EA de Gipuzkoa cree un "grave error político" concurrir en solitario a las elecciones

Las fricciones entre los sectores de EA partidarios y no partidarios de trabajar en coalición con el PNV han vuelto a salir a la luz después de que el partido de Unai Ziarreta anunciara el lunes que descarta esta alianza para las próximas elecciones autonómicas, por coherencia con lo acordado en el Congreso extraordinario celebrado hace dos años. La Ejecutiva Regional de la formación en Gipuzkoa quiso aclarar ayer a través de un comunicado que, además de no compartir la decisión de no reeditar la entente con los jeltzales, la consideran "un grave error político".

La dirección guipuzcoana que encabeza Iñaki Galdos contradijo así las declaraciones hechas horas antes por Rafa Larreina, secretario de Política Institucional de EA, quien aseguró que la decisión la tomó el lunes la Ejecutiva Nacional del partido "en bloque, sin necesidad de votación, por asentimiento y con el acuerdo de absolutamente todos". Según lo que ha trascendido de este encuentro, Galdos expresó su oposición a descartar la alianza con los jeltzales, pero finalmente se impuso "por asentimiento" el criterio de Ziarreta, quien adujo el deseo mayoritario de las bases de mantener la línea marcada en 2007.

La Ejecutiva de EA en Gipuzkoa desmintió que esta decisión "haya sido contrastada con el sentir de las bases" del partido en este territorio. Las tensiones vuelven a hacerse patentes, pese al declarado deseo de Galdos de no resucitar la crisis que desencadenó esta cuestión hace dos años, zanjada con un Congreso extraordinario en el que el 61% de los compromisarios se mostró a favor de que EA trabaje en solitario.

La Ejecutiva de Gipuzkoa reafirmó su deseo de no hacer una guerra de esta cuestión y explicó que con la nota de ayer sólo ha querido "dejar constancia" de su opinión. La dirección del partido no quiso valorar esta declaración y remitió a la rueda de prensa que ofrecerán hoy en Vitoria Ziarreta y Joseba Azkarraga.

ajuste de posiciones La incógnita despejada por EA ha tenido como consecuencia inmediata el reajuste de posiciones de los diferentes protagonistas del tablero de juego político vasco. El partido que preside Ziarreta comenzó desde ayer mismo a remarcar sus diferencias con los jeltzales, que lamentaron el giro dado por EA pero aseguraron que "no será su adversario político" en los comicios de marzo. Por su parte, el PP interpretó la decisión como un modo de entreabrir la puerta a un pactoalacatalana que una los destinos de EA y el PSE, en referencia a la alianza entre el PSC, ERC e ICV.

Al escueto comunicado emitido el lunes por EA para anunciar su decisión siguió ayer una explicación más amplia de Larreina, quien justificó la distancia marcada con los jeltzales como un modo de evitar ser arrastrados por el "alejamiento de la cuestión soberanista" que perciben en el PNV.

Un alejamiento reflejado, según enumeró, en el "recorte" del "margen de actuación" del lehendakari Juan José Ibarretxe, en que el partido jeltzale "no ha mantenido el discurso de la consulta" y en el "freno" puesto por "importantes sectores" de la formación a la hora de "llevar el derecho a decidir a las instituciones europeas".

En una entrevista concedida a HerriIrratia-LoyolaMedia , Larreina consideró que con su decisión de concurrir en solitario a las elecciones EA puede influir para que el PNV "no derive hacia el autonomismo y siga en posiciones soberanistas", y conseguir así desbloquear el conflicto político vasco. "La forma de lograr el desbloqueo de la situación política es liderando e impulsando un pueblo soberanista fuerte, claro, que sin ambigüedades defienda el derecho a decidir de la sociedad vasca y obligue a unos y otros a moverse", declaró.

Negó que EA busque el voto de la izquierda abertzale ilegalizada al dar este paso y vino a reconocer que en la decisión sí han podido pesar los roces con el PNV que ha habido en los años de gobierno conjunto. "En coalición las cosas quedan muy difuminadas y, al final, quien decide muchas veces sin contar con el otro socio es el socio mayoritario", manifestó Larreina, quien defendió la necesidad de "reforzar a EA como tal" tras destacar como la más clara valedora de la política desarrollada por el Gobierno Vasco en los últimos ocho años.

Sin descartar pactos poselectorales con el PNV u otras siglas, el consejero de Educación, Tontxu Campos, afirmó que es "sano y democrático" que EA "confronte" el calado de su mensaje con la ciudadanía para conocer de forma precisa el respaldo con el que cuenta. "Es importante defender los principios propios", expuso.

Fueron las palabras que utilizó el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, para valorar la decisión de EA. La consideró una opción "respetable", aunque opinó que "no responde a esa vocación de relación estrecha" entre ambas formaciones que a su juicio demanda la sociedad y por la que el propio PNV aboga, convencido de la conveniencia de tener "estrategias compartidas" frente al avance de otros partidos entre las siglas que conforman "el nacionalismo vasco democrático, de base, de compromiso y vocación institucional".

Lamentó que los dirigentes de EA no hayan comunicado personalmente la decisión al PNV y mostró su especial "preocupación" por que hayan utilizado esta "forma de proceder" ante el propio Ibarretxe, que ha sido su candidato a lehendakari en 2001 y 2005. "Que uno se tenga que enterar por la nota de prensa, lo dejo a valoración de cualquiera", dijo. Rechazó además los "cálculos electoralistas" sobre la posibilidad de que la decisión de EA provoque que se acorten las distancias del PNV con el PSE-EE.

Por el contrario, el PP vasco tiene muy presentes los nuevos equilibrios que genera esta decisión. El presidente de los populares en Álava, Alfonso Alonso, advirtió de que la no reedición de la coalición entre el PNV y EA abre el camino hacia un "pacto a la catalana", lo que tradujo como "un partido socialista entregado al nacionalismo más radical".

Según Alonso -que describió a EA como la portadora de "las tesis más extremistas en cuanto a la defensa de la consulta de Ibarretxe como vía para alcanzar una hipotética independencia" para el País Vasco-, la formación de Ziarreta busca "acaparar el voto más radical, el voto de Batasuna". Además, vaticinó que si se consumara la alianza entre el PSE-EE y EA, los vascos tendrían "un gobierno soportado con los votos de Batasuna" y serían "rehenes de políticas cuya prioridad no son las personas, sino el territorio".

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sabeis lo malo de esto?.Pues que Iñaki Galdos es el lider natural del PNV en Gipuzkoa y Joseba Egibar el de EA.

Anónimo dijo...

¿Por qué no hacemos un trueque? Egibar a EA y Galdos al PNV. Y EA a desaparecer también en Gipuzkoa.

Anónimo dijo...

Lo del Ziarreta es de traca total... ni socialdemocrata ni nada. El otro día escuchandolo en la radio me quedé a cuadros. Su politica enconómica pasa por decirle a la Kutxa que dé crédito a diestro y siniestro!

En Gipuzkoa tienen dos escañitos asegurados... Venga a competir con Ezker Batua Txapeldunes!!