El PSE acepta las exigencias del PP a cambio de estabilidad para el nuevo Gobierno Vasco

Por escrito y bajo la vigilancia de una Comisión de Seguimiento. Así es el acuerdo de gobierno sin coalición que el miércoles firmarán los líderes del PSE-EE y el PP, Patxi López y Antonio Basagoiti. El texto, desarrollado en once folios y por ahora escrito sólo en castellano, se dio a conocer ayer bajo el título "Bases para el cambio democrático al servicio de la sociedad vasca". Para los firmantes del acuerdo, la legislatura que empieza es "una oportunidad irrenunciable para defender las libertades, conseguir la paz, la igualdad, la convivencia, la tolerancia y el pluralismo político, desde una gran acción política basada en el diálogo, el encuentro, el acuerdo y el consenso".

El PP ha conseguido que los dos líderes rubriquen el acuerdo por escrito, cosa que no quería el PSE. Muchos de los acuerdos contenidos en el documento, sobre todo en materia lingüística, educativa y de medios públicos llevan su impronta y, además, no sólo será socio "preferente" de los socialistas. El futuro ejecutivo de Patxi López tendrá en el partido de Basagoiti al interlocutor prioritario de cara a pactar los presupuestos. Como contrapartida, el PSE se garantiza la estabilidad cortando las alas al PP ante la tentación de apoyar o promover una moción de censura contra López.

Tal y como se ha venido contando desde que comenzaron las negociaciones entre PSE y PP, el documento que guiará al gobierno socialista durante sus cuatro años de mandato contiene los seis objetivos explicitados desde el 1-M por los populares como contrapartida a su apoyo a la presidencia de Patxi López: "Política en defensa de las libertades y contra el terrorismo"; "Política para hacer frente a la crisis económica y crear empleo"; "Política de desarrollo de nuestro autogobierno"; "Políticas sectoriales (Educación, Política lingüística, Sanidad); "Vivienda, infraestructura y medio ambiente"; "EITB. medios de comunicación públicos al servicio de todos".

El documento de gobierno expresa sin entrar en mayores concreciones las principales aspiraciones de las dos formaciones constitucionalistas en la nueva legislatura. Sin embargo, sí se adivinan las primeras medidas concretas en capítulos como la educación, la política lingüística, o EITB, donde ya se anuncia el fin del mapa de Euskal Herria para informar del tiempo, un quebradero de cabeza para los medios de comunicación españoles estos últimos días. "Las representaciones gráficas e infográficas se inscribirán en la realidad política e institucional que representa la Comunidad Autónoma del País Vasco".

Euskera Pero donde se adivina la impronta constitucionalista es en educación y política lingüística. El nuevo gobierno con el apoyo del PP va a garantizar la libre elección de los padres de la lengua vehicular de sus vástagos, quedando el otro idioma oficial sujeto a lo que se denomina como "aprendizaje obligatorio", sin establecer los límites de ese aprendizaje y sin contemplar el dominio de la lengua como un fin en si mismo. Es lo que el documento denomina "bilingüismo integrador" y que se materializará con otras decisiones como la "deregación inmediata" de los artículos concernientes a la política lingüística recogidos en los decretos que establecen los currículos de la educación básica, infantil y bachiller, o la eliminación de las subvenciones para las ikastolas de Navarra e Iparralde. Además, la asignación de los perfiles lingüísticos en la administración se hará "en función de las necesidades para garantizar" el derecho de los ciudadanos a relacionarse en cualquier de las dos lenguas oficiales, que equivaldría a la atención ciudadana en ventanilla.

Ambos partidos se comprometen a la "reforma profunda de EITB" para ajustarla al marco institucional de la CAV y el acuerdo con el Gobierno español "para completar el desarrollo del Estatuto de Gernika en las materias con medios pendientes de transferencia". El documento no menciona la reforma estatutaria prometida por el PSE.