El "otro cambio" del PSE
Artículo de José Manuel Bujanda en Noticias de Gipuzkoa
"Que no pueda formularse ningún reproche a la legitimidad de la investidura de Patxi López como lehendakari no quiere decir que se puedan desconocer las circunstancias que han hecho posible que existiera la mayoría parlamentaria que ha investido a Patxi López como lehendakari. Si se hubieran podido traducir en escaños los 100.000 votos nulos de la denominada izquierda abertzale, el PSOE y el PP no hubieran podido tener mayoría para la investidura del candidato socialista. Para la investidura de un candidato no nacionalista era necesaria, al menos por el momento, la anulación electoral de la izquierda abertzale. La mayoría de la investidura es una mayoría antinatural, constituida por dos partidos que tienen una trayectoria y un presente de enfrentamientos que van más allá de lo que es usual en las democracias parlamentarias europeas; tendremos que convenir que estamos, por lo tanto, ante una investidura anómala. En todo caso, conviene recordar que el nacionalismo vasco forma parte de la constitución material de España y que no es posible encontrar una fórmula de gobierno genuinamente democrática en la que dicho nacionalismo vasco no encuentre su sitio". Todas y cada una de estas reflexiones escritas son recientes, y literales, del columnista y político Javier Pérez Royo, no precisamente sospechoso de ser vasco, y menos de ser nacionalista.
Bien, ya tenemos gobierno socialista, pero dudo sinceramente quién es el que manda realmente, dudo que sea el lehendakari Patxi López. Más me inclino a pensar que sea Antonio Basagoiti, o incluso su jefe de filas, el mismísimo Mariano Rajoy. Lo que ha ocurrido, está ocurriendo y seguirá ocurriendo, es un claro ejemplo de cómo los votos socialistas sirven para que mande la derecha española en Euskadi, es un claro ejemplo de cómo los socialistas se han avenido a entregar las llaves del autogobierno de Euskadi-es decir, el auténtico mango de la sartén- al Partido Popular a cambio de -parece ser un inmenso placer- ser inquilinos realquilados en Ajuria Enea. Lejos queda aquello tan solemne del entonces candidato a lehendakari Patxi López de "…he dicho una y mil veces que no vamos a buscar acuerdos con un Partido Popular que lo único que sabe hacer en Euskadi es antinacionalismo y antisocialismo". Lejos quedan las proclamas vasquistas de salón con caducidad de producto previamente estropeado, antes incluso de su envasado. En fin, alegrémonos porque al menos en el pacto firmado por el PSE y el PP que garantiza el cambio político en esta tierra, se hace mención a la "mejora del autogobierno", aunque a uno se le hace insoportable dicha afirmación después de la constatación de la deslealtad reiteradamente manifestada desde hace treinta años para con el Estatuto de Gernika por los gobiernos del PSOE y del PP en Madrid. Un Gobierno que anuncia compromisos basados precisamente en el supuesto incumplimiento por parte de los anteriores gobiernos respecto a conceptos básicos para la convivencia ciudadana como la libertad, la pluralidad, la democracia, la enseñanza, la libre información, la lucha contra ETA, el respeto a los derechos humanos…
No puedo menos que mostrar mi desazón cuando llego a deducir que, ante esa declaración de intenciones del PPSOE , se podría deducir que hasta ahora los Gobiernos del PNV no defendían las libertades, ni la democracia, ni la pluralidad, ni combatían el terrorismo, pero que en cambio sí se dedicaban a imponer el euskera vetando el castellano y que se aplicaban machaconamente en manipular con descaro manifiesto la información de los medios públicos, saltándose olímpicamente los derechos humanos. Impúdico y políticamente lascivo.
Por cierto, ha olvidado el PSE los doce largos años que compartió responsabilidad de gobierno con el PNV con mando en carteras importantes como Educación, Transportes, Sanidad, Industria etc…alabando siempre, el PSE, los logros así obtenidos para el progreso de la sociedad vasca y la bondad de esa fórmula de gobierno que así representaba las dos grandes familias ideológicas de Euskadi. ¿Cuántas loas y cantares han hecho de aquel bipartito? Se les ha llenado la boca de hablar de acuerdos entre diferentes, de transversalidad, de aquello de reconocernos diferentes, de integración, de grandes pactos aquí y allá…Obviar que fue así es, sencillamente, obsceno. No llego a entender cómo el PSOE ha podido ofrecer en bandeja al PP esta oportunidad para, "dos por el precio de uno", echar al PNV del Gobierno Vasco, quedarse atado de pies y manos a su valedor, derrotar en la urnas al mismísimo PSOE en las próximas generales y todo ello después de dejarle huérfano en el Congreso de Diputados. Es por ello que lo del PPSOE me sigue pareciendo un precio carísimo para Zapatero.
Y a pesar de todo, como nacionalista vasco, creo en una Euskadi en la que los diferentes sentimientos de pertenencia de quienes componemos la sociedad vasca debemos compartir un proyecto de país cuyo futuro debemos construir también entre todos. Y creo, a pesar de todo, en la negociación, en el no imponer "aquí" y en el no impedir "allí". Y, lo repito, como nacionalista vasco que soy, afirmo radicalmente y con absoluta convicción, que los vascos tenemos derecho a decidir nuestro presente y nuestro futuro, y que tenemos que tener la inteligencia para pactar su concreción. Y no encuentro, por ello precisamente, y a pesar de todo, nada más sensato, y efectivo que la bilateralidad respetuosa y acordada entre Euskadi y España.
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