Los 'guipuzcoanos' creen que la integración interna de EA está "cada vez más difícil"

El sector guipuzcoano que lidera Iñaki Galdos reconoce en un escrito remitido al presidente de EA, Koldo Amezketa, que la integración interna del partido está "cada vez más difícil", una brecha que, en su opinión, no se cerrará con las ponencias de Organización y Política aprobadas por la ejecutiva nacional. A juicio del sector crítico, "ni el tono ni el contenido" de estos documentos que se debatirán en el congreso extraordinario de Vitoria (20-21 de junio) contribuyen a la convergencia de las diferentes sensibilidades que habitan la formación abertzale.

Las propuestas que la ejecutiva nacional de EA presentará a sus militantes en la cita de junio han causado "abatimiento" en la militancia guipuzcoana, que ve al partido alejándose de sus principios fundacionales. El sábado este diario publicó el contenido del proyecto de estatutos. La ponencia debilita hasta quitarles casi todo el poder a los órganos territoriales, y potencia la capacidad de decisión de los nacionales. Frente a este modelo organizativo, los 'críticos' proponen un "reparto competencial interno" en sintonía con el modelo de país, aplicando el "criterio territorial" para la elección interna de los representantes públicos.

En cualquier caso, los 'guipuzcoanos' han hecho saber a la dirección nacional su firme voluntad por "determinar el futuro del partido" y emplazan directamente a Amezketa para "un último esfuerzo" que permita recuperar los valores que en el nacimiento de EA "crearon tanta ilusión en tanta gente".

Este "último esfuerzo" pasaría por "la retirada de los proyectos de ponencia política y de organización" y por la "creación de una mesa en la que las diferentes sensibilidades internas colaboren a rehacer, en un clima de clarificación y consenso" las citadas ponencias.

Reuniones El pasado 8 de mayo representantes del sector guipuzcoano se reunieron con Koldo Amezketa en Donostia y le entregaron un documento de bases que recoge las prioridades estratégicas y organizativas que proponen para reconducir el partido en el inmediato futuro.

En una segunda reunión celebrada en Pamplona once días después, el sector liderado por Galdos trasladó a la dirección la urgencia por impulsar la "unidad de acción" de los nacionalistas e impedir de este modo el retroceso institucional en áreas tan sensibles para el autogobierno vasco como la educación, la cultura o el Concierto económico. Este objetivo pasaría por reeditar la coalición con el PNV y preparar al nacionalismo institucional para recuperar su hegemonía en las elecciones Municipales y Forales de 2011 y las Autonómicas de 2013.

Fue en este segundo encuentro cuando los 'críticos' solicitaron al presidente de EA mediante un escrito la retirada de las dos ponencias y el regreso a un punto cero para reiniciar el proceso de preparación del congreso extraordinario. Fuentes de este sector comentan que en el encuentro trasladaron a Amezketa su "preocupación" por el futuro del partido, una visión que tampoco es optimista en cuanto a la respuesta que puedan obtener sus peticiones.

Las mismas fuentes explicaron a este diario que también hicieron saber a la dirección su malestar con la adhesión de EA a la huelga general, no tanto por la convocatoria en sí como por el manifiesto que la justificó. Para este sector, este escrito contenía inaceptables críticas a la gestión institucional que realizó EA durante su aún reciente etapa de gobierno con PNV y EB.

Propuesta La estrategia de los 'guipuzcoanos' recogida en el documento entregado a la dirección nacional pasa por poner distancia con ETA y su mundo político. De hecho, declaran a la organización armada "primer enemigo del pueblo vasco". Por eso, y ante el nuevo tiempo abierto tras la llegada al poder de los partidos constitucionalistas, los liderados por Galdos creen que EA debe "evitar" que su oposición al ejecutivo de Patxi López "sea utilizada para alimentar el frente antisistema de ETA", al que atribuyen la pretensión de "destruir nuestras instituciones democráticas".

Opinan que la estrategia política de EA debe pasar por "aportar todo el capital social y político" a la unidad de acción nacionalista con vistas a las próximas citas electorales. En este sentido, reiteran su apuesta por "recuperar la coalición" y "renunciar a acciones o participar de alianzas" que entorpezcan el objetivo de recuperar para el nacionalismo el liderazgo institucional.

En cuanto a la organización del partido, los 'críticos creen que hay que "rehacer el tejido interno de lealtades" de acuerdo con el espíritu fundacional de EA, que rechazaba la confusión entre dirección y partido y daba cauce a la "expresión plural de las discrepancias internas". Además, reclaman la "elección directa de las ejecutivas por parte de sus propios afiliados o sus representantes" y exigen la "acreditación a través de un procedimiento fiable de la realidad del censo de afiliados".

Aunque las divergencias en el seno del partido vienen de lejos, en los últimos tiempos se han agudizado tras la debacle electoral. De fondo, palpita la pretensión oficialista por iniciar un camino hacia el soberanismo aunando fuerzas con formaciones y sectores independentistas y abandonando la coalición electoral con los jeltzales. Antes de las autonómicas ya hubo contactos con significados miembros de la izquierda abertzale para conformar una candidatura soberanista. El asesinato de Ignacio Uria en Azpeitia echó por tierra esta tentativa, que tampoco fraguó para las elecciones al Parlamento europeo.

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