Dos mujeres contra el odio

Aparece en El País

Todas las tardes, dos mujeres mayores se sientan frente a frente en el salón de un piso del barrio de Amara de San Sebastián. Son vecinas y consuegras. Una de ellas le va dando con una cucharilla y mucha paciencia un yogur de café a la otra, enferma de Alzheimer. La primera es viuda de un comandante asesinado por ETA en 1977. La segunda es la madre del terrorista Iñaki de Juana Chaos.

La escena se repite cada día durante el último año y medio hasta que, el 27 de enero, Esperanza Chaos Lloret muere. Tenía 83 años y había nacido en Tetuán, donde su padre, un militar del Ejército español, estaba destinado entonces. Luego se casaría con un médico, Daniel de Juana Rubio, oriundo de Miranda de Ebro (Burgos), que también hizo la guerra como teniente asimilado en las tropas de Franco, por lo que fue condecorado con una medalla de campaña, dos cruces rojas y una cruz de guerra. De todo ello da fe un carné de Falange Española y de las Jons expedido el 16 de octubre de 1943 donde aparece sonriente a sus 35 años. Daniel de Juana y Esperanza Chaos tuvieron dos hijos, Altamira y José Ignacio, que nacieron y se criaron en una casona de Legazpia donde el doctor pasaba consulta a los trabajadores de Patricio Echeverría, una de las principales acerías de Guipúzcoa. La vivienda estaba al lado de la casa cuartel de la Guardia Civil y por las tardes José Ignacio jugaba al fútbol con los hijos de los guardias.

-Soy Chacho, hola mamá.

Durante las dos últimas décadas, unas veces los lunes y otras los miércoles, el terrorista Iñaki de Juana Chaos, encarcelado en las prisiones más alejadas de Euskadi por asesinar a 25 personas -entre ellas 17 guardias civiles-, empleaba esa fórmula, casi siempre la misma, para iniciar la conversación con su madre. Los cinco minutos reglamentarios de charla versaban sobre cuestiones banales, el tiempo o un jersey verde que el terrorista quería que su madre le hiciera llegar, pero jamás hablaban de política y mucho menos de ETA. Sencillamente porque Esperanza Chaos, a la que en familia llamaban Nina, nunca justificó los crímenes de su hijo ni formó parte del colectivo de apoyo a los presos de ETA. Tampoco llegó a saber jamás qué o quiénes influyeron en él para que, a principios de los 80, abandonara su trabajo en la Ertzaintza y se fugara a Francia.

Cuentan personas que la quisieron mucho que Esperanza se cayó redonda al suelo el 16 de enero de 1987 cuando le contaron que a su hijo lo acababan de detener en Madrid. La fotografía que al día siguiente vio publicada en los periódicos no se parecía en nada a las que de él guardaba en el álbum familiar. En ellas aparece de corbata en el bautizo de su sobrina o jurando marcial la bandera española tras el periodo de instrucción en Alcalá de Henares. Nada en la trayectoria del hijo hacía presagiar un futuro cercano a ETA. Más bien al contrario. Cuando De Juana regresó del servicio militar llevaba consigo un diploma, expedido por el Ayuntamiento de Madrid el 27 de mayo de 1977, en reconocimiento por su valiente lucha contra un incendio que sufrió la capital entre el 15 y el 20 de abril de aquel año. Más tarde, ingresó en la segunda promoción de la policía autonómica vasca. "Aún faltaban unos años", recuerda un familiar, "para que De Juana, muy propenso siempre a los amoríos, se ennoviara con una enigmática mujer llamada Helena y residente en Bayona".

El caso es que Esperanza Chaos jamás volvió a ver a su hijo en libertad. Ya por entonces viuda, inició una difícil carrera por mantener viva su relación con su hijo al tiempo que rechazaba una y otra vez las invitaciones para integrarse en el colectivo de apoyo a los presos de ETA. La madre del terrorista más famoso recorrió más de 300.000 kilómetros en coche -le aterrorizaba el avión- para ver a su hijo preso. Su llegada a las distintas cárceles, según recuerdan funcionarios de prisiones, nunca pasó desapercibida. "Venía como a una boda, con anillos y collares, elegante y alegre, siempre educada y cordial con nosotros, nada que ver con el carácter frío ni la mirada agresiva del hijo ni mucho menos con la actitud desafiante de la mayoría de los familiares de presos de ETA". En una ocasión, un guardia civil, aun sabiendo a quién iba a visitar, se atrevió a pegar la hebra con ella.

-De Tetuán, ¿eh? O usted es hija de funcionario o de militar.

-De militar, agente.

-Pues permítame que la acompañe.

La última vez que vio a su hijo fue el 7 de julio de 2005, en la cárcel madrileña de Aranjuez. Esperanza ya apenas podía caminar. Había seguido manteniendo la costumbre de mandarle 150 euros mensuales, que rebañaba con trabajo de su pensión, e incluso llegó a hablar con un taxista de San Sebastián para que fuera a recogerlo en cuanto obtuviera la libertad. Pero entre las nieblas del Alzheimer y una mano oportuna que apagaba la televisión en el momento justo, Esperanza se fue alejando de la realidad de su hijo en huelga de hambre.

Las dos ancianas están sentadas frente a frente. Una se quedó viuda el 2 de enero de 1977, a las ocho y media de la mañana. Tres pistoleros de ETA se apostaron frente a su marido, el comandante del Ejército José María Herrera, y lo acribillaron con disparos de metralleta en la misma puerta de su casa. Pasado el tiempo, el hijo del militar se casó con una muchacha llamada Altamira de Juana. La anciana enferma es precisamente la madre de Altamira y de Iñaki de Juana Chaos.

Lo que une a estas dos mujeres, más allá de la familia o incluso de la fatalidad de una vida marcada por ETA, es el interés común, tácito, de que el odio no prolongue el trabajo de las pistolas. El País Vasco también está lleno de historias así. Madres de hijos que matan y mujeres de hombres que mueren tejiendo una red invisible de afecto imposible de fotografiar, indetectable para el radar de los telediarios.

Al día siguiente del fallecimiento de la madre del terrorista, las asociaciones vinculadas a los presos de ETA publicaron en Gara hasta 10 esquelas en su memoria. Una de ellas aparecía firmada por "Helena", la enigmática mujer de Bayona. En todas se refieren a Esperanza Chaos como "la madre de un preso político vasco". Tal vez ignorando, o tal vez no, que la única familia política de Esperanza Chaos era, lo que son las cosas, la viuda de un militar asesinado por ETA.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Todo este tipo de historias que se repiten- de infiltrados, de hijos de militares y de guardias civiles o descendientes de fascistas y de requetés de toda la vida metidos en el borrokismo- hacen pensar sobre quién estará realmente detrás de ETA...Quién es este de Juana para que con una historia tan alejada del verdadero abertzalismo pretenda convertirse en el mayor salvapatrias de Euzkadi. Yo me pregunto, por qué??? Empujado por quién y para qué??

Anónimo dijo...

La respuesta es evidente. En la cúpula de ETA hay alguien, con gran capacidad de influir en las decisiones de la organización, que está empeñado en dar siempre la razón a Mayor Oreja. ¿Por qué Mayor Oreja es, siempre, quien mejor vaticina lo que ETA hace o va a hacer?

gaztelupe dijo...

¿Y por que Joseba Egibar es la persona que mas se equivoca con relación a ETA?.
¿Sera porque se cree todo lo que le dicen los Arrese,los Iruin,los Aguirres,los Otegis?.es que el hombre no da ni una.Parece Pernando y Arnaldo,que como Ovidio y Otilio,se equivocan a domicilio.

Anónimo dijo...

Por cierto. Primero, respeto a la madre de De Juana que bastante habrá tenido que sufrir. Pero a partir de ahí, valiente fascista el De Juana. Asesino, cruel (como los comentarios hirientes tras el doble asesinato de Sevilla demuestran), hijo de fascista de la falange, nieto de militar, y él también un fascista de ETA de tomo y lomo Vaya joya! Ese Estado que tanto denosta tendrá sus defectos, pero ha demostrado ser más recto y humanitario que el sinverguenza de De Juana.
Me alegro de la decisión del Supremo, pero no por ello dejo de pensar que, aunque sujeto de derechos, De Juana es un tipo repugnante.

Feli Aguirre dijo...

En el PNV la gente normalita se enorgullece de personas como Agirre,Irujo,Landaburu,Rezola,Joseba Goikoetxea,Montxo Doral y asi.En Batasuna de tipos como De Juana que hasta tiene la cara de Anibal Lecter.
Yo creo que ahi esta la diferencia.

Anónimo dijo...

Pues a mí me da que tampoco en la IA le tienen demasiado cariño a De Juana. Nunca les ha gustado la guerra particular que se ha montado por su cuenta, poniéndose en el papel de protagonista y sin contar con el colectivo de presos. El agente político tenía que ser el EPPK (Euskal Preso Politikoen Kolektiboa) y no el pendejo de De Juana. Otra cosa es que se aprovechen de su situación para alimentar sus dinámicas desestabilizadoras. Pero en este punto no nos vamos a sorprender ahora, ¿no?

Anónimo dijo...

¿Cuando estaremos en condiciones de hacer balance sobre las inmensas bazas que la estrategia de ETA y de la IA han dado a la derecha española más rancia? ¿Cuando dispondremos de información nutrida y fidedigna sobre los mecanismos que durante los últimos 20 años han hecho posible esa alianza objetiva entre ETA y la ultraderecha española? Ardo en deseos de conocer la verdad y toda la verdad sobre el particular. Sólo lamento el hecho de que, cuando lo sepamos todo, o casi todo, será demasiado tarde para echárselo en cara a los responsables y destituir a los incautos.

irune dijo...

La actuación de ETA durante la Dictadura fescista de franco fue la respuesta más dura y radical del nacionalismo vasco. tenía predicamento, no había manera de actuar en política, la represión ahogaba cualquier amago de libertad y de mostrarse vasco o vasca. PERO desde la transción política, desde los tiempos de Adolfo Suárez y Felipe González y qué decir posteriormente ETA es una aliada objetiva del nacionalismo español más cutre, derechoso, retrógado y golpista. así de claro y de sencillo. La amnistía de 1977 es un punto de inflexión que la historia juzgará con rigor. En Democracia el accionar de ETA ha sido un baldón y una auténtica vergüenza para la libertad, para la democracia y para el autogobierno de Euskadi. Por cierto, se diga lo que se diga, febrero del 2007 y nos viene Arnaldo Otegi ofraciendo algo así como el srtículo 2 del estatuto de Autonomía de Gernika...y todo ello después de casi 1.000 muertos y con el resultado de otros casi mil personas entre presos y exiliados. Una proez vamos. Y qué decir de Navarra? ETA ha sido para el nacionalismo vasco en Navarra el enemigo número 1, creador potencialmente de UPN y alejador máximo de cualquier posible acuerdo amable entre la Comunidad Autónoma y la navarra Foral. Un desastre vamos! EAJ/PNV es el espejo donde se refleja el fracaso de una ETA que fue incapaz de leer e interpretar que se abrían nuevos paisajes tanto en Euskadi como en el Estado español. ETA es fiel exponente de una organización torpe ideológicamente, ciega en sus análisis políticos, impermeable a la evolución de la sociedad y de la historia que ha intentado suplantar dichas carencias con la sangre y el matonismo político.

igeldo dijo...

Una vez más estoy de acuerdo con Irune. Hoy la mejor contribución que puede hacer ETA a la causa vasca es irse a casa de una pajotera vez!! La duda que tengo es quién es la perlita que manda realmente en esa caverna de iluminados.