El PSE-EE sugiere al PNV que deje la radicalidad si quiere volver a gobernar

Poco ha durado el idilio de la unanimidad exhibida el miércoles en la Junta de Portavoces para condenar las amenazas de ETA al futuro Gobierno del PSE-EE. La herida abierta, fundamentalmente, entre las filas socialistas y jeltzales en la Cámara vasca es demasiado grande en este momento para tan fugaz sutura y más después del Aberri Eguna. La dirección del grupo socialista compareció ayer en rueda de prensa en el Parlamento para reclamar, una vez más, al PNV un "oposición responsable y constructiva", una reclamación con tintes de consejo: "Que nos imiten un poco, a nosotros nos fue bien -dijo José Antonio Pastor en referencia a la actitud socialista en la oposición la pasada legislatura-, la radicalidad y la política de frentes nunca le ha sentado bien al PNV".

El portavoz del PSE-EE en la Cámara vasca respondía así a las "campañas de intoxicación del PNV" y, más concretamente, a los discursos pronunciados con motivo del Aberri Eguna. Pastor estimó "particularmente sarcástico" que la acusación de promover un gobierno frentista "provenga de quienes abogan por formar frentes abertzales; de quienes interpretan su paso a la oposición como una victoria de España frente a Euskadi; de quienes están deslegitimando los resultados electorales; de quienes hablan de golpes institucionales y anuncian que no van a dar ni aire al nuevo gobierno".

A juicio de los socialistas, este tipo de discursos deberían matizarse "cuando ETA anuncia ya que tiene como objetivo prioritario al próximo Ejecutivo vasco". De algún modo, el PSE-EE trató ayer de desmontar el argumentario que el PNV ha desplegado en las últimas semanas -para poner en cuestión desde la utilización electoralista de la Ley de Partidos a la infidelidad a la promesa electoral de transversalidad, pasando por la condición de ganador electoral del PNV-, sugiriendo implícitamente que estos mensajes dan alas al discurso de ETA.

A partir de ahí, el PSE-EE deja claro lo que espera del PNV como futuro primer partido de la oposición: "Que sea capaz de hacer lo mismo que hicimos nosotros cuando estuvimos en la oposición, arrimar el hombro". Es más, Pastor se permitió aconsejar al PNV sobre su estrategia electoral para las futuras autonómicas, subrayando que "la sociedad vasca premia el diálogo y la moderación, y penaliza las posiciones extremas y las salidas de tono". "Los socialistas vascos estamos especialmente entrenados para el acuerdo", apostilló el portavoz del PSE-EE, dejando sobre la mesa el envite.

suspicacias En definitiva, espadas en alto que, por ahora, no tienen visos de envainarse. Las suspicacias entre unos y otros son tan importantes que hasta el calendario de arranque parlamentario ha sido objeto de polémica. El PNV, que preside al recién constituida Comisión de Incompatibilidades, no ha ocultado su malestar porque la debutante presidenta de la Cámara, la popular Arantza Quiroga, pusiera el miércoles fecha para el Pleno que debe aprobar su dictamen -el jueves 23- antes siquiera de que la Comisión haya recibido el preceptivo informe de los servicios jurídicos de la Cámara.

El malestar jeltzale se ha interpretado como voluntad de retrasar la investidura de Patxi López, intención desmentida ayer por el grupo nacionalista y sobre la que ya se especulaba en los corrillos de los pasillos del Legislativo antes incluso del Pleno del miércoles. Según explicaron fuentes del grupo del PNV, los jeltzales confían en poder convocar a la Comisión el lunes o el martes a más tardar, de manera que el Pleno pueda celebrarse el jueves.