Con la basura a otra parte

La polémica desatada las últimas semanas entre las mancomunidades de Urola Kosta, Sasieta y Urola Erdia con San Marcos sobre la posibilidad de que esos organismos se negasen a recibir toda la basura del vertedero de San Marcos a partir del lunes no parece que se materializará la próxima semana. Indignados ante la posibilidad de que los nuevos representantes de San Marcos, donde tienen mayoría absoluta ANV y EB, se replanteen la construcción de la incineradora, los presidentes de las tres instituciones receptoras de deshechos amenazaron con impedir la entrada de los camiones en sus instalaciones. Pero, de momento, el planteamiento inicial se cumplirá la próxima semana, como se acordó en el anterior mandato.

"La decisión está en manos de ellos. Quizá haya que esperar a la reunión del Consorcio de la semana que viene. El lunes, en principio, no va a haber nada que altere el plan", reconoce Iñaki Erauskin, gerente de la Mancomunidad de Sasieta, gobernada por PNV y EA.

Ricardo Ortega (EB), presidente de San Marcos, expresa que, a partir del lunes, "no tiene por qué haber problemas". "No está previsto ningún tipo de desvinculación o de romper los compromisos. Tampoco ha habido ocasión de responder a las tres mancomunidades", manifiesta Ortega.

Lide Amilibia (PNV), que encabeza Urola Kosta, explica que "no hay más novedades". "No tenemos más noticias de San Marcos y se supone que ellos toman sus decisiones y nosotros estamos a la espera. Es un momento delicado", afirma Amilibia.

El presidente de Urola Erdia, Julián Eizmendi (PNV), confirma que "no hay novedades y siguen en pie las explicaciones de hace unas semanas".

Los primeros truenos que presagiaron la tormenta se iniciaron con el giro dado por la Mancomunidad de San Marcos en cuanto a la composición de los representantes locales tras las elecciones municipales de mayo. La nueva relación de fuerzas otorgó la mayoría absoluta a los representantes de ANV y EB, formaciones opuestas a la incineración, que pretenden "dar un vuelco" a la gestión de los residuos y orientarla a la reducción, reciclaje y compostaje.

Cabe recordar que el acuerdo suscrito entre San Marcos y las otras tres mancomunidades recoge que, cuando los tres vertederos guipuzcoanos agoten su espacio en julio de 2009, la prevista incineradora guipuzcoana debería recoger todos los residuos, en terrenos de Donostia.

Las intenciones de San Marcos despertaron la desconfianza de las mancomunidades receptoras de los residuos, dominadas, principalmente, por PNV y EA.

En una carta enviada al presidente de San Marcos a principios de este mes, le recordaron que "el ejercicio de la solidaridad por parte de los vertederos de Beasain, Sasieta y Zarautz está estrictamente vinculado a la construcción común y compartida de una incineradora de residuos". Por ello, advirtieron que es "imprescindible" ratificar los acuerdos "como único medio para que el cierre del vertedero de San Marcos pueda ser una realidad" el domingo, aunque todo seguirá su curso.

Respecto a los aspectos técnicos, todo está preparado para que a partir del lunes la práctica totalidad de la basura generada por Donostia, Lezo, Oiartzun, Usurbil, Hernani, Pasaia, Errenteria, Astigarraga, Urnieta, Lasarte, Irun y Hondarribia se traslade a los vertederos de Beasain (Sasieta), Azpeitia (Lapatx) y Zarautz (Urteta). El cierre de San Marcos (Errenteria) el próximo domingo, debido a su cercana colmatación, obligó a las localidades que integran esta Mancomunidad durante el mandato municipal anterior a alcanzar un acuerdo con las de Urola Kosta, Sasieta y Urola Erdia para derivar los residuos a esos puntos. La Mancomunidad de Txingudi también conducirá los desperdicios a esos lugares dado que los llevaba hasta ahora a San Marcos.

Durante los últimos meses ya se trasladaban a esos vertederos parte de los residuos generados en Donostialdea y la comarca del Bidasoa, si bien ahora se llevarán en su práctica totalidad, previa compactación en la estación de transferencia situada en San Marcos, donde los camiones las distribuirán entre las tres localidades guipuzcoanas.

"Estamos preparados. Se han estado haciendo pruebas en la planta de transferencia y funciona", expresó a este diario Ricardo Ortega (EB), presidente de la Mancomunidad de San Marcos, que prevé reconducir 105.000 toneladas de basura al año de cerca de 400.000 guipuzcoanos.

El revuelto panorama sobre los residuos dio otra vuelta de tuerca ayer en Astigarraga, donde el Pleno aprobó una moción presentada de forma conjunta por EA y PNV en la que se insta a los nuevos responsables de la Mancomunidad de San Marcos a que "cumplan los acuerdos adoptados" el pasado mandato y "no pongan en peligro el cierre próximo" de la planta de residuos de Errenteria.

"El Ayuntamiento no aceptará la apertura de ningún vertedero de residuos en su término municipal", advirtieron en su declaración, aprobada con los nueve votos a favor de EA, PNV, PSE-EE y PP, mientras que EB lo hizo en contra.

Por otra parte, la Mancomunidad de Servicios de Txingudi celebrará hoy una asamblea en la que solicitará su ingreso en el Consorcio de Residuos de Gipuzkoa.