López desafía al lehendakari a discutir sobre un nuevo Estatuto

Patxi López dejó ayer un envido sobre la mesa del candidato jeltzale Juan José Ibarretxe. El candidato socialista se declaró dispuesto, desde el primer minuto, a hablar con el lehendakari sobre los acuerdos que será necesario buscar para actualizar el actual Estatuto de Gernika, «cerrar las transferencias pendientes y las que se puedan plantear en el futuro», en busca de «acuerdos para la convivencia en el que quepan todos». Dentro de esta oferta, López incluyó incluso la capacidad de convocar consultas pero «dentro de la legalidad», en una apelación directa a la fallida apuesta estratégica de Ibarretxe en la pasada legislatura.

El reto del aspirante socialista al candidato jeltzale se lanzó en el Palacio Euskalduna, donde los socialistas cerraron ayer la conferencia política que han llevado a cabo durante el fin de semana. Una de las piezas principales del acto final fue la intervención de Isabel Allende, la dirigente socialista chilena e hija del presidente Salvador Allende. Defendió la figura de López como eje del cambio. «Sé que en el futuro será lehendakari», vaticinó.

El discurso de Patxi López se ajustó al guión que están aplicando los socialistas en la precampaña, en la que se busca el flanco del PNV desde la crítica a la gestión del lehendakari Ibarretxe en la última legislatura y se ningunea al resto de partidos como si no se presentasen.

Dentro de ese esquema, López insistió en relacionar a Ibarretxe con el enfrentamiento y la mala gestión en las instituciones. Según el discurso del candidato socialista, el lehendakari está utilizando el autogobierno para «dividir» mientras que los socialistas buscan el «fin de los frentes y de las trincheras».

En este sentido, López se defendió de los mensajes de miedo que están lanzando en los últimos días los jeltzales sobre un presunto recorte en el autogobierno en el caso de que los socialistas lleguen a la Lehendakaritza. «Eso es una memez», espetó Patxi, con un gesto de visible enfado. Para explicar la nula validez de la acusación, el dirigente del PSE citó a los dirigentes históricos del socialismo vasco que han propugnado el autogobierno para Euskadi. Esa lista comenzó con Indalecio Prieto, que impulsó el primer Estatuto Vasco de la historia, y continuó con Ramón Rubial, presidente del Consejo General vasco en la transición. López, además, citó a dirigentes socialistas como el asesinado Fernando Buesa o el superviviente de otro atentado, José Ramón Recalde. «Ellos fueron los que pusieron marcha el actual sistema educativo vasco», recordó.

Esta defensa de la autonomía es según López uno de los tres puntos clave sobre los que se centrará la apuesta socialista ante las elecciones. Según López, la oferta socialista se resumirá en «autogobierno, confianza y unidad». Esa confianza estará basada en «el diálogo permanente con todos», actitud que contrapuso a la que ha mantenido Ibarretxe al frente del Gobierno Vasco. «El lehendakari no ha convocado nunca a los partidos democráticos a abrir un diálogo permanente que sirva para definir nuestro futuro». En opinión del dirigente socialista, Ibarretxe «sólo practica el monólogo y a veces no habla ni con su propio partido». «Así le va, de fracaso en fracaso».

Frente a las acusaciones de intransigencia al lehendakari, Patxi López contrapuso los encuentros de su partido con empresarios, sindicatos y representantes de ámbitos culturales vinculados al euskera. «Esas personas confían en el PSE y saben que los socialistas son los únicos que garantizan que la política sirva para resolver problemas y no para crearlos». «Se ha derrumbado el mito de que el PNV es el que mejor gestiona los recursos», indicó.

En la conferencia política se cerró el programa de los socialistas, que defiende la firma de «un gran pacto» en asuntos como la crisis, la lucha contra el terrorismo, las políticas educativas o el desarrollo de nuevas infraestructuras.