Iturbe dice que el rechazo de la fusión obliga a entrar «en una guerra» con BBK y la Vital
Era su primer test público tras el fracaso del proyecto de fusión y no se amilanó. Ante lo más granado del tejido empresarial guipuzcoano, el presidente de Kutxa, Xabier Iturbe, lanzó un mensaje muy claro. «Han matado el proyecto de fusión, pero iremos a muerte como Kutxa, que no es poco». Eso sí, advirtió que uno de los problemas de la no fusión es que «vamos a entrar en una guerra entre nosotros», en referencia a BBK y la Vital, lo que, en su opinión, dificultará cualquier nuevo proyecto de fusión que se pueda plantear en el futuro.
Xabier Iturbe participó ayer en una mesa redonda junto al director del área de España y Portugal de BBVA, Juan Asúa, dentro de un encuentro sobre competitividad empresarial, organizado en Donostia por Gipuzkoa Aurrera.
Tras el varapalo recibido el pasado viernes por parte de la Asamblea de Kutxa, el presidente de la entidad recibió ayer el apoyo de numerosos empresarios, lo que dio pie a Iturbe para que se reafirmara en la bonanza del proyecto. «La desilusión general que ha provocado el rechazo de la Asamblea significa que estábamos en la buena dirección», indicó.
A la pregunta de si el proyecto queda definitivamente abandonado, respondió que «este proyecto lo han matado. La idea de fusión continuará, porque son cosas necesarias y de sentido común, pero se trata de dos cuestiones diferentes, ya que un proyecto en el que se habían encajado un montón de intereses de presidentes, directivos, trabajadores, haciendas y clientes, lo han matado», recalcó.
Y se mostró escéptico respecto a las posibilidades de que se pueda lograr en el futuro un nivel de consenso suficiente. «Veremos en el futuro si vuelven a juntarse los astros para impulsar una iniciativa de estas características».
En este sentido, indicó a DV que aunque se pueda relanzar un nuevo proyecto de fusión tras las elecciones de marzo, como propugnan algunas fuerzas políticas, se tardaría meses en concretarlo, que es lo difícil, con lo que su puesta en marcha se alargaría hasta 2010».
Por todo ello, cree que se habrá perdido un tiempo precioso para poder hacer frente a la crisis económica y financiera con una caja más fuerte. Así, recordó ante los empresarios que no se trataba de un proyecto «defensivo, sino ofensivo, de apoyo al tejido empresarial guipuzcoano y a los clientes de ambas cajas. Suponía pasar a otra dimensión».
Para Iturbe, «el gran perdedor de la no fusión es el país», aunque reconoció que nunca se podrá medir cuál es su coste en oportunidades y cómo se hubiera podido afrontar una crisis tan fuerte como la que se espera en los próximos años con una caja fusionada o sin ella. Iturbe se mostró convencido de que «seguiremos siendo ganadores. No en la Champions, pero sí en la Primera División».
Explicó que una vez despejada la incertidumbre histórica de si habría o no fusión, «lo que te condiciona la gestión de la caja», les permitirá volcarse en la entidad e «iremos a muerte como Kutxa, que no es poco», recalcó.
No obstante, apuntó que una de las consecuencias de que no haya salido adelante la fusión es que las cajas vascas se verán obligadas a competir entre ellas, ya que deberán abrir oficinas en los territorios no naturales de cada una para evitar una nueva sanción de Competencia. La Comisión Nacional de la Competencia impuso en 2007 una sanción a Kutxa, BBK, Caja Vital y Caja Navarra de 24 millones por mantener durante 15 años un pacto de no competencia. Así, enfatizó que «uno de los problemas de la no fusión es que vamos a entrar en una guerra entre nosotros».
Consideró que las posturas de algunos partidos de intentar relanzar una fusión tras las elecciones después de que se hayan opuesto a ésta obedece a un «problema de conciencia, de sentimiento de culpa, pero ahora no tienen ninguna credibilidad», dijo.
Iturbe enarboló las fortalezas de Kutxa para seguir en solitario. Recordó que cuenta con «suficiente liquidez y fuerza para hacer frente a la situación». Reconoció que la crisis afectará a Gipuzkoa a pesar de que su economía cuenta con una posición de partida fuerte y un sistema financiero sólido.
Iturbe se mostró dispuesto a seguir apoyando al tejido empresarial guipuzcoano. «Kutxa intentará en la medida de sus fuerzas, que son muchas, hacer que esta crisis sea lo más suave posible para todos y ahí estaremos para apoyar a las empresas, que precisarán un pulmón financiero».
Y por si había alguna duda respecto a su liderazgo, indicó que espera seguir siendo presidente de Kutxa «por unos años».
En la jornada también intervino el diputado general, Markel Olano; el ex ministro de Economía, Miguel Boyer; Federico Durán, socio responsable de laboral del despacho Garrigues, y Antonio Basolas, director de estrategia y desarrollo de Gas Natural. El presidente de Adegi, Eduardo Zubiaurre, ofició de moderador.
Juan Asúa destacó que los excesos y déficits del sistema financiero mundial han impulsado de forma ficticia un periodo largo de bonanza económica. Pronosticó momentos «difíciles» para los próximos meses, aunque se mostró convencido de que todas las partes saldrán fortalecidas.
Por su parte, Miguel Boyer, subrayó que la mayor preocupación en una crisis es el mantenimiento del empleo y dijo que el Gobierno «no ha actuado con la decisión que requería la coyuntura actual».
3 comentarios:
Es bobo. Pero como su madre es abertzale y defensora acérrima de gure Joxeba, le han puesto presidente de la Kutxa y ahí le tenéis, diciendo bobadas y no haciendo una a derechas.
Iturbe lo que tienes que hacer es dimitir, ya que has sido incapaz de "gestionar" la fusión.ºº
A Iturbe lo único que se le ocurre decir a Jaime Otamendi es que no va a dimitir "porque está lleno de ilusión". O sea Plan B cero patatero, autocrítica ninguna, liderazgo inexistente, sólo y nada más que ilusión. Voluntarismo puro, duro e ingenuo. ¿Desde cuando una entidad financiera se dirige con voluntarismo?.
Anda Egibar, echa a tu títere y después, vete tú.
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