La Administración y el euskera

Carta al director en El Diario Vasco.

La nefasta política que se viene practicando con el euskera en la Administración está provocando que muchas personas hayan comenzado a odiar este idioma. Así está ocurriendo, sobre todo, con muchos euskaldun-zaharras que solemos emplear esta lengua habitualmente pero no alcanzamos el "nivel" gramatical exigido para ocupar un puesto de trabajo público. Después de invertir horas y horas de estudio para mejorar el conocimiento del euskera, a costa de perder horas de trabajo y dedicación a la familia o al tiempo libre, la Administración nos dice que no merecemos el dichoso perfil lingüístico.

Esto fue lo que ocurrió en la reciente Oferta Pública de Empleo (OPE) de Osakidetza. En la primera prueba (un test de 45 preguntas) eliminaron al 60% de los aspirantes. En el segundo examen (responder un breve cuestionario y redactar un texto de apenas 10 líneas) fue excluido otro alto porcentaje de opositores. Todas estas personas no podrán asistir a la última prueba oral. Es ésta, precisamente, en la que los euskaldun-zaharras mejor se manejan. Porque es el idioma que empleamos a menudo y que utilizamos con los pacientes de Osakidetza. (Hablamos de unos 15.000 opositores de los que va a conseguir un perfil alrededor de 2.500). Entonces ¿por qué se cierra la puerta a tantas personas que dominan el euskera hablado y están capacitados para emplearlo en su puesto de trabajo? El perfil lingüístico se está convirtiendo en un filtro indiscriminado para trabajar en la Administración. A este paso, puede ocurrir que accedan a los puestos públicos aquellas personas con amplios conocimientos gramaticales del euskera, pero con escasa capacidad para hablarlo. Hay algo que no funciona en el sistema de selección del personal y en la convalidación de los perfiles lingüísticos. No es justo que quienes utilizan el euskera y además se preocupan por aprender su gramática se queden fuera por no "merecer" un perfil lingüístico.

No se le puede suspender a una persona que trabaja en Osakidetza como enfermero/a , celador/a ó médico/a porque ha cometido unos pocos errores en una redacción de 10 líneas. Esa persona nunca va a necesitar escribirlas en su puesto de trabajo. Lo injusto es que a efectos de la Administración esa persona no alcanza el perfil exigido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

zure euskara hobetzeko on egingo zizun artikulu hau euskaraz idazti izanak! euskaldun zaharra izateak ez du ziurtatzen zure euskara maila onargarria izatea!