Un acto unitario, tres años después del 'divorcio'

Si en 2005 la doble celebración del 110 aniversario del PNV en Bilbao y Mutriku se entendió como la prueba del divorcio existente entre los sectores que lideraban Josu Jon Imaz y Joseba Egibar, el acto unitario de ayer en la capital vizcaína supuso la confirmación del cierre de filas que quiere afianzar el partido jeltzale con Iñigo Urkullu como líder.

Después de tres años de actos separados y de discursos cruzados entre Imaz y Egibar, ayer el PNV apostó por tener una "antena única" a iniciativa del Gipuzko Buru Batzar, que renunció a contraprogramar al presidente del partido. Y lo hizo aun a costa de prescindir de la histórica cita que se celebraba en Mutriku ya antes del franquismo, clandestinamente en la dictadura y durante el mandato de Xabier Arzalluz, un gesto significativo en pos de la unidad, que el GBB "espera que se mantenga en años sucesivos".

Fuentes del partido en Gipuzkoa no descartan que en próximos aniversarios la cita oficial regrese a Mutriku, donde ayer se quiso celebrar la efeméride en petit comité y sin convocar a los medios de comunicación, frente a lo que ocurría con Imaz como presidente.

El propio Joseba Egibar llegó a tiempo para ofrecer un discurso a puerta cerrada en el batzoki de la localidad costera, tras participar en el acto encabezado por Urkullu en Sabin Etxea. El dirigente jeltzale no asistió a la misa previa y a la comida que tuvo lugar después de su breve reflexión política, a la que acudieron militantes del municipio y de localidades del entorno como Deba u Ondarroa