Zapatero asume en público que el pacto con el PP en Euskadi le genera "más dificultades"

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, mantuvo ayer una reunión con sus diputados y senadores en el Congreso tras la remodelación del Ejecutivo de la semana pasada. El encuentro sirvió para que Rodríguez Zapatero asumiera por primera vez en público el alto coste que para su Gobierno y para el Grupo Socialista supondrá el acuerdo PSE-PP en Euskadi, la soledad parlamentaria en la que ha sumido a un Ejecutivo en precaria mayoría. Curiosamente, fue el hasta ayer secretario general del Grupo Socialista, Ramón Jáuregui, quien la semana pasada explicitó por primera vez en las filas socialistas que ese acuerdo de estabilidad "puede salir caro" al PSOE en Madrid.

La asunción por parte de Zapatero de que su Ejecutivo tendrá a partir de ahora "más dificultades" adquiere una dimensión aún mayor -y con tintes paradójicos- si se tienen en cuenta las palabras que ayer mismo pronunciaba el presidente del PP, Mariano Rajoy, quien subrayó la "absoluta soledad parlamentaria" de un Rodríguez Zapatero que "ha engañado a todos". Es más, abiertamente, Rajoy invitó al PP a buscar alianzas con el resto de fuerzas parlamentarias para sacar adelantes las medidas anticrisis de los populares .

El presidente del Gobierno español se enfrenta a una pinza en ciernes entre su aliado en Euskadi y los apoyos que éste pueda pescar entre sus ex socios airados, empezando por PNV y CiU. La geometría variable de los últimos cinco años tiene sus días contados y Zapatero lo admitió ante sus parlamentarios. El pacto en Euskadi -que elevará a Patxi López a Ajuria Enea en menos de un mes- va a generar "más dificultades para llegar a acuerdos parlamentarios en el Congreso", en palabras del líder socialista quien, sin embargo, justificó su respaldo al acuerdo PSE-PP en que "fortalece la convivencia entre los vascos y camina hacia una Euskadi plena de autogobierno y constructiva con España".

interés general "Con ello haremos un acto de coherencia con nuestro proyecto, con nuestros 30 años de servicio a la libertad y de sufrimiento por servir a la libertad y de coherencia con la convivencia democrática", defendió el jefe del Ejecutivo, destacando cómo el PSOE "sabe poner los intereses generales por encima de los intereses concretos del partido".

Haciendo gala de su proverbial optimismo antropológico, Zapatero animó a los suyos "a trabajar más, a intensificar el diálogo" con el resto de grupos parlamentarios, objetivo que pasa fundamentalmente por cerrar un acuerdo en financiación autonómica que contente a CiU lo suficiente, un reto que se antoja ambicioso teniendo en cuenta que Cataluña acudirá a las urnas en apenas año y medio.

En cualquier caso, Zapatero se felicitó por la designación por primera vez de un "lehendakari socialista" -lo que fue recibido con aplausos- para a continuación trasladar todo su respaldo a López tras las amenazas que ETA hizo en un comunicado contra su futuro gobierno: "No nos va a faltar todo el coraje para combatir la amenaza vil de la banda y no nos va a faltar todo del apoyo como sé que le van a dar todos los demócratas y el PSOE".

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