El PNV rechaza estar en foros soberanistas que no condenen la violencia con «claridad»
El PNV quiere marcar distancias sobre los foros soberanistas que en la actualidad están activos, como es el caso de la Mesa de Maltzaga, porque considera que algunas fuerzas que forman parte de esas plataformas «no tienen un pronunciamiento expreso y claro con respecto a la violencia». El presidente del EBB, Iñigo Urkullu, dejó meridianamente claro que su partido no estará en un movimiento soberanista sin garantías. Los peneuvistas no quieren repetir la experiencia del fracasado Pacto de Lizarra que se firmó el 12 de septiembre de 1998, cuatro días antes de que ETA declarase la tregua.
«Desde las experiencias anteriores que hemos tenido en el PNV, no podemos vivir con el riesgo de mezclar paz con normalización política y pensar que la normalización política puede estar tutelada por las amenazas, chantajes o extorsiones de quien utiliza el ropaje político-ideológico abertzale para determinados fines que no compartimos», precisó Urkullu, quien, no obstante, aplaudió cualquier iniciativa que busque «fórmulas para un proceso de normalización política de Euskadi».
Las dudas de Urkullu fueron inmediatamente aclaradas por fuentes cercanas a Euskaria Fundazioa, que gestiona la Mesa de Maltzaga, quienes aseguraron que ese colectivo tiene un «pedigrí democrático irreprochable» y no está mezclado «con ninguna iniciativa que tenga como base el ejercicio de la violencia».
«Pretendemos ser un lugar de encuentro de las fuerzas en favor de la soberanía vasca para impulsar un proceso que pueda tener como fin la llegada a la paz, profundizar en el derecho de autodeterminación y, por supuesto, en la construcción de un Estado vasco en Europa», explicaron desde Euskaria Fundazioa.
A falta de cuatro meses para las elecciones autonómicas en Euskadi, los partidos no se arriesgan a dar pasos en falso en determinados escenarios, sobre todo cuando en círculos cercanos a la Mesa de Maltzaga se apuesta por reeditar el Pacto de Lizarra o unificar la asamblea de electos Udalbiltza, organismo que quedó roto después de que los nacionalistas se separasen de los ediles de la izquierda abertzale tras la ruptura de la tregua de 1999.
La Mesa de Maltzaga, que se reunirá el próximo sábado en Estella, fue presentada en sociedad el pasado mes de abril y el grupo de trabajo de la iniciativa soberanista está integrado por un total de 14 personas, entre las que se encuentran el miembro de la izquierda abertzale Santiago Bereziartua, la ex presidenta de EA Begoña Errazti, el también militante de esta formación Mikel Ezkerro, el jeltzale Txomin Ormaetxea y el representante de Aralar Iñaki Aldekoa, además de miembros de Abertzaleen Batasuna (AB). A este grupo se incorporarán en próximas fechas otras seis personas.
Posteriormente, este foro «de intermediación soberanista», ha recibido un total de 1.427 adhesiones, entre los que se encuentran el ex dirigente de HB Tasio Erkizia y el que fuera miembro de la Mesa Nacional de Batasuna José Luis Elkoro, el presidente de EA, Unai Ziarreta, el consejero de Justicia, Joseba Azkarraga (EA), su antecesor en el cargo, Sabin Intxaurraga, el eurodiputado de Eusko Alkartasuna, Mikel Irujo, y el coordinador y el vicecoordinador de Aralar, Patxi Zabaleta y Jon Abril, respectivamente.
Están muchos políticos, pero en el núcleo duro de este foro soberanista no aparecen los nombres destacados de dirigentes de las ejecutivas de las principales formaciones nacionalistas, aunque destaca la presencia de un buen número de cargos de EA en torno a esta iniciativa. «No es una plataforma decisoria sino un colectivo que reúne a personas bienintencionadas que respaldan un proyecto soberanista», explican en medios cercanos a este foro
En relación a la posibilidad de que estos foros soberanistas puedan ser plataforma para gestar las denominadas 'listas blancas' de la izquierda abertzale, Urkullu dijo que «todas las sensibilidades ideológicas» conocen cuáles son los requisitos para concurrir a las elecciones y «no necesitan para ellos paraguas artificiales».
Desde las filas de Aralar también se desmonta de alguna manera la posibilidad de que pueda haber «a la vista» un polo soberanista que pueda llegar a representar un nuevo acuerdo de Lizarra porque recuerdan que «aquella unión política fue mucho más amplia». En este sentido, Patxi Zabaleta, coordinador general de esa formación, abogó por la defensa del derecho a decidir «buscando la unión de fuerzas desde el PNV hasta Batasuna y ANV incluidos».
Zabaleta, en una entrevista a la radio pública vasca, envió un mensaje a las formaciones ilegalizadas para que se desmarquen de la violencia. «Cuando se exclusivicen, cuando se declaren que sólo los caminos políticos son los efectivos y posibles, entonces estaremos, no sólo juntos, sino condicionaremos y haremos política del futuro». «No para sustituir al PNV, que es el error vanguardista en el que, a veces, caen, sino para competir con el PNV en determinado tipo de políticas», señaló el máximo dirigente de Aralar.
Y si el PNV se distanciaba con el denominado polo soberanista porque algunos de sus miembros no condenan con claridad la violencia, el representante de la izquierda abertzale Xanti Kiroga replicó al abogar por un trabajo común de quienes «defienden la independencia de Euskadi frente a un PNV», dijo, dedicado a gestionar el «legado postfranquista».
En la ofrenda floral que se celebró ayer en Bilbao ante la escultura que recuerda a Brouard, Kiroga criticó al PNV, al que acusó también de «negador de derechos». «Muchos que brindaron por la muerte de Franco, hoy gestionan su legado frente a los intereses del país», dijo el ex parlamentario navarro de EH y ex miembro de la Mesa Nacional de Batasuna.
«Los que se levantaron de Txiberta (localidad vascofrancesa donde ETA y la izquierda abertzale propusieron al PNV no aceptar la transición hacia un Estado constitucional y autonómico) hoy tienen poco margen para repetir la maniobra de hace 30 años», dijo.
De esta manera, Kiroga hizo un llamamiento a «todas las fuerzas independentistas» para realizar un trabajo común «en todos los ámbitos», desde la educación al mundo laboral y la movilización, «porque -afirmó- ganaremos».
Para el representante de la izquierda abertzale, Franco «dejó atado y bien atado» el futuro con una Constitución que «es la máxima expresión del sometimiento de Euskal Herria al yugo con España» y que se ha convertido en el «tótem del unionismo español, que sigue negándose a reconocer a Euskal Herria el derecho a decidir».
3 comentarios:
Ya era hora Iñigo.Si hubieras dicho esto en Lizarra y en la propuesta del derecho a decidir con dos votos de la Nekane otro gallo cantar´ía.
Oso ondo Iñigo. Ya lo dijo el Lehendakari "la solución no es Lizarra ni Ajuria Enea". La solución es un nuevo acuerdo con los partidos políticos vascos para defender un Nuevo Concierto Político con España que actualice y amplie el autogobierno y reconozca el Derecho a Decidir de la sociedad vasca. Un nuevo acuerdo multipartito basado en el "no imponer, no impedir" que propuso Josu Jon Imaz.
Nunca es tarde si la dicha es buena.Ojala lo hubierais dicho antes y ejecutado con firmeza.Pero la yenka que llevais os ha hecho mucho daño.
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