Patxi como objetivo electoral
No cabe duda que el socialista Patxi López se ha convertido en el mayor adversario a batir en esta campaña electoral. La gran mayoría de los candidatos lanzan sus diatribas contra el candidato del PSE, que tiene posibilidades de ser la alternativa al PNV. con la pretensión de calentar la campaña y de movilizar al electorado. Lo hace, como es lógico, Juan José Ibarretxe, que acusa a su contrincante de ser «una marioneta de Madrid», reproche que el aspirante socialista replica diciendo que «el único mando a distancia» es el que ha operado desde Sabin Etxea. Pero lo hace también el candidato del PP, Antonio Basagoiti, que necesita frenar una posible fuga de voto útil no nacionalista. Lo hace EA, que ve a López a años luz de sus compañeros del PSC. Lo hace Javier Madrazo, que considera que el verdadero cambio a la izquierda lo representa él y que teme que se consume un trasvase de parte de su electorado a los socialistas en línea de anteriores comicios.
Claro que ayer se pasaron de las palabras a los hechos. La quinta jornada electoral se convertía en el escenario de la presentación de una campaña satírica de los jóvenes del PNV, que rebautizaron la película «El Padrino» para llamarla «El Pachino», en alusión a su rechazo al aspirante socialista y para denunciar que «Madrid mueve los hilos». La otra novedad fue la campaña directa de EB, que presentó una campaña titulada «PPatxi» para preguntarle si va a admitir los votos «del PP de Irak, Aznar y de la corrupción» para entrar en Ajuria Enea.
No son habituales en Euskadi mecanismos tan explícitos de publicidad negativa, que recuerdan, salvando las distancias, las originales campañas que ponía en marcha al inicio de la transición EMK, que siempre soprendía por su cartelería fuera de los tópicos convencionales al uso. Y que pueden evocar a veces el aire de las contracampañas americanas. En el País Vasco aún estamos lejos de esos manuales, pero atención con las tendencias, que vienen pegando fuerte, como se ve hace tiempo en los blogs digitales, que en campaña echan humo. Es muy posible que López guarde silencio, aunque sus compañeros analizan cuál es la mejor táctica para neutralizar estos ataques y responder desde la inteligencia emocional. Algunos están convencidos que, en el fondo, el efecto de esta publicidad se volverá en contra de sus autores, que lo que van a conseguir al final es que se polarice el pulso entre Ibarretxe y Patxi López, y que al convertirlo en el centro de todas las críticas, lo transforman en víctima y revalorizan su perfil.
El caso es que en el PNV se insiste en que la llave la tienen los indecisos, que aún son muchos,. Los jeltzales confían en que, al final, en buena medida, se inclinarán por la experiencia de Ibarretxe. «Los indecisos van a dar una sopresa, y esperamos que sea buena para el PNV», confiesa un responsable jeltzale, persuadido de que López llega desfondado y se desinfla día a día en la campaña. Para gráfico Erkoreka, que ayer dijo que antes verá «un cerdo volando, que el PSE ganando las autonómicas».
Pero los socialistas no miran con excesiva preocupación estos mensajes ni estas metáforas. Advierten, eso sí, que en el PNV se ha desatado el pánico a perder el poder y que ese nerviosismo les va a llevar a cometer algún error. Y vaticinan que Patxi López se va a volcar en la Margen Izquierda, que nunca se moviliza en las autonómicas, y que los resultados de Vizcaya pueden ser la gran sorpresa del 1-M.
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