El rodillo del alcalde del PNV en Orio

Artículo de Iñaki Garcia Aranbarri, concejal de Ezker Batua-Berdeak en Orio, en Noticias de Gipuzkoa.

El pleno que celebró el Ayuntamiento de Orio el pasado martes, 28 de octubre, se caracterizó, una vez más, por las formas y maneras antidemocráticas y restrictivas del alcalde, Jon Redondo, quien desautorizó a su concejal y presidente de la Comisión de Hacienda, pasó el rodillo a los demás componentes de la citada comisión y subió la tasa de basura en un 20%, a pesar de que anteriormente se había acordado incrementar esta tasa como máximo en un 10%.

Me remito a los hechos. En la Comisión de Hacienda celebrada el día 1 de octubre se acordó, por consenso de todas las fuerzas políticas presentes, aprobar la subida de las tasa de recogida de basura en un 10%, tal y como planteaba Ezker Batua-Berdeak. Se pudo llegar a un consenso aprobando esta propuesta intermedia entre el incremento del 15% que planteaba el presidente de la comisión del PNV y el 5% que proponía el Grupo Mixto.

En la siguiente Comisión de Hacienda, celebrada el miércoles 22 de octubre, el presidente de la misma proponía modificar el dictamen de la comisión anterior proponiendo la subida de la tasa de basura en un 20%. Esta propuesta, evidentemente, no obtuvo mayoría y se trasladó para su aprobación al Pleno del martes, 28 de octubre. En la sesión plenaria se dio luz verde a este incremento del 20%, que se aprobó únicamente por un voto, ya que la oposición mantuvo su propuesta de que la tasa no subiera más del 10%, especialmente en estos momentos de crisis que padecemos.

Cuando por primera vez en esta legislatura, todas las fuerzas políticas somos capaces de llegar a un consenso, algo inaudito, el alcalde Jon Redondo hace uso del don que posee y desautoriza a su concejal presidente de la Comisión, pasa el rodillo a los demás componentes de la comisión, e incrementa la tasa de basura en un 20%.

Por otra parte, otro de los puntos del orden del día del Pleno era aprobar la modificación del reglamento de la Mancomunidad Urola Kosta que, en uno de sus apartados, recoge la modificación de la representatividad en la misma. Hasta ahora las poblaciones que no llegaban a 5.000 habitantes tenían dos representantes, pero como Orio ha superado este número de habitantes le correspondían tres representantes. Precisamente, ese tercero le correspondía a Ezker Batua-Berdeak.

Pues bien, a pesar de las protestas de EB y otras formaciones, el alcalde sometió a votación la modificación de la norma, para que si el municipio no alcanza los 6.000 habitantes no pueda tener un tercer representante en la Mancomunidad, dejando fuera de la misma a Ezker Batua-Berdeak.

De esta forma, el PNV no pierde la mayoría en la Mancomunidad y puede seguir haciendo y deshaciendo a su antojo, como si de un cortijo se tratara y ellos fueran sus señoritos.

Esto no tiene nombre, en pleno siglo XXI todavía hay personas que confunden el país con una república bananera y sin el menor rubor dicen hacerlo para "dominar el cotarro". "Atraco a mano armada" o sencillamente una tomadura de pelo.

Cuando Ibarretxe nos llama a la participación ciudadana por el derecho a decidir, un acólito suyo como el alcalde de Orio, restringe la participación; a la luz del día y con taquígrafos, ostentando su bajo perfil democrático.

En la Mancomunidad de Urola Kosta, el PSE y Ezker Batua-Berdeak ostentan el 33% con tres representantes y el PNV con el 30,02 % tiene ocho representantes. Lo mismo sucede con la injusta Ley Electoral a nivel estatal con Izquierda Unida: un diputado requiere 481.520 votos y el mismo diputado al PNV le cuesta 50.541votos.