del PNV.

Es el a partir de ese momento lo que despierta el interés de muchos. Saber si será el jefe de la oposición, si dejará su cargo de parlamentario para continuar su carrera política dentro de su partido, si saldrá definitivamente de la escena política para retomar su carrera profesional... Todas las posibilidades están aún sobre la mesa. Ninguna se ha descartado, porque el silencio sobre esta cuestión es inquebrantable, probablemente porque Ibarretxe sigue siendo todavía hoy el candidato jeltzale a la Lehendakaritza y ése es el papel que debe desempeñar hasta el próximo 5 de mayo.

Aunque la decisión parece que será suya, debe compartirla con el presidente del EBB, Iñigo Urkullu, y con este órgano de dirección de la formación jeltzale, trámite éste que habría cumplimentado ya, según apuntan diferentes fuentes.

Qué es lo que ha trasladado al EBB, si se queda en primera línea o no, es una de las incógnitas. Porque también hay otras. En el supuesto de que mantuviera su cargo de parlamentario, el interrogante es qué papel desarrollará desde la bancada de la oposición. ¿Será la cabeza visible de la misma o un número más entre los treinta representantes del PNV?

Liderar la oposición podría suponer un condicionante para la acción de su partido y, al mismo tiempo, podría provocar un desgaste de las posiciones que mantendrán los nacionalistas, dado que es fácilmente criticable su gestión previa al frente de los anteriores gobiernos. Si se queda, pero no ejerce el liderazgo, esto podría interpretarse como una etapa de transición para dar paso a un nuevo candidato.

Porque el tiempo que Ibarretxe permanezca en activo permitiría a los jeltzales mantener a un líder que ha conseguido obtener unos resultados electorales brillantes y, al mismo tiempo, ir forjando una alternativa a ese liderazgo de cara a la próxima convocatoria de unas elecciones autonómicas.

Esta última opción, la de iniciar un proceso de transición hacia un nuevo liderazgo electoral, es posible también si Ibarretxe abandona la política. El margen de tiempo que dará la legislatura que ahora arranca permitiría bruñir de forma sosegada la figura de una alternativa al que ha sido durante los últimos diez años lehendakari.

nuevo candidato del pnv Estas dos últimas posibilidades parecen factibles, sobre todo teniendo en cuenta la edad del todavía lehendakari. A sus 52 años, otros cuatro en el Parlamento vasco le convertirían en un candidato para la próxima legislatura con 56 años, una edad que podría ser un obstáculo para ser llamado a encabezar las listas electorales jeltzales en los siguientes comicios autonómicos.

También podría ser que se mantuviera activo en el ámbito de la política renunciando a su cargo como parlamentario y dedicándose exclusivamente a tareas internas. Una posibilidad ésta que, en cualquier caso, parece muy alejada de las intenciones de Ibarretxe.

Y otra alternativa que puede barajar en estos momentos es la de abandonar la esfera pública y retomar una carrera profesional que dejó aparcada para hacerse cargo de diferentes puestos de responsabilidad pública. Ibarretxe abandonó su trayectoria en la empresa privada poco después de acabar la carrera de Económicas en la UPV, para ser alcalde de Laudio, y desde entonces no ha dejado de asumir diferentes responsabilidades de gestión en distintos cargos públicos.

En cualquier caso, esta incógnita sobre cuál será el futuro del candidato jeltzale no se despejará, al menos, hasta el próximo 5 de mayo, una vez celebrado el pleno de investidura. Entretanto, habrá que esperar. Una vez más, Ibarretxe hace uso de una máxima que ha empleado habitualmente: gero gerokoa .

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