El adios de Imaz

Carta al director en El Correo.

El otro día Imaz anunciaba su adiós a la vida política; la verdad, nadie lo esperaba, pero el auténtico motivo de su adiós es que no supo perder; lanzó un órdago al partido y lo perdió; no midió las consecuencias y ahora tiene que marcharse. En todos los partidos políticos funcionan las mayorías y a Imaz no le respaldaban ya ni los que le presentaron al BBB; resulta, y son datos que estan ahí, que el lehendakari (nuestro lehendakari) es el político más querido y votado del PNV por sus bases, que no nos olvidemos son al fin y al cabo los que votan y ponen a cada político en su sitio. Imaz intentó lanzar un órdago primero contra el lehendakari y segundo contra la propia esencia del partido (que no es otra que la creación de un Estado vasco); ése es, ha sido y continuará siendo el germen del PNV, un Estado vasco donde podamos decidir nosotros mismos, sin intromisiones de Madrid y donde seamos lo que queramos ser.

Imaz intentó torpedear y boicotear todo eso, todo lo que los vascos queremos y deseamos, que no es otra cosa que 'ser libres'; y ya se sabe, el que lucha a las bravas y sin medir las consecuencias tiene lo que busca, en este caso la salida del partido. No nos debemos olvidar de que los que más han sentido su marcha han sido los del PP y los del PSOE, tanto de aquí como de Madrid (y es que cuando el enemigo te alaba tanto, échate a temblar). Así que Imaz ya es pasado y lo que ahora debemos hacer todos los del partido es pensar en el futuro, ya que mirar atrás no soluciona nada. Llevamos más de 100 años existiendo y nadie es imprescindible, así que Imaz tampoco iba a serlo.