ETA ha matado a un hijo de este pueblo

Casi cuatro horas después de que ETA atentara contra Ignacio Uria, el lehendakari compareció con gesto compungido en la sede donostiarra del Gobierno Vasco para condenar la acción terrorista que acabó con la vida de un hombre "emprendedor", que era "más bueno que el pan". Juan José Ibarretxe quiso dejar claro con este mensaje que la banda armada no ha tenido éxito en su intento por "tergiversar" ante la sociedad vasca el objetivo de su asesinato, ya que, según matizó, "no ha acabado con la vida de una persona que trabajaba para acometer el TAV, sino que ha matado a un hijo de este pueblo".

Acompañado por el presidente de Confebask, Miguel Lazpiur, y el máximo representante de la patronal guipuzcoana, Eduardo Zubiaurre, el jefe del Ejecutivo autonómico transmitió su apoyo a los empresarios y les confesó que Euskadi les necesita "más que nunca". Una necesidad que obedece a la búsqueda de acciones comunes que permitan paliar los efectos de la acuciante crisis económica y la unión frente a ETA. Por todo ello, Ibarretxe demandó a este colectivo amenazado por la banda terrorista que se sume al clamor social frente a la continuidad de la violencia y muestre su solidaridad y respaldo con la familia de Ignacio Uria.

El lehendakari denunció que la "única labor" de los activistas sea "asesinar a los hijos de este pueblo, sean policías, periodistas, jueces o políticos. Esto es lo que hace ETA". Y lo hace, en opinión del líder jeltzale, refugiado en la "cobardía" que interpretó en la comisión del atentado que acabó ayer con la vida del empresario guipuzcoano.

En esta misma línea argumental, el lehendakari insistió en que la banda terrorista no mató a una persona que "trabajaba con nosotros para desarrollar el Tren de Alta Velocidad", sino que ha acabado con la vida de "una persona que trabajaba con nosotros para conseguir el bienestar de este pueblo".

A pesar de la dramática jornada que vivió ayer el pueblo vasco, Ibarretxe quiso trasladar un mensaje de esperanza a la ciudadanía. Se preguntó si "esto no va a acabar nunca", una cuestión para la que su respuesta es un "sí" contundente. "Esto se va a acabar, se tiene que acabar. Cómo no vamos a poder acabar con ello. Es verdad que tenemos que comprometernos con construir la paz", agregó.

Y para conseguirlo, animó a "condenar con firmeza, perseguir, detener y juzgar a los terroristas" pero también a "tener un compromiso con construir la paz, porque es la mejor inversión". Una receta para la que es imprescindible, según el lehendakari, "que esta sociedad no caiga en desánimo". "La paz es posible, la paz merece arriesgar, es la principal inversión", añadió.

Por último, anunció la convocatoria en nombre del Gobierno autonómico, los empresarios y otras instituciones de una manifestación que se celebrará hoy en Azpeitia al término del funeral por el fallecido Ignacio Uria.

El jefe del Ejecutivo de Vitoria destacó que esta movilización, así como las habituales concentraciones que se desarrollarán en las demás localidades vascas, servirán de "testimonio de solidaridad" con los allegados de Uria, además de para dar un "emocionado abrazo" a todos los empresarios de quienes el pueblo vasco se siente "orgulloso" y para decirle a la banda terrorista: "Márchate y sal de nuestra vida para siempre".