Lo lógico sería llegar a un pacto de no agresión con el Partido Socialista


Entrevista en Noticias de Gipuzkoa a Joseba Egibar.

¿Respiró aliviado al ver que el PNV de Gipuzkoa salvaba la papeleta tras dos victorias consecutivas del PSE en este territorio?

Sabíamos que eran unas elecciones difíciles, pero también estábamos convencidos de que podíamos ganar con cierta holgura, como ha sucedido. Veo como destacable que conservamos una presencia notable en las zonas urbanas y hemos tenido resultados especialmente favorables en algunos municipios, como Zarautz. Es una victoria reconfortante y a la vez comprometida, porque ahora nos toca administrar de la mejor manera el resultado.

Han perdido 40.000 votos respecto a 2005 y EA sólo se ha llevado 16.000 de esas papeletas. ¿Le preocupa esa fuga de voto?

Hay que ver los resultados en perspectiva. La participación ha bajado en general y en esta ocasión no concurríamos en coalición. Lo importante es el porcentaje de apoyo que hemos logrado, el 37% sobre el voto emitido. Un magnífico resultado.

Urkullu ha anunciado que buscará un gobierno sólido porque así lo exige la crisis. ¿Esa solidez pasa por buscar el acuerdo con el PSE?

Cuando hablamos de un gobierno sólido hablamos de un gobierno con un programa comprometido, a pie de tierra, que marca en su jerarquía de prioridades la crisis económica y el autogobierno. Eso perfectamente se puede materializar con un gobierno del PNV en minoría que haga acuerdos puntuales con otros grupos.

Pero un gobierno en minoría no trasmite precisamente solidez.

Felipe González tuvo gobiernos en minoría y Aznar y el propio Zapatero también. Otra cosa es que en esta situación toque combinar con otras formaciones políticas. El tripartito también estaba en minoría, tenía 32 votos. Ahora el PNV tiene 30 y la fórmula que vemos más factible es poder gobernar en solitario, procurando los acuerdos correspondientes para sacar adelante nuestros proyectos de gobierno.

Pero la mayoría sólo da con el PSE y el PP. ¿Están más abocados al pacto con los socialistas que nunca?

El Partido Socialista ya ha dicho que no renuncia a que Patxi López sea lehendakari y que no contempla en ningún caso un escenario en el que un socialista sea vicelehendakari de Ibarretxe. Lo han dicho por activa y por pasiva. Si el Partido Socialista mantiene esa posición, sólo hay dos opciones: o gobierna el PNV o gobierna el PSE, no veo a los dos partidos gobernando juntos hoy por hoy, entre otras cosas porque Patxi López lo ha descartado.

¿Aún y todo explorará el PNV el acuerdo con el PSE?

Haremos nuestro planteamiento a todas las formaciones políticas.

Ibarretxe dijo que habrá un doble canal de negociación con el resto de siglas, el suyo propio y el de la dirección del PNV. ¿Quién llevará el peso de la negociación?

El peso se llevará de manera conjunta. Ibarretxe es nuestro candidato a lehendakari y con el aval de 30 escaños vamos a hacer una primera ronda de contactos.

¿Ve a Zapatero capaz de asumir el coste de no contar con el apoyo del PNV en Madrid? CiU avisó ayer que no será el salvavidas del PSOE…

Zapatero ha dicho que dejará las manos libres a Patxi López, pero creo que tanto el PSOE como el PSE tendrán que ponderar si merece la pena iniciar una línea de desestabilización institucional con un gobierno apoyado con votos del PP o en su caso UPyD después de repetir en campaña que bajo ningún concepto se va a echar mano de políticas frentistas. Por mucha razón de Estado que tengan para tomar el control de Euskadi, deberán reflexionar si asumen ese riesgo. Si su conclusión es que les merece la pena obtener los votos de la investidura y después ya veremos, iniciarán una línea de trabajo político que se sabe como empieza, pero no como sigue y menos como acaba.

¿Ha sido un mal comienzo para Patxi López postularse como lehendakari de un gobierno en solitario?

Tiene legitimidad para hacerlo y quizá no tenía otra salida. Es un anuncio obligado, pero a la vez precipitado. Lo que ha pasado es que al PSE le han fallado los cálculos. Pensaban ganar al PNV, empatar o como mucho estar a dos o tres escaños, y resulta que están a seis. Puede que tuvieran programado sacar la investidura con el PP y después gobernar con partidos más pequeños como Aralar, EB y EA, consiguiendo así una arquitectura de gobierno nada frentista. Pero los números no le dan, no le salen las cuentas.

¿Le sorprende la derrota de EA?

Creo que obedece más a una decisión estratégica de fondo, más allá de la decisión coyuntural de no hacer una coalición con el PNV. Su electorado en general no ha comprendido que el que ha sido su lehendakari durante 10 años deje de serlo de la noche a la mañana.

¿Qué le parece el avance de Aralar?

Aralar ha acertado. Su éxito no es cuestión de los 15 días de campaña. En los últimos años ha ido procurándose un espacio no sólo discursivo, sino de acción política, un perfil propio abertzale y de izquierdas que el electorado ha apreciado.

¿Se atreve a hacer una predicción del desenlace que tendrá la larga negociación que se avecina?

Lo que sé es que hay que mantener la cabeza fría. Hay mucho tiempo por delante y la procesión no acaba hasta que pasa el último fraile.

¿El PNV estaría abierto a volver a los tiempos de la transversalidad si los socialistas rectifican su aparente negativa a cualquier acercamiento a un gobierno presidido por Ibarretxe?

Nosotros para gobernar necesitamos compartir programa. Los socialistas ya lo conocen y lo han criticado hasta la saciedad. Han fetichizado esta década como la décadaIbarretxe y quieren que pase a la historia todo lo que tenga que ver con Ibarretxe, lo que considero una equivocación basada en una percepción un tanto obsesiva.

¿Entonces el pacto PSE-PNV sólo sería posible con la renuncia de López o Ibarretxe?

Aquí lo lógico sería un pacto de no agresión. Nosotros no agredimos en Madrid y cuando hay oportunidad de cobertura se negocia, y en Euskadi el PSE no inicia una andadura de investidura con el PP, en una línea que a buen seguro lleva a una desestabilización, porque los apoyos no se dan gratis. Ahora el PP puede anteponer la razón de Estado para eliminar la mancha verde que representa el PNV en el mapa, pero después exigirá lo suyo.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Este tio vive en la hinopia, o nos toma por tontos? ¿que ha ganado? ¿que? si no tiene mayoría absoluta ni llega a 38, es un fiasco como una catedral de grande, se van a la opsición de cabeza, si el PP ya les había regalado los escaños al PSOE antes de empezar las votaciones. ¿Nos toma por tontos o qué?

Anónimo dijo...

Joseba, qué pasa ahora ?:
¿que podemos ser transversales?.
¿Qué ocurre ahora con la milonga de que Iosu Inon nos llevaba a un pacto españolista?
Lo tuyo es la perpetuación indefinida en el partido. Espero q con ese mensaje de división q has traslado dentro del partido lo redirijas y de que las aguas puedan volver a su cauce en Gipuzkoa que es lo que te corresponde.

Anónimo dijo...

En mi opinion la única trasversalidad es la de tu me votas aquí, yo te voto allí, Gasteiz-MAdrid, coincido con Egibar. ¿acaso pensais que con imaz el pse iba a ser trasversal con el pnv? jajaja. Algunos escribis desde las casas del pueblo, sino no me lo explico

Anónimo dijo...

El "Txikito" de Andoain se arrogará la "Vitoria". Pues que tenga muy en cuenta, que se lo debemos a los votantes que tenemos, que son bastante más responsables que la "casta" que nos dirije.

Anónimo dijo...

Anonimo de las 22:22,tu has sido responsable? os vais a envenenar de la mala vava que teneis

Anónimo dijo...

creo que la transversalidad es un concepto obvio, es un concepto que entiende la izquierda sin lugar a dudas y que cuesta más digerir en la derecha. Yo entiendo que se debe a que se parte de planteamientos mas tradicionales y conservadores. Siempre me pareció audaz el aperturismo de Josu Jon Imaz que sueña con una Euskadi abierta el mundo, y abierta hacia si misma. La trasversalidad en una sociedad, multilingüe y multicultural como la vasca no es un privilegio, es una absoluta necesidad. Se está empezando a hablar que Patxi López quiere incorporar a su gobierno, consejeros conservadores y euskalzales para abrir su gobierno. La duda que surge es si ese intento de apertura va a provocar que se produzca una pinza conservadora en el parlamento... y empiecen a coincidir en votaciónes el PSE-ARALAR y Ezker Batua... es decir el tripartito de Elorza o a la catalana.