En la oficina de Irún actuaban con impunidad porque se sentían protegidos

Entrevista a Pello González en El Correo

En el final de la pasada legislatura la Hacienda de Guipúzcoa vivió una especie de terremoto interno. El descubrimiento de graves irregularidades -de momento tienen la categoría de presuntas- cometidas en la oficia de gestión tributaria de Irún causó un enorme impacto. Incluso, algunos analistas han ligado este escándalo a la merma de votos sufrida por el PNV en este territorio en las últimas elecciones forales y municipales.

Como ya es conocido, el ex director de esa delegación José María Bravo -en la actualidad, en prisión por orden del juez- se apropió supuestamente de importantes cantidades de dinero, entregadas por contribuyentes que saldaban así sus deudas con el fisco guipuzcoano y que eran desviadas a su patrimonio personal.

-Imagino que desde que fue nombrado diputado de Hacienda ha tenido que dedicar bastante tiempo a estudiar el caso de Irún. ¿Tiene ya una idea formada?

-Sí, una idea bastante aproximada, aunque aún es necesario profundizar mucho más y extender la investigación.

-¿Quiere decir que aún no conocemos todo lo que pasó?

-El anterior equipo encargó una auditoría que analizó los expedientes desde 2001 hacia adelante. Tengo indicios razonables, por la información que he recibido de los propios funcionarios de Hacienda, para pensar que hay irregularidades mucho más atrás. Quizá no tantas ni de cuantías tan importantes como las que se descubrieron, pero creemos que hay más. Hemos decidido ampliar la investigación.

-¿Hasta qué año van a retroceder?

-Hemos encargado una auditoría que analice los expedientes de deudas tributarias desde 1995 hasta 2001. De ese análisis creo que van a surgir novedades.

-¿Ha llegado a sospechar que existiera alguna conexión política entre alguna formación y los presuntos autores de este presunto delito?

-Hay una clara responsabilidad política en la medida en que los responsables de Hacienda de aquella época pertenecían a un partido concreto. Pero si lo que me pregunta es si creo que hay alguna conexión entre el PNV y esto, le diría que no. Más bien, todos los indicios apuntan a lo contrario. No hay que olvidar que el propio PNV fue quien realizó la auditoría, quien descubrió la existencia de las irregularidades y quien lo puso en manos de la Fiscalía.

-Las irregularidades se prolongaron aparentemente durante un largo periodo de tiempo; están vinculados a ellas una larga lista de contribuyentes y la mecánica refleja un punto de prepotencia. ¿No le parece todo muy excesivo?

-Los presuntos culpables, en mi opinión, actuaban con impunidad porque se sentían protegidos.

-¿Se refiere a protegidos por algún superior?

-Al menos parece que ellos lo sentían así, porque de lo contrario hay muchas cosas que no se explican. Se sentían con las espaldas cubiertas, como si ellos fuesen los dueños de Hacienda. Pero si ni siquiera cuidaban los detalles... Si hasta entregaban como justificantes de pago modelos de documentos que se habían dejado de usar aquí desde mucho tiempo antes...