Hondarribia: No todo vale

Carta al director aparecida en Noticias de Gipuzkoa

Los señores Jáuregui y Querejeta, alcalde y teniente de alcalde de Hondarribia, respectivamente, amén éste último de candidato a alcalde por el PNV, parecen empeñados en contribuir al cada vez mayor descrédito de la clase política, confundiendo la institución de todos los hondarribiarras, como es el Ayuntamiento con el batzoki del pueblo, y utilizando el dinero público para beneficio partidista.

El último capítulo de tan escandaloso proceder nos lo han ofrecido los ediles en un suplemento especial publicitario de un diario donde, tras pasar por caja, el señor alcalde cede a su delfín un protagonismo que canta tanto que incluso sonroja a gran parte de la sensata familia jelkide hondarribiarra.

Pero es que semanas antes ya nos encontramos al mismo protagonista ocupando a toda página nada más y nada menos que ¡la portada! de la revista municipal Informa Zaitez que, con el dinero de todos, buzonearon en nuestras casas.

Ante este cúmulo de abusos de poder, muchos nos preguntamos: por una parte, hasta cuándo va a durar esta campaña de promoción propagandística pagada por todos los ciudadanos; y por otra, dónde ha estado oculto este candidato durante sus doce largos años en el Ayuntamiento para que ahora necesite de esta desesperada campaña. Por último, somos también muchos los que lamentamos que el señor Jáuregui opte por su retirada de la vida municipal renunciando a ser el alcalde de todos y convirtiéndose en el promotor oficial de su delfín, cuestión ésta muy legítima, pero siempre que lo haga desde el batzoki, como afiliado al PNV y utilizando su propio dinero. En fin, ¡que no todo vale en política!

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Este señor, que tiene todo el derecho a pensar esto, está obviando una cosa bien sencilla, todos los ayuntamientos de Euskadi están hacendo esto, Odon Elorza, Alfonso Alonso, etc...no conozco nadie que quiera ganar unas elecciones que no aproveche su estatus de poder para tratar de que se le conozca mas, además en este caso uno puede criticar el gasto del ayuntamiento en publicidad, pero sale un edil de la corporación como hacen en Donostia, Vitoria, Eibar etc....

Anónimo dijo...

Este Señor que firma la carta pasó de ser de más español que un botijo a ser de Herri Batasuna. Muy coherente. Ahora, y por ello escribe esto, está casado con Birkide Elduayen, candidata a concejala por Eusko Alkartasuna. Aún así, perdonar la critica, pero no me parece muy oportuno que un blog que dice ser del partido se dedique a magnificar este tipo de cosas que es moneda corriente en la mayoría de los Ayuntamientos.

Anónimo dijo...

Por cierto, ¿a cuenta de qué se publico este artículo? ¿con qué objetivos? ¿Necesitáis otro Jauregi?

ibon artola dijo...

Me parece una anécdota local que no merece especial atención. Sólo se la presta la oposición cabreada (que, por cierto, donde ocupa la alcaldía hace exactamente lo mismo)y algún periódico que no quiere perder ni a uno sólo de los compradores que votan a EA. Y por favor, no confundir esto con el caso Jauregi. No tiene nada que ver. De aquí, ni aunque se exprima el asunto como un limón, puede salir un asunto tan grave como aquel.

Anónimo dijo...

Soy de Irun, conozco gente de Hondarribi, y Borja Jauregui ha sido un gran alcalde. Ha cuidado el pueblo, lo ha desarrollado bien, ha atendido a la gente y ha sabido encauzar el sentimiento de la gente del pueblo en el Alarde.
¡Zorionak a Borja! Se merece el descanso. Querejeta parece un poco más trepa. Ojalá llegue a ser como Jauregui, me alegraría. Pero bueno. Eso el tiempo lo dirá. Igual sí, porque todavia es joven.

FÍGARO dijo...

Yo también coincido con la opinión general: esto parece más una cuestión de rencillas locales (¡Pues ahora te enteras, que voy y lo pío todo!)que otra cosa, lo cual no quiere decir que este bien hecho.

De todas formas habría que diferenciar lo que es una práctica abusiva, y desde luego generalizada, que habría que corregir, quizá pactando algún tipo de código de estilo entre Partidos, de lo que puede ser ya un delito de malversación, un entrar a saco en las arcas públicas para sufragar los gastos propios con el dinero de todos.

Eso que se suele llamar piadosamente "propaganda institucional" cuando se hace en época electoral o preelectoral, huele a .....