La propuesta de Batasuna

Tras la ¿nueva? propuesta de Batasuna, una se sorprende de la cara dura que tienen los dirigentes de esta formación. ¿A qué viene a cuento vendernos ahora una propuesta nada novedosa como si fuera la panacea? Es normal que el resto de formaciones políticas se muestren escépticas ante el nuevo giro de tuerca de Otegi y compañía

Los partidos han acogido el acto de la izquierda abertzale en el Anaitasuna con la misma frialdad que dispensaron al avance de su propuesta política sobre territorialidad. Pese a su voluntad de colocar este documento al mismo nivel que el de Anoeta, Batasuna se ha topado en el resto de fuerzas vascas con la exigencia de que despeje dos carencias de las que, a su juicio, adolece el discurso del Anaitasuna. Por un lado, no pasó inadvertido el hecho de que durante el acto se eludiera cualquier referencia a la violencia o a ETA. Por otro, los demás partidos demandan un paso definitivo para desbrozar su presencia en las urnas y, por ende, que facilite un nuevo escenario hacia la paz.

Arnaldo Otegi y los suyos recuperaron el sábado un tono más esencialista en su reivindicación de "un Estado vasco, reunificado, socialista y euskaldun" que, no obstante, viene acompañado de un paso previo que tampoco ha pasado inadvertido: la intención manifestada por Askatasuna, por Juan Mari Olano, de zanjar el caso De Juana para no poner "en dificultades" al Gobierno de Rodríguez Zapatero.

En este contexto, desde socialistas a tripartito, pasando por el propio PP, el arco político vasco valoró ayer el acto de Pamplona sin apreciar novedades, subrayando fundamentalmente la ausencia del paso más esperado: una condena de la violencia o un llamamiento a ETA a renunciar a ella. Ahí situaron el listón del ejercicio de la política representantes del Partido Socialista, PNV, EA y EB.

Especulaciones al margen sobre la marca exhibida en el pabellón Anaitasuna -Euskal Herri Berria (EHB), sobre la que llamó ayer la atención el PP para que se tome nota y se proceda eventualmente a su ilegalización-, Batasuna no despejó el sábado qué camino seguirá para concurrir a las elecciones de mayo. A juicio de Begoña Errazti, presidenta de EA, si la izquierda abertzale pretende "caminar hacia la política" como se "intuyó" en Pamplona, debe "dar un paso que no da" y "ser claro" respecto a la violencia y los derechos humanos.

Las palabras de Errazti durante el Itsas Gudari Eguna traslucen una impresión más general sobre la apuesta posibilista de Batasuna con esta propuesta en relación a la territorialidad. Una impresión que, no obstante, choca también con la idea de que en el seno de la izquierda abertzale se vive un tira y afloja que va más allá de esta propuesta y se enmarca en el contexto más amplio y trascendente del proceso de paz. En este sentido, el portavoz del Euzkadi Buru Batzar del PNV, Iñigo Urkullu, aseguraba ayer que "la violencia y la política representan dos discursos contrapuestos, que se tratan de dos opciones incompatibles y que Olano y Otegi no caben en el mismo proyecto político".

En esta línea, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, acusó en la Cadena Ser a Arnaldo Otegi de ser "un poco ciclotímico", admitiendo que en su entrevista en La Vanguardia "se notaba alguna diferencia" para advertir a continuación de que "en este tiempo no son suficientes las palabras. La palabra es cumplir la ley".

De este modo, la clase política vasca permanece a la expectativa de algún movimiento que decante la balanza y que, por otra parte, se espera próximo en el tiempo dada, sobre todo, la premura que impone el calendario electoral.

Claramente lo decía ayer el parlamentario de EB Oskar Matute, para quien ETA debería acompañar con "una declaración" el "escenario de expectativa" creado en Euskadi por el "desbloqueo" del caso De Juana , la presentación de la "alternativa" de Batasuna -que tachó de "electoralista" y "edulcorada"- y el respaldo de EHAK en el Parlamento Vasco a una iniciativa que "rechaza la violencia, el chantaje y la extorsión". El último pronunciamiento público de ETA data del 9 de enero