Dos debates y seis candidatos
Era el debate más esperado, pero tenían razón quienes tampoco ponían demasiadas expectativas en una sesión a seis bandas en la que, por formato, es imposible un ganador. Es cierto que el debate de ETB2 tuvo más garra que el anterior la semana pasada, pero la lógica pautada del mismo obliga al guante blanco a todos, salvo algunos destellos de tensión dialéctica. En el debate se superpusieron en gran medida tres debates complementarios. Por un lado, el primero, que giró en torno a la polarización entre Ibarretxe y Patxi López, que se lanzaron mutuos emplazamientos sin especial acritud y, en general, con una actitud bastante templada. El segundo fue el duelo en ocasiones ácido entre los más pequeños, y en particular, un enfrentamiento encendido de Javier Madrazo, de Ezker Batua, con Aintzane Ezenarro, de Aralar, a cuenta de la Ley de Vivienda que revela un pulso subterráneo en el ámbito de la izquierda sociológica vasca. El pulso entre los pequeños resulta francamente revelador. En tercer plano, Antonio Basagoiti, del PP, intentando buscar un espacio con sus mensajes.
La discusión puso una pizca de sal y la pimienta a una campaña electoral sosa, en la que precisamente quien más necesita tensionar a su electorado es el PNV, que ayer volvió a decir que las encuestas pronostican «un empate técnico». Los jeltzales pretenden convertir esta sensación de incertidumbre electoral en todo un revulsivo de movilización para ganar al Partido Socialista, por ejemplo, en Gipuzkoa, en donde la partida se presenta muy abierta, en especial en la comarca de Donostialdea.
Los jeltzales, que en el fondo están bastante más confiados en privado que en público, no quieren en absoluto ir de sobrados y creen que necesitan extremar su cautela para seguir movilizando a su electorado sin dar una imagen de soberbia. Porque hay quienes en el ámbito del nacionalismo más moderado, en el PNV que veía bien a Josu Jon Imaz, intuyen que existe un cansancio nacionalista que va a pasar factura el 1 de marzo. Ajeno a todo esto, Ibarretxe estuvo ayer tranquilo ante las pantallas, con mensajes de «cariño» hacia EA, en especial, y hacia Ezker Batua. Ya diría un estratega electoral que hay algunos amores que matan. Sin embargo, en Gipuzkoa EA se muestra dispuesta a pelear hasta el final para recuperar el espacio perdido en las generales y, cuanto menos, llegar al voto que Iñaki Galdos obtuvo en las forales, que les proporcionaría hasta tres escaños. Su cabeza de cartel por Gipuzkoa, Jesús María Larrazabal, se está batiendo el cobre pueblo a pueblo.
El PSE, que también vio a Patxi López «tranquilo y con aplomo» en el debate, todavía guarda las buenas vibraciones del acto del frontón Astelena de Eibar el miércoles. Los socialistas tienen la íntima, y no se sabe si científica, percepción de que en porcentaje de intención de voto están ya por encima del PNV, pero que la partida va a ser muy reñida hasta el final y que la clave la tienen los jóvenes y las mujeres. En especial las amas de casa, que «son quienes tienen la llave del cambio».
Lo que sí ha quedado claro después del mítin del Astelena es el escenario del día después. El aval de Felipe González en Eibar a que López presente su candidatura a la investidura a lehendakari zanja un posible debate interno en el seno del Partido Socialista sobre su futura estrategia. Dicen en Madrid que las palabras de González desactivan de forma preventiva una posible patata caliente para Zapatero.
2 comentarios:
Yo solo confío en que Ibarretxe forme un gobierno monocolor a partir del lunes sin Madrazo,sin Ziarreta y con apoyo de Aralar.
El Lehendakari lo hizo francamente bien y me senti muy orgullosa de él.Me senti bien representada.
En Gipuzkoa en la campaña no hemos tenido un solo acto electoral.Egibar bajo el paraguas del Lehendakari quiere demostrar que no necesita de nadie ,pero a mi me han preocupado las salas vacias de los poco mitines que se han hecho.
El domingo a la noche si ganamos Joseba dira que ha sido por el.Tuvo el tupe de hacer una encuesta,via Diputación,para saber en Gipuzkoa quienes eran los dirigentes más valorados y de ella le excluyo a Markel.
Este hombre es como esas sartenes a las que o se les pega nada.Si pierde la culpa sera de Ibarretxe,si ganamos de él.Pero con el siempre se perdera.Es un tipo manipulador.
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