El voto secreto puede hacer posible que la integración sea avalada por más de 66 apoyos

La posibilidad de que el sistema de voto secreto permita contar con más apoyos de los 66 votos favorables a la fusión de Kutxa con BBK -con lo que la asamblea general de la entidad aprobará el proceso de integración con la caja vizcaina- tiene cada vez más visos de confirmarse a medida que pasan las horas para la celebración de la reunión que tendrá lugar esta tarde en Donostia.

Paralelamente, se reunirán los consejeros de BBK en una asamblea que transcurrirá sin sorpresas, ya que está garantizado el apoyo al proyecto por parte de los representantes de PNV, EA, EB y CCOO.

La garantía de EB de que sus cuatro consejeros van a votar la fusión, una vez conseguido el compromiso de contar con presencia en los órganos de gobierno de la nueva Kutxa, ha servido para afianzar el bloque de los 66 votos favorables a falta de uno, siempre y cuando el quorum alcance a los 100 miembros que componen el máximo órgano de gobierno de Kutxa. Una circunstancia que, aunque muy pocas veces se ha registrado, podría producirse en esta ocasión dada las expectativas que se han originado.

A pesar de ello, según señalaron a NOTICIAS DE GIPUZKOA consejeros generales de Kutxa, es muy posible que en el bloque de aquellos partidos y sindicatos que han manifestado su rechazo a la fusión, y que suman 34 votos, se produzcan cambios de opinión de última hora aprovechando la garantía que proporciona el voto secreto.

En esos medios se afirma que en el bloque de los 18 consejeros que tiene el PSE pueden producirse modificaciones de la postura inicial, a pesar de que desde los socialistas se afirma que sus representantes seguirán la disciplina de voto.

El voto secreto va a servir de pista de aterrizaje para llevar a cabo este viraje de los socialistas hacía la fusión, sin que públicamente se visualice un cambio que tiene que ver con el contexto electoral.

La fórmula puede servir también para los tres consejeros del PP que, en privado se han manifestado a favor de la fusión de Kutxa y BBK.

De esta forma, los dos grupos que permanecerán inmóviles son los 11 consejeros de la izquierda abertzale, que han mostrado su oposición al proyecto y los dos del sindicato ELA que, curiosamente, en el año 2000 propició que el socialista Gregorio Rojo accediera a la presidencia de Caja Vital.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y el cantaro de la lechera...una vez más... se rompió!!!