El PSOE vacía de contenido sus propuestas para no salir derrotado

Las dos medidas estrella lanzadas por Zapatero en el Debate sobre el Estado de la Nación, la eliminación de la deducción por vivienda para rentas superiores a 24.000 euros y la ampliación de la cobertura por desempleo (400 euros durante 6 meses para los parados que ya no cobran), quedaron ayer en meras declaraciones de intenciones al vaciarlas de contenido los socialistas para que no fueran rechazadas por el Congreso. Ambas medidas, junto al anunciado Plan Renove (que quedó en una declaración para "potenciar políticas que fortalezcan sectores estratégicos como el del automóvil"), fueron aprobadas gracias al respaldo de los grupos minoritarios, pero en ninguna se habla de cifras con lo que su valor real es nulo.

Por contra, el PSOE vio cómo el Congreso aprobaba una medida propuesta por el PNV para exigir al Gobierno un calendario legislativo que ponga fecha al debate de las leyes anunciadas, lo que supone un toque de atención a la estrategia de "paralización" que a juicio de la oposición ha impuesto Zapatero a la Cámara Alta.

En cifras, la vigésima edición del Debate sobre el estado de la Nación concluyó con la aprobación de 45 resoluciones, algo más de la mitad de las que se sometieron a votación, entre las que se incluyeron las 14 socialistas. El PSOE pactó enmiendas con todos los grupos parlamentarios y se aseguró de que sus propuestas consiguieran suficiente respaldo parlamentario, pero no pudo evitar que cuatro de los textos aprobados salieran adelante con su voto en contra: tres promovidos por el PNV (calendario legislativo, transparencia de altos cargos y pensiones de viudedad) y una de ERC-IU-ICV relativa al impulso de un pacto de estado por el empleo. Según los socialistas, en este caso su voto en contra se debió a una "confusión".

estrategia La estrategia seguida ayer por los socialistas fue clara: pactar el final del debate con las minorías del Congreso renunciando a sus propias propuestas para dejar así sin apoyos al PP. Como resultado de esta estrategia, los componentes del grupo mixto (salvo UPyD) lograron sacar 12 de sus 15 proposiciones y, por el contrario el grupo popular únicamente logró aprobar tres resoluciones, y dos de ellas pactadas.

Tras el PSOE, el PNV fue el grupo más beneficiado en el pleno de ayer, quedando patente el valor de bisagra de sus 6 diputados y las buenas relaciones que es capaz de mantener con la mayoría de los grupos parlamentarios (a excepción del PSOE). Los nacionalistas vascos lograron sacar adelante 7 de sus propuestas y, tres de ellas con el voto en contra de los socialistas que vieron así un atisbo de derrota en su estrategia.

CiU pudo aprobar 5 mociones y llevar el contenido de otras dos al acuerdo unánime sobre las pensiones, pero no logró que las ayudas directas a los automóviles se extendieran a motocicletas y vehículos industriales.

ERC, por su parte, contó con apoyos suficientes para tres propuestas, aunque una de ellas toma especial relevancia dado que fue de las pocas que incluyó valoración económica. Así se aprobó la creación de un fondo de 200 millones de euros para ayudar a las empresas afectadas por procesos de deslocalización, partida que deberá ir incluida en los Presupuestos de 2010.

Por su parte IU-ICV obtuvo el visto bueno del PSOE para ampliar la cobertura por desempleo e instar a las comunidades autónomas a incrementar la renta mínima de inserción. Eso sí, tampoco se concretaban cifras.

dudas La nota anecdótica o para la polémica fue la aprobación en el pleno, con el único voto en contra del PSOE, de una propuesta de resolución de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) que instaba al Gobierno a impulsar un "pacto de Estado por el empleo, la protección social y la economía productiva". En concreto, la propuesta abogaba por un acuerdo entre todas las fuerzas parlamentarias, el Ejecutivo, las comunidades autónomas y los agentes sociales y económicos" y abordaría aspectos fundamentales como la inversión en I+D+i, la reforma del sector público, la energía y el transporte y la FP.

El PSOE achacó el voto en contra a una "confusión pues en principio éramos favorables a la idea".