Josu Jon Imaz podría abandonar la presidencia del PNV

Artículo de Raúl González Zorrilla en periodistadigital.

Las aguas dentro del Partido Nacionalista Vasco bajan muy revueltas. La lucha sin tregua que mantienen las dos corrientes que más mal que bien conviven en el interior del partido (el espíritu transversal, pactista y moderado de Josu Jon Imaz frente a la vertiente independentista, agreste y radical de Joseba Egibar) se ha visto agravada en los últimos días por un hecho de gran calado. El anuncio del lehendakari Ibarretxe de que convocará un referéndum para que los “vascos puedan expresarse políticamente” coloca a Juan José Ibarretxe, siguiendo la estela de su mentor Xabier Arzalluz, claramente posicionado a favor de la tesis más integristas de las que existen en el interior de su partido y enconan una grave confrontación interna que, además, se ve cotidianamente alentada por las intervenciones, siempre en apoyo de los sectores más radicales del PNV, del resto de las formaciones nacionalistas (EA y Aralar).

Por otro lado, y aunque no tiene directamente nada que ver con la batalla abierta en el interior del PNV, hay otras cuestiones que están enrareciendo fuertemente las relaciones existentes en el interior del Partido Nacionalista Vasco y las relaciones de este partido con el resto de sus socios de Gobierno (EA e IU). En este sentido, la aprobación por parte de la Diputación Foral de Guipúzcoa (PNV-EA) de un tipo de impuesto de sociedades del 30%, dos puntos por encima del existente en Vizcaya y Álava, tampoco ha sentado nada bien en el interior del PNV, ya que desde la dirección del partido, en línea con las principales asociaciones empresariales, se considera que la unidad fiscal para todo el País Vasco es algo que necesariamente hay que mantener.

Ante la gravedad de la situación interna, y ante la apuesta decidida y sin ambages del lehendakari Juan José Ibarretxe por apoyar la corriente ultranacionalista encabezada por Joseba Egibar, fuentes del Partido Nacionalista Vasco no descartan que, en la asamblea general de esta formación, que tendrá lugar los próximos días 1 y 2 de diciembre, se apueste por una solución extrema, pero de consenso. Ésta pasaría porque Josu Jon Imaz abandonara su puesto como presidente del PNV (el interesado ya ha dicho que lo importante es el partido, y no las individualidades) para dejar paso a otra persona que habría de contar con la aceptación de ambos bandos y que debería liderar al PNV en el siempre extremadamente complicado panorama político vasco. El problema, lógicamente, será hallar a esa persona que concentre tantas adhesiones y tan pocos rechazos, aunque algunos nombres ya empiezan a barajarse. Entre éstos, el que se escucha con más insistencia es el de Iñigo Urkullu, actual portavoz de la Ejecutiva del PNV.